sábado, 11 de marzo de 2023

La ciudad armoniosa

El joven poeta cristiano-anarquista, socialista, francés Charles Péguy (1873-1914), muerto el primer día de la Primera Guerra Mundial, escribirá, en un texto hipnótico, casi un cántico en defensa de la ciudad -la ciudad armoniosa, donde no caben los males, no porque el mal no exista (Péguy no era ingenuo), sino porque en la ciudad la vida se recupera (Péguy defendía la bondad del olvido, el olvido de todos los males y las injusticias, cuyo recuerdo emponzoña la vida plena)-, que toda ciudad  está abierta a todas las “almas”, almas que solo alcanzan la plenitud del ser, y la entera libertad en la ciudad. La persecución injusta encoge, reduce, invisibiliza, hace desaparecer a quien la sufre. Solo en la ciudad recupera su entereza, su dignidad, vuelve a ser entre los seres:

“La ciudad armoniosa tiene como ciudadanos a todos los vivientes que son almas, todos los vivientes animados, porque no es armonioso, porque no conviene que existan almas que sean extranjeras, porque no conviene que existan vivientes animados que sean extranjeros.

Así todos los hombres de todas las familias, todos los hombres de todas las tierras, de tierras que nos son lejanas y de tierras que nos son próximas, todos los hombres de todas las profesiones, de profesiones manuales y de profesiones intelectuales, todos los hombres de todos los villorrios, de todos los pueblos, e todos los burgos y de todas las ciudades, todos los hombres de todos los países, de países pobres y de países ricos, de países desérticos y de países poblados, todos los hombres de todas las razas, los Helenos y los Bárbaros, los Judíos y los Arios, los Latinos, los Helenos y los Eslavos, todos los hombres de todas las lenguas, todos los hombres de todos los sentimientos, todos los hombres de todas las culturas, todos los hombres de todas las vidas anteriores, todos los hombres de todas las creencias, de todas las religiones, de todas las filosofías, de todas las vidas, todos los hombres de todos los Estados, todos los hombre de todas las naciones, todos los hombres de todas las patrias se han vuelto los ciudadanos de la ciudad armoniosa, porque no conviene que existan hombres que sean extranjeros (…)

Ningún viviente animado no está proscrito de la ciudad armoniosa.”

(Charles Péguy: Marcel. Primer diálogo de la ciudad armoniosa, 1898) 

viernes, 10 de marzo de 2023

La Casa de Salomón ( Francis Bacon, 1561-1626: La Nueva Atlántida, 1626)

Por los mares del norte, allende las costas de Perú, allí donde lleva la corriente del norte cuando barre el viento del este, es decir, en ninguna parte, se ubica la isla de Bensalem, llamada la Nueva Atlántida. Nada se sabía de ella hasta que llegaron unos marineros famélicos a los que los vientos y las corrientes arrastraron hasta esta isla de don nadie, cuando trataban de llegar al viejo mundo, y dieron cuenta de su casual descubrimiento . Y nadie volvería a saber de ella, porque a sus habitantes se les recomendaba fervientemente que no viajaran ni contaran a nada acerca de su isla, si bien el gobierno de Bensalem estaba perfectamente al corriente de cuántas culturas y gobiernos se daban desde la China hasta la vieja Atlántida (que el diluvio borró del mapa, contaba Bacon), porque enviaban espías por el mundo para recabar, en secreto, sigilosamente, informaciones sobre otros modos de gobernar, pensar, habitar.

La capital de la Nueva Atlántida se organizaba alrededor de la Casa de Salomón, un gran laboratorio científico donde se estudiaban toda clase de fenómenos naturales y se experimentaban con nuevos tipos de cultivos y de tratamientos médicos. Además de salas de música, de cocina, de química, de fábricas de aparatos científicos, de laboratorios químicos, la Casa de Salomón contaba con unas salas donde se experimentaban con toda clase de prodigios, efectos especiales y trucos de prestidigitador, para estudiarlos, conocerlos y valorar sus efectos, de modo que se pudiera distinguir bien la naturaleza del artificio y que, por tanto, los efectos fueran  reconocibles y pudieran ser proscritos en favor de la belleza natural, quedando en evidencia, desnudos, en beneficio, en fin, del ornamento que no pretende ser lo que no es, que no busca deslumbrar, el efecto fácil e inmediato, sino que trata de mejorar el mundo sin falsearlo o esquivarlo. Una fábrica de mentiras que permita conocerlas para reconocerlas y condenarlas.

