Una niña se aburre en la gran ciudad. Pero arquitecturas y espacios imaginativos, casi imaginarios por imposibles, en ocasiones compuestos por unas pocas líneas que se desenvuelven en el aire, ajenos a la estricta cuadrícula y las normas urbanas, le devuelven la capacidad de imaginar una vida menos regulada y previsible.
martes, 30 de enero de 2024
NANCY GUILBERT (1974) & PATRICIA BOLAÑOS (1985): ARCHITECTURES FANTASTIQUES (ARQUITECTURAS FANTÁSTICAS, 2023)
Una niña se aburre en la gran ciudad. Pero arquitecturas y espacios imaginativos, casi imaginarios por imposibles, en ocasiones compuestos por unas pocas líneas que se desenvuelven en el aire, ajenos a la estricta cuadrícula y las normas urbanas, le devuelven la capacidad de imaginar una vida menos regulada y previsible.
lunes, 29 de enero de 2024
La ciudad de los tiempos lejanos. Un imaginario proscrito
CARL ANDRE (1935-2024): PIRÁMIDES (PYRAMIDS, 1959)
También buscaba producir obras monumentales que no requirieran el esfuerzo de ayudantes para desplazarlas. André tenía que ser capaz, sin la ayuda de nadie, de levantar y desplazar solo la obra.
Halló la solución en un recinto arqueológico de la Edad del Bronce inglés: Stonehenge, definido por círculos de piedra hincados en el paisaje -círculos compuestos por menhires y por dólmenes-, que solo se pueden apreciar como un conjunto del que, sin embargo, se obtienen vistas siempre parciales y cambiantes; un conjunto sin principio ni final.
La arquitectura de los inicios le influyó. Pero la serie de obras primerizas más conocida, se titula pirámides: monolitos que no componen ningún paisaje, si no nos fijamos que dichos volúmenes piramidales están compuestos por una superposición de vigas de cedro, de igual tamaño, que se apilan y se desmontan a voluntad, produciendo formas piramidales distintas, o conjuntos de vigas sueltas apoyadas en el suelo, o entre sí, en los que tanto los elementos como los espacios e intersticios tienen igual valor, aunque pueden desplazarse a voluntad. La obra se hace y se deshace según el humor del artista. Por un lado, exalta la forma piramidal egipcia, y por otro muestra que, siendo sólida, se puede dispersar, como los sillares de un edificio en ruinas que componen un paisaje que es, al mismo tiempo, un edificio -o el recuerdo borroso, pero perdurable, del mismo.
domingo, 28 de enero de 2024
Retratos a lo divino (Semana Santa, Sevilla, 2024)
Salustiano García (1965): Cristo, 2024
sábado, 27 de enero de 2024
Karahantepe (Kurdistan, Turquía, 13 milenio ac), o la Ciudad de Los falos
Fotos: Tocho & David Mesa (cuarta empezando por el final) , Karahantepe, Turquía, enero de 2024
Nota: Citar el nombre del fotógrafo, el arquitecto David Mesa, si se reproduce su fotografía.
El resto de las imágenes es de uso libre
1997, atento a los dichos de unos agricultores, un arqueólogo descubre, a treinta quilómetros de Göbekli Tepe, en Anatolia, no lejos de la conflictiva frontera con Siria, en un paisaje ondulado punteado de suaves colinas, piedras talladas que parecen recordar las gigantescas estelas del yacimiento prehistórico de Göbekli Tepe.
Veintidós años más tarde empieza la excavación arqueológica. Los primeros resultados son decepcionantes.
La guerra declarada o latente entre el ejército turco y las milicias kurdas asentadas del otro lado de la frontera, que lleva al bombardeo del norte de Siria y, más lejos, de Iraq, dificulta o interrumpe la excavaciones en 2020.
Hace cuatro meses, en septiembre de 2023, sin embargo, el descubrimiento de la estatua antropomórfica paleolítica más grande del mundo -dos metros y medio de altura-, en piedra tallada, ha cambiado la imagen de lo que hoy se denomina Karahantepe.
