sábado, 30 de mayo de 2009

Hello, Holystone


"New York, May 28, 2009 -- A Passion for Design will, for the first time, share Barbra Streisand's exquisite taste and style in a beautiful book format. She is already an icon known and appreciated by millions for her acting, singing and directorial accomplishments. Now, at last, readers will get a view of her fabulous collections and her amazing sense of design.Viking is pleased to announce that A Passion for Design by Barbra Streisand has been acquired by Clare Ferraro, President of Viking. Robert Barnett of Williams & Connolly negotiated the acquisition for world rights and first serial. Viking will publish in the fall of 2010. A Passion for Design will be edited by Rick Kot, executive editor at Viking. The book will focus on the architecture and building of her newest home, the dream house and refuge Ms. Streisand says she has longed for since the days when she shared a small Brooklyn apartment with her mother, brother and grandparents. A Passion for Design will be the culmination and reflection of Barbra's love of American architecture from 1790-1904. It will contain many of her own photographs of rooms she has decorated, furniture and art she has collected, and flowers and vegetables she grows in her glorious gardens. In addition to this extraordinary glimpse into her homes, Ms. Streisand will share memories of her childhood, the development of her taste and inspirations, and what collecting and style mean to her. A Passion for Design (working title) will also chronicle her previous residences, from her New York apartment to her Los Angeles townhouse and her homes along the California coast.Barbra Streisand commented, "I have always searched for beauty. Designing and building for me is about the creative process and transformation. One of the reasons I haven't made a movie since 2004 is because this last house was a five year, full-time job. Now that it's done, I'm thrilled to share it." Viking President Clare Ferraro added, "When we saw what Barbra's vision had produced, my jaw dropped. It's another eye-opening aspect of her talents."Barbra Streisand is a distinguished actress, singer, director, writer, composer, producer, collector, activist and philanthropist. Ms. Streisand is the only artist ever to receive Oscar, Tony, Emmy, Grammy, Golden Globe, Cable Ace, and Peabody awards, as well as the American Film Institute's Lifetime Achievement honor. She is the recipient of an Honorary Doctorate in Arts and Humanities from Brandeis University. She has also received the National Medal of Arts from President Bill Clinton. More recently, French President Nikolas Sarkozy presented her with France's Legion Of Honour. In December 2008 she became the first female film director to receive the prestigious Kennedy Center Honor.
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El mundo editorial está salvado. Sobre todo el dedicado a la arquitectura.
Por fin el libro que la arquitectura contemporánea se merece.
Ilustración: Hogar de Barbra Streisand, que revela su sensibilidad arquitectónica.
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"Grafitti" en un muro de Berlín


Las caras que emanan de los muros pueden ser más vivas que las nuestras, los viandantes

viernes, 29 de mayo de 2009

Terra mítica


Las condiciones de paso eran grotescas; cuando no eran mortales. Impávidos policías pasaban espejos por debajo de los coches, y requisionaban periódicos y guías de viaje demasiado gruesas (las confundían con una Biblia), mientras introducían la acerada punta del fusil por la ventanilla. Obligaban a cambiar grandes cantidades de dinero, incluso para estancias de unas pocas horas -los permisos de entrada solo eran para un día, además-, que no se podían gastar, salvo hincharse sorbiendo litros de sopa de remolacha en el único restaurante existente, puesto que no había nada de comprar.

CheckPoint Charlie era uno de los lugares más siniestros de Europa. Daba acceso a Berlín del Este en coche. Era el único punto de entrada. La calle estaba cortada por alambradas y altos muros perpendiculares de hormigón que obligaban a circular zigzagueando y muy lentamente. Desde una torreta de vigía, un soldado apuntada con una metralleta.

