lunes, 15 de abril de 2024

SERGIO CECCOTTI (1935): ESTANCIAS INQUIETAS







































Una reciente exposición privada en París ha recordado que el pintor italiano Ceccotti vive todavía.

Discípulo de Kokoshka, sus cuadros miran más hacia Hooper, pero también a Magritte. 

Vistas de interiores atestados de objetos banales, temporalmente deshabitados o abandonados (este pastel barato, exagerado, casi caricaturesco, a medio comer) -o por los que pasan o se aproximan sombras-, en la penumbra rota por la irrupción de un nítido rectángulo de luz proyectado, proveniente de una estancia a plena luz, en el que se encaja una alargada sombra humana encasquetada .

Cuadros que parecen viñetas de películas de misterio, pero cuyo mayor misterio lo causa la profusión de objetos desaparejados. Son estancias en las que el amontonamiento trata de suplir su carácter mortecino, desangelado. 

Parecen más bien habitaciones de hotel o de pisos amueblados sin gusto o a disgusto de alquiler por días o semanas, en las que costaría verse viviendo en ellas.  Retratos de la banalidad moderna de los espacios despersonalizados, de los que solo emana tristeza pese a los violentos contrastes lumínicos. En ocasiones, el propio color que tiñe la escena la aproxima a una pecera (donde solo cabe dar vueltas). 


https://www.sergioceccotti.com/


http://www.jmoger.com/exhibitions/sergio-ceccotti

domingo, 14 de abril de 2024

MARK RYDEN (1963): ÁCIDAS CIUDADES DE AZÚCAR

















 

Mientras el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona se ahoga en lo políticamente correcto, el Museo del Diseño solo jura sobre lo virtual y lo digital como si hubiera hallado la piedra filosofal, y otros centros de arte dedicados a muestras de arte actual ahuyentan a los visitantes con textos ilegibles y exposiciones para iniciados, el Centro de Arte Contemporáneo de Santa Coloma de Gramanet se ha lanzado al vacío con una exposición , bien montada y explicada, de obras múltiples del artista e ilustrador californiano de libros, discos y carteles Mark Ryden. 

Como si se tratara de un Ferrándiz bañado en ácido, Ryden conjuga, sin discriminación alguna, a Mike Kelley, Paul McCarthy, Salvador Dalí, Lewis Carroll, Walt Disney, Walter Keane (célebre por sus espeluznantes dibujos de niños cabezones con ojos demasiado grandes), Hans Andersen, la iconografía del Mago de Oz, el  manga,, el rock gótico y las golosinas engatusadoras,  demasiado dulces para ser honestas, entre otras referencias, que plasma en portadas de discos, desde Michael Jackson hasta Guns N’ Roses, y en carteles, perversamente inocentes, entre Balthus y las estampitas de primera comunión , componiendo una exposición inesperada, estimulantemente y fuera de los senderos más habituales, formales y mentales, del arte contemporáneo.

Es característico el ballet contemporáneo ideado y decorado por Ryden, con el Ballet Americano de Nueva York, titulado Nata Montada (Whipped Cream), acerca de los sueños y pesadillas de un niño aficionado a las peladillas y los dulces demasiado dulces cuando éstos cobran vida en sus sueños.

Recordemos que los ogros y las brujas, como la que mora en la casita de azúcar, galleta de jengibre y mazapán en medio del bosque, atraen a los incautos Hansel y Gretel con caramelos que tiznan dedos y dientes, para entonces…

 Malintencionadamente pegajosa e irresistible.


https://www.markryden.com/

https://www.gramenet.cat/es/ayuntamiento/areas-municipales/centro-de-arte-contemporaneo-can-sistere/

https://www.diaridesantacoloma.com/santa-coloma/can-sistere-inaugura-mark-ryden-surrealisme-pop-lowbrow/



sábado, 13 de abril de 2024

El arquitecto y el maestro de obras

 Aunque los primeros estudios de arquitectura no basados en prácticas en un taller de construcción de origen medieval fueron creados por el rey Felipe II a instigación del arquitecto Juan de Herrera en  la universidad de Madrid (llamada Estudio de la Villa) a mediados del siglo XVI, fue el siglo XVIII cuando la arquitectura se definió como una profesión que aunaba la práctica del maestro de obras medieval con los saberes teóricos practicados en las Academias fundadas a partir de finales del siglo XVI precisamente para dar relevancia a la teoría y la idea frente a la manualidad y el saber hacer propios del artesano. La brecha entre el hacedor y el ideador se abría.

