miércoles, 23 de junio de 2021

Palacios minoicos






Palacio de Zakros 












Palacio de Phaistos










Palacio o villa de Aghia Triada






 Palacio de Kommo


¿De qué hablamos cuando utilizamos la palabra palacio? ¿Qué  tipo de edificio nos viene en mente, qué imagen nos evoca? Un edificio de grandes dimensiones y lujosas estancias, “real” o “imperial”, un centro deportivo, unas salas de juicios?

La palabra palacio designa hoy tipologías arquitectónicas muy distintas que cubren funciones, públicas o privadas, políticas, deportivas, judiciales,  que nada tienen que ver entre sí. Referida a la sociedad minoica, entre los cuarto y segundo milenios, ¿qué designa exactamente?

Los palacios minoicos, encabezados por Cnossos, descubierto, restaurado, interpretado  por el arqueólogo Evans a principios del siglo XX -Cnossos es una creación de estilo Victoriano y modernista de Evans-, son obras arquitectónicas antiguas ejemplares, ineludibles en la historia de la arquitectura mundial.

Pero, ¿qué son, en verdad? Esta pregunta o duda no tiene una respuesta satisfactoria o única. Por su tamaño, por su patio central, por los bienes encontrados, por la presencia de asientos o bases interpretados como tronos, por la aparente o indudable diversa organización espacial y funcional (sin duda o posiblemente) -áreas residenciales, administrativas, comerciales, religiosas, o leídas como tales-, éstas extensas o monumentales estructuras han sido interpretadas como palacios, casi siempre exentos, aunque excavaciones posteriores han hallado estructuras urbanas alrededor de los llamados palacios.

La denominación es cómoda y de inmediato remite a Versalles o Aranjuez, por ejemplo : extensos centros de poder, profanos y sagrados, encabezados por monarcas -reyes  y reinas subordinadas-.

Estas lecturas están inevitablemente condicionadas por los modelos arquitectónicos y políticos posteriores: helenisticos, Romano-imperiales, bizantinos, y de reinos e imperios cristianos posteriores al Renacimiento, todos posteriores casi dos mil años a la sociedad minoica. 

¿Palacios? No es descartable. Pero podrían ser también santuarios, centros administrativos, centros asamblearios, almacenes, espacios públicos, acogiendo a estructuras políticas que podías ser monárquicas, pero también asamblearias, clásicas, teocráticas…La relativa modestia de las áreas residenciales o interpretadas como tales, desdibuja su interpretación como las partes nobles de un “palacio”. 

La sociedad o las sociedades minoicas eran letradas, mas los textos son indescifrables. No se sabe en qué lenguas están escritos. La escritura por ahora no brinda datos que permitan acotar las interpretaciones.

Por tanto, seguiremos utilizando la palabra palacio a la hora de referirnos a las grandes construcciones minoicas, sabiendo que esta palabra se aplica a edificios a imitación de la manera como desígnanos a los palacios barrocos europeos.


martes, 22 de junio de 2021

El joven Zeus (Museo Arqueológico de Siteia, Creta, Grecia)

















 La primera estatua naturalista de gran tamaño de un joven, semejante a un kouros clásico, data de mitad del segundo milenio, hacia el 1500 aC. Representa a una forma humana pero no es un ser humano sino la apariencia humana del dios Zeus, hallada en el palacio minoico de Zakros, hoy en el pequeño museo arqueológico de Siteia, de la que es la obra maestra, junto con sarcófagos pintados minoicos, grandes tinajas minoicas y una singular, desconocida representación en terracota, del siglo V aC, de la diosa Cibeles, que también rondaba por Creta.

La estatua de Zeus es de marfil (y láminas de oro) y fue intencionadamente destruida durante la crisis de mitad del segundo milenio que precedió la llegada de los micénicos y un cambio de visión del mundo y de las relaciones comerciales isles y culturales con el mediterráneo.

lunes, 21 de junio de 2021

Zeus y la cabra Amalthea: la cueva de Dikte (Creta)










 

Los dioses nacen y mueren. Nacen, no renacen, porque cada nacimiento no es un nuevo nacimiento, sino que es el primero. Abre los tiempos que concluyen, al cabo de un año con la muerte de la divinidad. La decadencia de los tiempos acaba con ellos, mas el ciclo de inicia nuevamente como si fuera la primera vez, porque nada distingue un nacer de un renacer.
Zeus, el padre de los dioses olímpicos, nació, se crio y falleció en Creta que se honra de poseen aún la cuna y la timba del dios.
De niño, por indicación de su madre, la diosa Rhea, Zeus fue amamantado, -a escondidas de su padre Crono que temía que se cumpliera el oráculo y su hijo se enfrentara a Él, como así sucedió- por la cabra Amalthea en la cueva de Dikte en lo alto de una montaña en el centro de la isla. En ella, los estalactitas aún gotean el líquido que nutrió a la divinidad, y allí los cretenses acudían a honrar el lugar y el dios ascendiendo duramente por la pendiente antes de descender por un vertiginoso y húmedo pozo, como aún hoy hacemos.
En agradecimiento, Zeus elevó a Amalthea al cielo y desde allí vela sobre una parte de nosotros bajo la forma de la constatación de Capricornio.