CheckPoint Charlie existe todavía. Excelentes reproducciones a gran escala de fotos en blanco y negro y textos, pegados a un largo muro que delimita un descampado, narran los momentos más feroces, más atractivos, pues, de la división de Berlín. En una puesto oficial, en una esquina, se vende toda clase de reproducciones de objetos que evocan esos años. En el centro de la calzada se alza una reproducción de la caseta de vigilancia protegida por sacos llenos de arena. Una alicaída bandera norteamericana la corona. A un lado, bien colocado, un panel reluciente reproduce el que anunciaba que se estaba accediendo a un sector distinto del Berlín dividido y ocupado. Un actor joven, disfrazado de policía, empuña un arma falsa, y pide un euro a los automobilistas y los transeuntes por dejarse fotografíar. Los gladiadores con armaduras de purpurina y tiesos penachos de escoba en la testa del Coliseo de Roma parecen mas "auténticos". En la derecha, un segundo figurante promete, previo pago, auténticos sellos sobre cualquier superficie que se le tienda. Vendedores callejeros, convenientemente malcarados, ofrecen reproducciones de gorros rusos en piel sintética, cascos alemanes de plástico negro, y matrioscas hechas a máquina en China. Una reproducción en aglomerado de madera, más o menos fiel, de un fragmento del muro de Berlín, atrae las miradas. Una fecha, 2009, escrita quizá por error, desvela la ilusión. Nadie parece darse cuenta. Pasa un bus turístico. Pasan dos. Desde la plataforma superior, visitantes en camiseta asestean con sus máquinas fotográficas. Un gran número de visitantes se concentra por las aceras. Starbucks, Mac Donalds y Pizza Hut compiten por estar justo a la altura de la caseta central.
La historia no se repite. Se reproduce fidedignamente moldeada en plástico.
Ideas para El Born, o el Fossar de les Moreras, en Barcelona. Lo que ganaríamos.

jueves, 28 de mayo de 2009

Shanghai Surprise (Cuento chino -o una historia co-china-)


Ayer jueves, la prensa hizo públicos los nombres de los (nuevos) responsables del contenido del Pabellón de España en la Exposición Universal de Shanghai en 2010, así como algunos datos sobre dicho contenido. Los periodistas anotaron que mientras el nombre de la arquitecta del Pabellón (Benedetta Tagliabue, ganadora de un concurso), y el proyecto, eran conocidos, nada se sabía acerca de la que aquél contendría. Añadían que, tras la presentación de los creadores y los temas del contenido, se seguía sin saber gran cosa.

Habiendo trabajado varios meses en guiones previos de dicho Pabellón, quizá se pueda añadir algo.


La Exposición Universal de Shanghai de 2010 está dedicada a la ciudad moderna. El lema es: Enjoy your City, Enjoy your Life. Coca-colero, sin duda.

El gobierno español aceptó participar y asumió dicho lema. Lanzó un concurso entre grandes empresas organizadora de "eventos" (exposiciones, pabellones temáticos, museos, etc.) para escoger la que se encargaría del desarrollo y presentación de la exposición permanente.

Las bases detallaban que se deberían tratar varios apartados: Atapuerca, los Sanfermines, los modistos y la ciudad, los diseñadores y la ciudad, y la lengua española como punto de encuentro de distintas hablas (sudamericanas). El que mediaran un millón de años entre Atapuerca y las primeras ciudades "españolas" (romanas) no debía ser un problema.

La Sociedad Española de Exposiciones Internacionales (SEEI) ponía a disposición de los candidatos asesores, entre los que destacaban María Corral en artes plásticas, David Delfín en moda, y Luis Fernández Galiano en arquitectura y urbanismo.

El proyecto debía incluir un "hito" espectacular. La espectacularidad iba a ser un criterio básico para juzgar las propuestas.

Rumores apuntaban a que El Pabellón incluiría, en salas anexas, también dos pequeñas exposiciones monográficas, de arte y arquitectura españolas, ya encargadas a María Corral y a Fernández Galiano.