La consideración artística de las academias, la manera de enfocar y valorar la creación no era de utilidad en la construcción, pues la puesta en obra del proyecto requería saberes técnicos o artesanos sin los cuales la materialización de las ideas corría el riesgo de ser un peligro público.

La primera escuela de arquitectura en España se fundó en la segunda mitad del siglo XVIII dentro de la Academia de Bellas Artes de Madrid. Presentaba asignaturas comunes con las de los estudios de pintura y escultura, como lecciones de dibujo y copia del natural, así como de teoría y de historia, pero también asignaturas específicas, científicas y técnicas, desde matemáticas hasta química, que aportaban y aseguraban los conocimientos necesarios para la estabilidad de la puesta en obra.

A la vez, las lecciones teóricas permitían que el arquitecto se desmarcara del maestro de obras carente de visión histórica y abocado a repetir formas de proyectar y de construir, sin atender tampoco a cuestiones de gusto y de “decencia”, necesarias para edificar obras en consonancia con las funciones religiosas y representativas de los monumentos.

Son precisamente estas lecciones formativas académicas del arquitecto, desligadas del estudiante de bellas artes y del maestro de obras, las que están en el origen de las escuelas de arquitectura independientes de las academias y los talleres artesanos que se crearon a partir de mediados del siglo XIX, y hasta hoy, si bien el peso de las enseñanzas teóricas, importante, decisivo, en la definición del saber propio del arquitecto, se ha ido diluyendo con el paso de los años hasta quedar reducido a conocimientos residuales o inexistentes en referencia al pasado, tanto occidental como de otras culturas, en favor de asignaturas técnicas que, curiosamente, desdibujan los límites lentamente establecidos a finales del renacimiento entre el arquitecto y el maestro de obras. Así, la escuela de arquitectura de Barcelona, conocida en los años setenta y ochenta, por la importancia y el rigor de la formación intelectual que aportaba, pretende suprimir dichos conocimientos en beneficio de asignaturas proyectuales y técnicas, sin referencias a la historia y al pensamiento. De algún modo, la formación del arquitecto vuelve a la Edad Media, es decir niega la especificidades del hacer y del pensar del arquitecto.


NB: la palabra academia resulta de la conversión de un nombre propio en un nombre común. Akademia era el nombre de un lugar sagrado en la Atenas antigua dedicado a la diosa de las artes intelectivas pero también del saber hacer manual, la diosa Atenea, así como de los héroes míticos, los dióscuros (o hijos de dios, el dios padre Zeus), Castor y Polux, protectores del espacio doméstico, y del héroe, también mítico, Akademos, quien, gracias a su talante y tranquilidad de ánimo, logró salvar Atenas de ser arrasada por los Dioscuros que quisieron vengarse del rey Teseo que había violado a la hermana de Castor y Polux, Helena, siendo ésta niña, mucho antes que el príncipe troyano París la raptara, desencadenando la guerra de Troya.

En el espacio sagrado de la Academia Platón instaló su centro de estudios, llamado Academia, dedicado a reflexionar sobre la conformación de la ciudad ideal y de la estructura del alma concebida como un conjunto armónico de espacios adecuados para acoger distintos pensamientos con los que ordenar y componer el mundo.

 La Academia se convirtió en el modelo de todo centro de estudios, como los monasterios y las primeras universidades (llamadas Estudios Generales), en los que cualquier acción, nunca intempestiva ni a ciegas, tenia que estar precedida de una reflexión sobre los fines perseguidos y sus consecuencias, que podían  llevar a considerar que la acción no siempre era y es beneficiosa, sino ineficaz, innecesaria o contraproducente.

 Construir significa establecer las condiciones para la vida armoniosa de una comunidad que solventa sus diferencias a través de la reflexión y el diálogo y nunca toma la delantera sin una meditada reflexión sobre lo que persigue y sobre el alcance de sus actos (irreflexivos), de su obrar.







jueves, 11 de abril de 2024

Guante blanco

 Una propuesta finalista de un concurso para un próximo congreso mundial, que debía incluir, amén de actividades académicas, propuestas festivas y actos culturales, proponía la creación de un ópera de bolsillo por una gran compositora joven, dirigida por un conocido autor, actor y director de teatro, quien escogió el escenario perfecto para las representaciones: las piscinas de salto olímpico, construidas en 1992 en una ladera de montaña de Montjuic, con vistas a la ciudad de Barcelona. Un escenario un tanto olvidado  en el que nadie había pensado. 