El yacimiento podría ser más antiguo que Göbekli Tepe (datado del doce mil quinientos aC).
Hasta hoy se ha desenterrado una inmensa sala circular de treinta metros de diámetro, adosada a la ladera de la colina, con un asiento corrido apoyado contra el muro perimetral de piedra, reforzado por grandes losas de piedra verticales, que rodea dos estelas monumentales -hoy caídas y fragmentadas, enfrentadas, ubicadas en el centro. Una plataforma sobre la que destaca un asiento de piedra podría haber acogido a una figura principal (¿anciano? ¿jefe?: no queda claro que los modelos sociales del neolítico y, sobre todo, de la Edad de Bronce, puedan retrotraerse miméticamente al paleolítico.
La sala estaría descubierta.
A la izquierda de la sala, dos cisternas excavadas en la roca, alimentadas por un canal artificial: una, con un bosque de monolitos, tras el vaciado del espacio circundante, que se interpreta como conjunto de altos falos erectos, bajo la mirado de una cabeza antropomórfica tallada en piedra, y una segunda, muy profunda, cuyo borde superior se orna con dos grabados: un mamífero (¿lobo? ¿jabalí?), y una larga serpiente ondulante. Una pequeña “ventana” (¿?) pone en contacto la cisterna de los monolitos y la gran sala circular.
Un arqueólogo considera que estos tres espacios están conectados simbólicamente, y que las cisternas podrían se baños lustrales (¿?)
La gran estatua antropomórfica recién descubierta (depositada en el nuevo gran museo arqueológico de Sanliurfa -el más grande de Turquía-, cerrado, sin embargo, tras haber quedado devastado recientemente por una inundación catastrófica) en la sala central, representa a una figura enjuta, famélica, desnuda: se interpreta como la imagen de un difunto, que tiene la capacidad, sin embargo, de sostener a su falo erecto -una imagen habitual en las primeras representaciones de varones.
¿Un antepasado recordado cuya presencia protege el espacio central?
Faltan nueve mil años para los primeros escritos.
Las comparaciones se realizan con espacios y símbolos que tienes seis mil años menos.
Lo cierto es que Göbekli Tepe ya no aparece como un asentamiento singular, único, sino que todo el territorio del sureste de Anatolia está puntuado de numerosos asentamientos paleolíticos cercanos -escasos aún los que han podido excavarse-, cuya existencia complica o enriquece la lectura de las sociedades humanas paleolíticas, nómadas, previas a la agricultura y la ganadería, pero que bien podrían haber sido nómadas, con asentamientos -viviendas o salas comunales- ocupados temporalmente, dedicados quizá a la agricultura y/o la ganadería, o ya asentadas, siendo el nomadismo una manera de vivir aún anterior -o que quizá nunca se dio….
Queda finalmente la duda creciente acerca del origen mesopotámico, en el delta de los Ríos Tigris y Eufrates (en lo que hoy es el sur de Iraq, a miles de quilómetros al sur de Anatolia), de las ciudades y de los estamentos monárquicos, religiosos, legales, sociales asociados a aquéllas, necesarios para su bien funcionalmente.
La sedentarización y las primeras comunidades asentadas complejas podrían haberse originado en Anatolia y el el noreste de Siria. La cultura, entendida como un invento y una práctica humanos para relacionarse con el entorno y otras comunidades, que se pensaba había ascendido desde las marismas del sur de Mesopotamia hacia el norte, podría haberse desplazado, muy al contrario, del norte hacia el sur, o quizá no existió ningún primer y único foco cultural que se habría diseminado, sino que la organización social compleja y del territorio bien podría haberse originado en diversos lugares, con -o sin- relación con otros asentamientos.
Karahantepe complica muchouna historia sabida, y le devuelve el placer y la tensión de los enigmas que ponen en jaque el ingenio.