Se presentaron cinco grandes empresas. El concurso se falló hacia mayo de 2009. Quedaron tres finalistas. La discusión se centró en dos. Tenían un planteamiento muy distinto. Ganó Empty.

Empty, de Madrid, estaba concluyendo el Pabellón de España en la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008. Había formado un equipo que incluía personas ajenas a la empresa coordinadas por la historiadora Adela García-Herrera: arquitectos (el estudio Bopbaa, responsables del montaje de la exposición, Juan Roig, asesor y luego co-comisario durante un tiempo, José Antonio Acebillo, asesor, yo mismo) un diseñador gráfico (Isidro Ferrer), un sociólogo (José Miguel Iribas, conocido por su defensa del "modelo Benidorm" como espacio urbano dedicado al turismo de masas), una musicóloga (Carmen Pardo), un músico y compositor (Francesco Tristano Schlimé), un poeta (David Leo García), etc. Contaba también con una red de colaboradores ocasionales como Juli Capella (arquitecto y diseñador), Luis Fernández Galiano (historiador de la arquitectura), Guillermo Solana (historiador del arte), etc., a quienes, en su momento, se les encargarían informes sobre el estado de las artes contemporáneas españolas. Empty escogió al fotógrafo y video-artista Daniel Canogar para el proyecto del "hito".

Se empezó a desarrollar el proyecto museográfico y museológico en julio de 2008, después de que Empty firmara el contrato con la SEEI. Hasta diciembre, se llevaron a cabo cuatro o cinco proyectos distintos. Las razones eran varias: lógicas discusiones internas que conllevaban modificaciones y mejoras del guión y el montaje; cambios de criterio por parte de la SEEI (la cual suministró un nuevo temario, centrado en las ciudades del pasado, el presente y el futuro, que es el que se sigue actualmente): ora se tenía que destacar la ciudad actual tan solo, ora se debían incluir referencias históricas, ya sea anteriores a la Guerra Civil, ya sea decimonónicas; la figura del toro, pese a los Sanfermines, debía potenciarse, u obviarse, pues era "políticamente incorrecta", etc.-; por fin, sucesivos cambios en el proyecto arquitectónico del Pabellón, por exigencias de la SEEI, lo que obligaba a que el montaje y el guión tuvieran que adaptarse cada vez a las nuevas versiones del proyecto del edificio.

Estos cambios venían dictados por la SEEI. Sus responsables apreciaban la belleza del Pabellón, y el simbolismo del material y de la técnica empleada para el recubrimiento (mimbre trenzado), pero consideraban que su plan era inadecuado para la función prevista, que el Pabellón no servía. Se dudaba, además, que pudiera llevarse a cabo. Durante unos días, incluso, se habló de retirar la dirección de las obras a Benedetta Tagliabue. No sé si esta medida se llevó temporalmente a cabo. En diciembre, con el proyecto ejecutivo entregado, a punto de iniciase las obras, la SEEI requirió nuevos cambios sustanciales, estructurales: eliminación de una planta, colocación de vestuarios en el espacio de entrada, transformación de dicho espacio en un anfiteatro, reorganización de la circulación, etc. El presupuesto, sin embargo, seguía siendo el mismo. El proyecto debía, posiblemente, rehacerse.

El guión y el montaje de la exposición buscaban un discurso y una presentación claros. También se pretendía que las sin duda inevitables esperas de los visitantes, en fila india, fueran lo más llevaderas posible. Esto condicionaba la circulación interior y la disposición de los elementos. Vanas tentativas. La respuesta era la misma: "¿A quién le importan los chinos?"; están acostumbrados a vivir bajo temperaturas extremas, y a formar. Por otra parte, la exposición tenía que gustar ante todo a los políticos de Madrid, a los de las autonomías y a los periodistas que los acomparían a Shanghai, no a los chinos. Finalmente, se recalcaba que la función de la exposición era promocionar a España y facilitar los negocios. Un exceso de cultura era, lógicamente, inútil o contraproducente.