La representación hubiera tenido lugar en y fuera de las piscinas. La diva se habría ubicado en la piscina.

El director habló casual e informalmente  con una célebre cantante pop. Ésta se hallaba en la ciudad buscando escenarios para el rodaje del videoclip de su nuevo sencillo.

El videoclip se publica. Se rodó en…. 




Convergencia



 Curiosos parecidos, entre una publicación norteamericana de finales del siglo XIX en favor de la vida campestre y en contra de la ciudad, y la Biblia de la arquitectura moderna publicada en los años veinte del siglo pasado.

Una publicación dio lugar al abandono de los centros urbanos y la gangrena del territorio con la creación de suburbios, y otra la destrucción de los centros urbanos y la instauración de periferias ilimitadas.

Dos joyas teóricas


Parecido señalado por Fernando Albaladejo, estudiante de último curso de la licenciatura de arquitectura en Barcelona

Agradecemos su ojo y su intuición 

Pureza

 Ea difícil, quizá improcedente, comentar unas afirmaciones sacadas de contexto o sin conocer dicho contexto. El comentario puede ser irrelevante o impertinente.

Ha sorprendido que un ministro de cultura haya defendido la existencia de arte colonial en España -un arte que debe ser estudiado como una muestra de dominio de una cultura sobre otra- poniendo como ejemplo el arte íbero, fruto del colonialismo practicado por pueblos del mediterráneo occidental, y de la imposición de modelos culturales romanos.

Dicha afirmación se sustenta en cuatro postulados: la equiparación de asentamientos griegos y cartagineses en la península ibérica, su equiparación con los asentamientos romanos,  su calificación de colonialismo comparándolos por tanto con, suponemos, el colonialismo occidental en África y Extremo Oriente en el siglo XIX y, finalmente, la creencia en la existencia de culturas puras y culturas impuras.

La colonización griega del Mediterráneo occidental y central, se originó entre los siglos octavo y cuarto aC. Grupos reducidos de colonos, venidos en barco, inicialmente de ciudades de la Grecia continental y, posteriormente de asentamientos griegos ya fundados, se instalaron en el sur de Italia, en Sicilia, y en la costa franco-hispana. Los colonizadores solían instalarse en islas antes de pasar a las costras continentales, deshabitadas, ya que las poblaciones nativas solían instalarse en altozanos, retirados del frente marítimo, considerado inseguro e insalubre. Dichos asentamientos ocupaban un espacio limitado y comprendían decenas o un centenar de habitantes. Emporio, la griega Ampurias, en el noreste de la península ibérica, es un buen ejemplo de colonia de segunda generación, fundada por colonos venidos de Marsella, un primera colonia creada por colonos venido de Grecia.

Este movimiento migratorio no tenía como función la conquista de tierras, el dominio de poblaciones nativas ni la explotación de recursos naturales y humanos. Los desplazamientos venían motivados por el hambre. Los estrechos valles griegos no lograban alimentar a las poblaciones urbanas, por lo que las ciudades griegas se vieron obligadas a expulsar grupos reducidos de jóvenes para que pudieran hallar territorios más fértiles donde sobrevivir. 

Las relaciones de los colonos con las poblaciones nativas no fueron hostiles. Cada grupo vivía en un territorio separado y los intercambios, llevados a cabo en santuarios ubicados en la periferia de las colonias, fueron benéficos para ambos grupos humanos. Las relaciones entre la capital layetana, Ullastret, y la colonia de Ampurias, es también un ejemplo de las relaciones entre griegos e iberos. 

Los asentamientos cartagineses, como la hipotética Barcelona antes de su refundación como colonia romana republicana, fueron escasos y de poca importancia. Tampoco fueron asentamientos habitacionales sino emporios (como una parte de los asentamientos griegos), puertos donde comerciar con las poblaciones nativas. En ningún caso, centros de poder desde los que dominar y explotar poblaciones ya existentes (una expresión más precisa que la de nativas)

Dichos desplazamientos de población no fueron distintos de los actuales y trágicos desplazamientos migratorios del norte de África, de centro África y del este de Europa hacia España. Calificar a los inmigrantes subsaharianos de colonizadores solo está al alcance de ciertos políticos de extrema derecha, independentistas o no.