La Nueva Atlántida, una obra póstuma del pensador inglés Francis Bacon, del siglo a XVII, es una maravillosa y, sí, deslumbrante fábula sobre las capacidades humanas de explorar y estudiar el mundo, evitando el uso tramposo de ciertas aplicaciones. Francis Bacon con conocía Chat GPT, mas, como si lo hubiera intuido.

 "Tenemos también casas de ilusiones de los sentidos, donde hacemos juegos de prestidigitación, falsas apariciones, impostoras, ilusiones y falacias. Usted creerá fácilmente, con seguridad, que nosotros, que poseemos tantas cosas naturales que inducen a admiración, podríamos engañar a los sentidos si mantuviéramos ocultas estas cosas, y arreglárnoslas para hacerlas aparecer como milagrosas. Pero odiamos tanto las imposturas y mentiras que hemos prohibido severamente a nuestros ciudadanos, bajo pena de ignominia y multa, que muestren cualquier obra natural adornada o exagerada, debiendo mostrarla en su pureza original, desprovista de toda afectación.”

miércoles, 8 de marzo de 2023

Santa paciencia

 El próximo festival de arquitectura de Barcelona lleva por título Empatía radical, una expresión que quiere estar cargada de valores éticos. Quiere evocar la unión, la comunión, la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

Empatía viene del latín, el cual a su vez es un traslado directo del griego. El verbo latino patior significa lo que el verbo moderno catalán designa: sufrir, padecer. Evoca ls pena, y ls resignación, la paciencia -emparentada con el verbo antes citado- con la que se soporta con ls cabeza gacha los males que nos afectan o con los que nos castigan.

Las palabras latinas derivan del griego empathes, que significa enfermizo, que pertenece a la familia de palabras originadas por pathos. Esta palabra se refería a un estado anímico causado por la tristeza, el dolor, la enfermedad, toda una serie de males que encogen y afectan el alma, el ánimo. Pathos se refiere a lo que se sufre, a un peso que acongoja, que encoge.

El festival de arquitectura, por tanto, parte del presupuesto de la existencia del dolor y del desconsuelo, y apela a la resignación (¿cristiana?, siendo el cristianismo la única religión cuyo fundamento es la aceptación del mal que se nos impone, perdiendo toda razón de ser si nos libramos del mal, si nos rebelamos contra el dolor, si el mal no existe), a bajar la cabeza sumisamente asumiendo una existencia doliente, una vida apaleada cuyos palos deben ser aceptados por son éstos los que dan sentido a la vida.

El festival tendrá lugar significadamente en la plaza de las Glorias, la gloria que se alcanza tras la prueba del dolor, la asunción o aceptación del mismo. 

Nos espera una Primavera prometedora….


https://www.barcelona.cat/infobarcelona/es/tema/ayuntamiento/el-festival-de-arquitecturas-modelo-apuesta-por-la-empatia-radical_1261680.html

martes, 7 de marzo de 2023

Divinas torturas





Fotos: Tocho, marzo de 2023


 “Papá, ¿por qué este señor tiene una hacha clavada en la cabeza?”

“Es que es un mártir”

“¿Qué es un mártir?”

“Bueno, un señor al que condenan porque no piensa como los demás, y defiende sus ideas, su fe verdadera”

“Papá, pero ¿qué la ….”

(Conversación auténtica entre un niño de unos cuatro años y su atribulado padre, ante unos cuadros de santos y mártires en una exposición temporal en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, el pasado domingo, marzo de 2023).