Se pedía, finalmente, que la exposición pudiera ser recorrida por una docena de miles de visitantes diarios durante veinte minutos, sin poder detenerse. Una larga fila entraría y saldría sin cesar.

El guión que ganó el concurso pretendía mostrar la vitalidad de la calle española, de día y de noche. Pronto se desestimó incluir objetos reales, y se escogió tratar el tema a partir de filmaciones, proyectadas en pantallas gigantes colgadas a lo largo el recorrido. Tras haber desestimado a video-artistas, publicistas y animadores, se decidió que las filmaciones se podrían encargar a conocidos cineastas españoles, entre los cuáles, Bigas Luna, con quien se contactó después del verano 2009. Hoy es uno de los comisarios de la muestra.

De pronto, un contratiempo inexplicable: tres años antes que la convocatoria del concurso, la SEEI ya había contratado a María y a Lorena Corral para dirigir el contenido del pabellón español: una exposición de arte contemporáneo. Algunos artistas, como José Manuel Ballester o Daniel Canogar, hacía tiempo que habían sido seleccionados.

La SEEI propuso que nuevos y previos responsables, Empty y María Corral, se pusieran de acuerdo. Pero los proyectos nada tenían que ver. El encaje era difícil. Por otra parte, la distribución del Pabellón y el ritmo apresurado de la visita se prestaban poco a una meditada exposición de arte.

Ante el cariz que el proyecto tomaba, algún miembro dimitió durante el verano de 2008.

En diciembre de 2008, la SEEI ordenó que se revisara el guión. Tenía que explicarse en un "story board" de un solo folio. Debía ser comprensible para un niño de tres años. Walt Disney iba a ser el modelo. Exigió también que el guionista fuera despedido. Era demasiado "intelectual", y el proyecto, complicado.

El equipo (guionistas, asesores, informadores) se desmanteló. Trabajos, informes encomendados, fueron cancelados.

Semanas más tarde, fueron los arquitectos del montaje (Bopbaa) los que se hallaron en la cuerda floja. Eran prescindibles. Ya no se quería tratar con arquitectos. Éstos, por su parte, supieron que hacía meses que la SEEI había encargado a otro equipo -unas arquitectas, amigas de la dirección de la SEEI-, un nuevo proyecto de montaje.

Este encargo se anuló. No se sabe porqué. La SEEI se echó quizá para atrás; ¿temor a una posible acusación de nepotismo? ¿a que se evocase la situación política de la Comunidad de Madrid? ¿a indemninaciones importantes?

El papel de Bopbaa, sin embargo, ha quedado muy reducido.

Hace un mes, María y Lorena Corral renunciaron al proyecto.

Lo siguiente ya es conocido: tres cineastas (Bigas Luna, Isabel Coixet, Martín Patiño) han recibido el encargo del contenido del Pabellón.

Algunas personas ya han comparado las propuestas inicial (ganadora) y final, y han emitido privadamente alguna opinión sobre el proyecto que se está elaborando actualmente.














martes, 26 de mayo de 2009

Ciudad

(...)
"geometrías de la razón
amurallada
las ciudades son cuadradas
los paraísos circulares
en el centro
del mundo Heliópolis y Salem
ciudad del sol y de la paz
peregrino entre dos ciudades
la de la Memoria y la del Deseo
la de la Geometría y la de la Compasión
ciudades matronas coronadas murallas
las siete puertas del cielo
las siete puertas de Jerusalém
las siete puertas del cuerpo
las siete
ciudades del ser para la muerte
la madre
la profecía la huida los infiernos
la ciudad de arena de los sueños
la del deseo
podría llamarse Historia de ser cierta
suma materiales y construye el tiempo

pero sólo serás libre al llegar a Memoria
la ciudad donde habita tu único destino
el frío aguarda más allá de las patrias
más allá de los nombres conocidos
los gestos
sin sorpresa ni imaginación se ocultan
cuando descansas o estás muerto
de sinceridad ante el descubrimiento
de ir de fraude en fraude de muerte
en muerte