Roma sí conquistó Europa, al igual que los Celtas. La conquista se llevó a cabo mediante la guerra y, como la conquista de Galia, por medio de la eliminación de las poblaciones galas. Mas, Roma no impuso ningún modelo cultural romano. Dicho modelo fue asumido por las poblaciones conquistadas. Las lenguas, las costumbres, las creencias locales pudieron seguir sin problemas, si bien fueron poco a poco abandonadas en favor de los modos de vida romanos, que, en ningún caso, excluyeron a nadie. Los romanos, en verdad, no invadieron ni ocuparon territorios -no tenían suficientes excedentes de población para llevar a cabo este dominio-, sino que las poblaciones existentes fueron adoptando poco a poco modos de vida y de organización del territorio romanos. Los núcleos poblacionales iberos, por ejemplo, siguieron, algunos se “romanizaron”, otros perduraron tal como estaban, con o sin construcciones romanas. No hubo destrucción de asentamientos, salvo cuando se produjeron enfrentamientos, durante la conquista, principalmente.

Estamos hablando de culturas íberas, griegas, romanas, dando por sentado que existen culturas propias, puras, “genuinas”. ¿Existen? Sin duda: en nuestra imaginación, en nuestras interpretaciones simplificadoras. Mas, no existen culturas nativas y culturas mestizas. Todas son mestizas. Roma es una mezcla de Etruria, Grecia, culturas itálicas…. En Grecia resuenan culturas del Levante, egipcias y neo-asirias. Egipto es una mescolanza de culturas africanas sureñas y norteñas y, más tarde, helenísticas, las cuales, a su vez, conjugan rasgos y creencias de la Grecia continental, con otras venidas del mundo siro-mesopotámico, y de centro Asia.. Los imperios del próximo oriente resultan del cruce, el intercambio, con diversas culturas “orientales”, egipcias, centroasiaticas, griegas, hindúes….

La cultura es el lugar donde la noción de pureza (que conlleva exclusión) se diluye en favor del encuentro, el intercambio, el trueque, la aceptación de ideas, formas y maneras ajenas; la cultura nace de la transmisión y la asunción. 

La noción de cultura nativa, autóctona, se basa en el rechazo, la violencia, que corta el paso al encuentro, a la apertura de miras. 

La cultura es una creación en común, fruto del diálogo, del intercambio, del juego. Considerar que la cultura íbera es fruto de la mezcla, cuando no lo es la griega o la romana, es un error. Tampoco existe un arte genuino y otro espurio. El arte Romano de Roma revela encuentros con culturas latinas; el que se dio en Emérita, por ejemplo, encuentros con poblaciones celtas. No existe un único modelo cultural romano, como tampoco de ninguna cultura. Las culturas íberas presentan variantes importantes, fruto de los encuentros y asunciones producidos.  

¿Un cuento de hadas, entonces? Las culturas politeístas han sólido ser tolerantes -aunque se dan violentas reacciones en contra del islam por parte del hinduismo-, frente al monoteísmo más excluyente -con la excepción del Zoroastrismo, nada dado, por otra parte, al autoritario proselitismo. Las culturas monoteístas han podido tener relaciones pacíficas -aunque tirantes y recelosas a menudo-, pero la exclusión ha sido la norma -si bien el misticismo cristiano del siglo XVI revela una fuerte impronta del misticismo islámico sufí…. Nada es blanco y negro, lo que simplificaría mucho las lecturas.


Estas afirmaciones sobre lo genuino y lo colonizado son un error que un ministro no debería cometer, aunque dicho error pueda haber sido causado por quienes le han educado. Son, desde luego, una muestra de mala educación. 


miércoles, 10 de abril de 2024

Debajo de las apariencias (Ignasi de Solà Morales, Fernando Ramos & Cristián Cirici: Reconstrucción del pabellón alemán de Mies van der Rohe para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, 1981-1986)


 

Foto: David Mesa (Personal Investigador pre-doctoral, Departamento de Teoría e Historia de la Arquitectura, UPC-ETSAB): sótano del pabellón, Barcelona, 2024

Debajo de las inmaculadas fachadas….