Si el héroe mesopotámico Gilgamesh, rey de Uruk, rechazó los avances de la seductora diosa Ishtar es porque, le respondió, sabía cómo acaban sus amantes que caían en sus redes: desesperados, destruidos y llevados al suicidio.

Los dioses siempre han solido ser violentos, e implacables con quienes se oponían, los retaban o de burlaban de ellos. Mal les fue a Niobe tras burlarse de la diosa Leto, echándole en cara que era inferior a ella porque solo tuvo dos hijos, Ártemis y Apolo, mientras ella, Niobe, tuvo doce: los hijos divinos de Leto tomaron la venganza con sus manos, matando implacable, lentamente, uno tras otro, a sus hijos humanos a flechazos. 

¿Cómo pudo ocurrírsele a Marsias burlarse de Apolo cuando éste hinchaba los carrillos hasta desfigurarse y adquirir cara de bobo mientras se esforzaba en tocar la flauta, mientras que él, Marsias, sabía tocar mejor manteniendo la compostura, sin perder la cara, sin afearse? Apolo, envidioso y vengativo, mandó despellejar vivo al pobre músico. 

Las descripciones literarias de las torturas que los dioses infligen a los humanos no ahorran detalles difícilmente soportables. Véase, sino, el recetario de refinadas, casi inimaginables torturas divinas, que Homero detalla minuciosamente en la Ilíada. Mas, estas escenas raramente fueron plasmadas plásticamente, al menos en la Grecia clásica, y casi siempre de manera alusiva y contenida, sin regodearse en los detalles más escabrosos. Los dioses, por el contrario, se retratan casi siempre, de manera fría y distante, ni siquiera cavilando venganzas, como si estuvieran muy por encima de los complejos sentimientos humanos.

El arte plástico cristiano, por el contrario, no ahorra cruentos, sangrientos detalles. Las pinturas y las esculturas son un ilustrativo repertorio de torturas. ¿Cómo y por qué  los artistas habrían tenido que ahorrarnos la plasmación de escenas insoportables si el propio dios cristiano se sometió a toda clase de espeluznantes torturas, y agonizó durante un día entero, tras haber padecido un interrogatorio del que no hubiera tenido que salir vivo?

Mas, estamos tan acostumbrados -salvo los niños de cuatro años- a la violenta y triturada iconografía cristiana, que casi no nos sorprende lo que los cuadros nos  exponen : el refinado salvajismo humano, y el gusto por mutilar cuerpos e idear nuevas maneras de matar lo más cruda, lenta y dolorosamente posible.

La extraordinaria exposición temporal  sobre el pintor tardo-gótico catalán Lluis Borrasà, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, es un paseo por la vileza humana, que, si fuéramos plenamente conscientes de lo que muestran, si no hubiéramos interiorizado las imágenes de los llamados mártires, seguramente estaría prohibido a los menores de edad, pese a la fascinación morbosa que emanan de las imágenes -o debido a ella-, imágenes capaces de transmutar el horror en voluptuoso placer ante el dolor. 

Por cierto, la exposición documenta una tortura de la que no tenía constancia: la rotura de los dientes de un preso, en una boca sanguinolenta, de la que se le escapan largos regueros rojizos, a pedradas aplicadamente golpeadas.

Un festín para los ojos. Mejor no pensar.

https://www.museunacional.cat/es/lluis-borrassa-los-colores-reencontrados-de-la-catedral-de-barcelona


domingo, 5 de marzo de 2023

GERARD & KELLY (BRENNAN GERARD, 1979 & RYAN KELLY, 1978): MODERN LIVING (THE GLASS HOUSE, 2016 - VILLA SAVOYE, 2019)




MODERN LIVING : Villa Savoye (2019) from Gerard & Kelly on Vimeo.


Los artistas norteamericanos Gerard & Kelly logran el prodigio de “habitar” o de “estar” -sin estar perdidos- en dos “iconos” de la arquitectura moderna, la Villa Savoye, del arquitecto suizo apodado Le Corbusier, y la Casa de Vidrio, de Philip Johnson, célebres, entre otras razones, por ser hogares invivibles. 