¿la arquitectura transformará las agonías?
ningún laberinto altera el resultado
pero es cierto que más placer se encuentra
en los juegos largos que no aburren
en la perpetua
improvisación de no saber qué hacer"

(Manuel Vázquez Montalbán: "El dos" (fragmento), Ciudad, en: Poesía completa 1963-2003. Memoria y deseo, Península, Barcelona, 2008, ps. 400-401)

lunes, 25 de mayo de 2009

Castillo encantado



Las armerías me aburren tanto como los museos de ciencia o los de arte contemporáneo. Vislumbrar la sucesión de salas llenas de armaduras, espadas y crespones, a veces con maniquíes emplumados, dar media vuelta y salir corriendo, son todo uno.

Que cierren el Museo Militar de Montjuich en Barcelona no me produce, pues, ningún desgarro. Pero, ¿por qué se cierra?

Si he visitado, creo, una sola vez, el museo militar, no he ido nunca al de perfumes, el calzado o las carrozas funerarias (que de todo hay en Barcelona), y no por eso creo que tengan que ser cerrados.

Es cierto que el ayuntamiento tiene una política de ir clausurando museos. Tras los de las artes decorativas, textil o Clará, le ha llegado el turno al militar. Los argumentos, empero, no son los mismos. Y son turbadores.

Una de las explicaciones aduce que la colección tiene escaso valor. Sin duda es cierto. Con este argumento se deberían cerrar la mayoría de los museos de Barcelona, el MNAC o el MACBA, por citar dos ejemplos. La mediocridad de muchas de las piezas es a veces flagrante. Pero siguen abiertos. Por otra parte, comprar obras puede ayudar a mejorar las colecciones. Es lo que se ha hecho, por ejemplo, con el MNAC, recientemente. Creo que se ha enriquecido con alguna figurita.

Se destaca también, como un mantra, que el museo lo inauguró Franco. La pena es que el Museo Picasso también. O su representante Porcioles, tan condecorado por el ayuntamiento.

No, las autoridades sostienen que el museo militar no es compatible con la nuevo función del castillo de Monjuich y con el recién creado Centro Internacional por la Paz, cuya invención huele a justificación apresurada, salida de la chistera, para compensar por la pérdida del museo. Recuerda la creación del Forum, tras el patinazo que supuso el anuncio imprudente de una Exposición Universal.

Turba la visión angelical de la paz. Si se tuvieran que cerrar todas las instituciones y las obras que evocan la guerra y la violencia, se debería empezar por tapiar el ayuntamiento y la Generalidad que autorizaron (o ¿promovieron?) los pogromos contra los judíos (los primeros de la historia moderna en Europa, por cierto) en el siglo XIII, creo. Cerrar los templos cristianos, luego, símbolo de la imposición de una religión y una visión del mundo particularmente cruel. ¡Pero si Barcelona "disfruta" de un "templo expiatorio"!

Los museos de arte y arqueología no deberían escapar a este afán purificador: las vitrinas polvorientas están llenas de sílex tallados, de puntas de flecha (que no servían para apuntar al cielo, precisamente), arcos, hachas, cuchillos, lanzas, proyectiles; de cruces, como en una sala agotadora del museo Marés, que, recordemos, no es un símbolo de paz, sino un instrumento de tortura particularmente refinado. Y ¿qué decir de los retablos medievales, la pintura religiosa cristiana, en las que no puede sino percibirse un cierto regusto morboso, un placer en la mutilación, el espellejamiento, el descuartizamiento, en los peores suplicios y humillaciones que el hombre ha podido inventar? ¿Prohibiremos la representación de esas escenas? ¿las tragedias griegas? ¿el deporte, la acción más violenta y humillante que cabe imaginar?
Las colecciones de soldaditos de plomo, tan bien formados, del museo militar, son como belenes o casitas de muñecas ante el descarnado, impúdico muestrario de horrores de la pintura cristiana, y católica en particular.