El Carré d’ Art de Nîmes (Francia) les dedica una exposición antológica: : https://www.carreartmusee.com/en/exhibitions/gerard-kelly-186


Sobre estos intentos de vivir en pareja en casas donde la vida es imposible, por la reclusión (Casa Schindler en Los Angeles), o la exposición e indefensión (las villas citadas anteriormente o pisos de Le Corbusier), por parte de la pareja Gerard & Kelly, acostumbrados a vivir a la vista de los ojos de los demás en tanto que artistas que han hecho de su vida un tema y un modo de creación, un motivo de exposición que explora el conflicto entre intimidad e inserción en una colectividad anónima, véase, por ejemplo:



sábado, 4 de marzo de 2023



No sé si tiene sentido escoger la mejor película del mundo en un arte que solo tiene ciento veinte años, y cuyas listas cambian a medida que pasan los años.
Sin embargo,  Ciudadano Kane, de Orson Welles suele encabezar las listas o situarse entre las tres primeras. Hitchcock, Ozu, Ford, Fellini, Godard, Eisenstein, hoy Akerman, son directores o directoras bien clasificados.
Si bien Sed de mal de Welles debería ubicarse en lo alto de las listas, es Monsieur Verdoux, de Charlie Chaplin, en colaboración con Welles (quien sugirió el tema),  la película que debería, inmutablemente, ocupar el primer puesto. Demoledora. Aterradora.
Hoy, no sé si casualmente, si desde hace mucho tiempo, se encuentra gratuita y legalmente en internet.

viernes, 3 de marzo de 2023

¿Kaña o Kaspa?

 


Se acerca el tiempo de las elecciones. Los partidos afilan sus proclamas, sus programas. Quienes gobiernan enuncian sus logros.

Un partido gobernante destaca su atención a los jóvenes y su predisposición a escucharlos, tanto durante el mandato que concluye como en el que se avecina. Ha estado y está dispuesto a consultarlos. O, mejor dicho (o escrito), “konsultarlos”.

Como seguramente no cabe (con c) pensar en una grosera falta de ortografía, la misteriosa k posiblemente quiera, como se suele decir, acercar la institución a los “jóvenes”, recurriendo a su lenguaje (o su manera de escribir). Se supone que los jóvenes recurren a esta consonante que reduce, por ejemplo, el pronombre relativo a una sola letra, rápidamente escrita. Sin embargo, el uso de la k en vez de la c no conlleva una reducción del tiempo de escritura, sino que es “ideológica”. Evoca la modernidad combativa, y asocia a la juventud con esa visión de la historia.

Es decir, en este caso, el político trata de ponerse “a la altura” del joven, recurriendo a sus mismas armas -su mismo lenguaje o su misma escritura. Dejando de lado el patetismo de los adultos que se quieren hacer pasar por jóvenes, haciendo ver que son como ellos, utilizando sus mismos supuestos códigos, lo cierto es que la utilización de la consonante k para simular un lenguaje joven prostituye el lenguaje. Éste se rebaja zalameramente, para seducir, ganarse la confianza, insidiosamente, a los lectores, pero la prostitución del lenguaje prostituye aquella que es denominado: la consulta, en este caso, vilipendiada o ridiculizada. 

Por otra manera esta manera de dirigirse a los “jóvenes” expresa condescendencia cuanto no desprecio. Son carne de cañón  que se espera compren las proclamas, porque supuestamente parecen enunciadas por ellos mismos. El lenguaje se hace pasar por lo que no es, engaña y busca hacer caer en la trampa tendida para obtener un voto. Se supone que un joven no se sentirá molesto por la falta de ortografía ni por el falso acercamiento sino que percibirá al político como alguien cercano, que habla su misma lengua, y que no caerá en  el descrédito cuando no el desprecio que la operación conlleva. Hagamos ver que somos colegas, que estamos a su nivel -que, por el tono del mensaje, se intuye que se concibe como bajo, lo cual denota de nuevo la consideración que el joven merece- a cambio rastreramente de un voto. 


https://ojs.ehu.eus/index.php/Ariadna/article/download/17835/pdf