El propio nombre de Montjuich evoca la violencia cristiana contra los judíos. Espero que las autoridades no decidan cambiar el nombre del peñasco. Como si las palabras tuvieran la capacidad de torcer, de enderezar los hechos, o de disimular los que no nos gustan.

Por otra parte, una parte de la mansiones decimonónicas y de principios del siglo XX, hoy consideradas como obras maestras de la arquitectura y promovidas como objetivos turísticos, se construyeron con las fortunas que amasaron los grandes empresarios y comerciantes, negreros casi todos. ¿Cómo se hubiera podido edificar La Pedrera si no es con el trabajo de los esclavos? Después de todo, Barcelona debe ser una de las pocas ciudades con una plaza y un monumento a un esclavista notorio, Antonio López. Que yo sepa, no se ha encargado a ningún arquitecto moderno que acabe con este umbrío enclave.

Lo que más sorprende, sin embargo, es el desconocimiento de lo que la civilización implica, es decir de la que constituye, que funda y define el género humano. Civilizar implica el establecimiento de límites y de normas. Se trazan fronteras, se ordena el espacio, se edictan leyes. Ordenar (poner orden, pero también mandar) conlleva ejercer la violencia, someter la naturaleza y los entes vivientes. Una edicto es un mando. De obligado cumplimiento. Lo que implica la definición de castigos si la orden se transgrede. Educar, formar, edificar, son acciones que requieren el ceñimiento, por tanto un acto impositivo, sobre lo que debe ser extraído de su condición bruta, salvaje, que debe, lo quiera o no, abandonar. El humano se hizo humano cuando tomó el control del mundo. Y cuando fundó el sacrificio (necesariamente violento) para santificar su dominio, y obtener el beneplácito, o el perdón, de los dioses. En el paraíso, no se distinguía de los animales. El conocimiento le estaba vetado. Obtenerlo implicó una transgresión. Y un castigo. Que aún hoy se paga. Con sudor y lágrimas. Y solo la divinidad pudo controlar con la palabra (coercitiva, también). El resto de los vivientes tuvieron que recurrir a la fuerza, física. Al imperio de la ley. Los animales no tienen armas. Por eso se devoran entre ellos.
¡Acaso los republicanos han olvidado cómo se ha impuesto dicho sistema político? En el imperio ateniense, saqueando los pequeños estados vecinos, y gracias a los esclavos; en Francia, en el siglo XVIII, por medio de la guillotina y el terror. ¿Cómo, sino?
¿Gracias al diálogo? Pero el dia-logos es la palabra compartida, partida (dia) en dos; fragmentada. El diálogo es una justa, una contienda verbal donde se acaba imponiendo un punto de vista, rindiendo uno de los contendientes. Un diálogo sin vencedor es palabra muerta. Para Sócrates la conversación se acababa cuando el otro se sometía, aceptando el punto de vista del filósofo.

La orden de cierre del museo porque éste no entra en la visión de las autoridades, ¿no es un acto violento? Se ordena cerrar, en contra de la opinión, del deseo de otras, muchas o pocas, personas. Y la orden se lleva a cabo.

La visión beatífica de la paz que obvia la realidad de la guerra, de la violencia, no solo es simplista, sino que denota ignorancia, error. Y máxima hipocresía. Barcelona se hizo, como cualquier ciudad, con violencia. Y no solo hoy que goza de una de las policias más violentas de Europa. Se creó, se impuso y se defendió con las armas. Y obviar la existencia y el uso de las armas, es olvidar que ése debe ser regulado. No querer ver las armas implica creer que el ser humano es angelical. Y ya sabemos lo qué ocurre cuando los hombres se creen unos seres superiores.

domingo, 24 de mayo de 2009

Claridad conceptual



Y así sale la arquitectura contemporánea