Collage, 1937. Colección Giselda Batlle, Buenos Aires
Collage, 1939. Colección Giselda Batlle, Buenos Aires
Collage, 1937. Colección Giselda Batlle, Buenos Aires
Enero de 2007. Visita al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA): el primer museo de arte moderno argentino; un museo privado, que contiene la colección Constantini, en un edificio de nueva planta, con una organización y una estructura similar al de un museo norteamericano: el restaurante, en el jardín, es una parte esencial de la institución.
Sala de pintura. Entre "los" Frida Khalo, Diego Rivera, Roberto Matta y Torres García, reconocibles de lejos, dos insólitas y fascinantes pinturas, entre Torres García y Klee. Me acerco a la cartela. Son un artista desconocido para mí: Juan Batlle Planas, nacido en ¡Torroella de Montgrí!
Paso a la pequeña sala de dibujos. Una excelente colección: Torres García, Barradas, Lam, Orozco. Muy bien expuesta. En una esquina, unos pequeños collages, parecidos a los Max Ernst. Destacan por encima del resto de las obras. La cartela dice de nuevo: Juan Batlle Planas.
¿Quién es este artista catalán del que nunca he oído hablar? Me prometo, de regreso a Barcelona, investigar en la biblioteca del MNAC .
En la librería del museo encuentro una sola publicación: un pequeño catálogo de la primera antológica jamás realizada, en Buenos Aires, clausurada... el día anterior.
Juan Batlle Planas emigró a Argentina a los tres años. Su padre, al llegar, abandonó a la familia volvió a España. Batlle Planas no regresó a Europa. Su carrera es corta. Empezó, con unos veinte años, hacia 1934, y dura unos veinticinco años. Sus mejores obras fueron realizadas en la segunda mitad de los años treinta. Luego, el interés decae -pese (¿a causa de?) grandes encargos públicos y el reconocimiento popular-. Tras su muerte, problemas legales lo relegan al olvido. Solo resurge con las compras de algunas de las mejores obras que Constantini, muy bien asesorado, realiza para su colección, convertida años más tarde en museo.
Está considerado uno de los diez mejores artistas sudamericanos del siglo XX. Y el "padre" del surrealismo argentino (lector de Jung más que de Freud).
Pero ninguna colección pública española posee obra suya.
Óleos de pequeñas dimensiones, en los que mezcla recortes y pintura, logrando que objetos fuera de contexto floten en ninguna parte; guaches que mezclan estructuras geométricas y formas inspiradas en artes precolombinas; "collages" entre macabros y de un humor corrosivo; y libros de poemas ilustrados. Un bestiario medieval y una sátira de las máquinas que son las pequeñas miserias de cada día (y nuestras vanas ilusiones).
Todas las obras, casi todas sobre papel, caben en la palma de la mano.
No bien llegué a Barcelona, llamé a la Fundación Caja de Cataluña. ¿A quién, sino? Tras la sorpresa, meses más tarde, la exposición de pequeño formato (unas setenta obras) se programaba.
En septiembre de 2008, Álex Susana, director de la obra cultural de La Pedrera, y yo partimos a Buenos Aires. Giselda y Silvia Batlle Planas nos mostraron todas las piezas que guardaban en armarios, altillos, cajas y carpetas: una sorpresa contínua; nos introdujeron en las colecciones porteñas, algunas dispuestas en almacenes en varias plantas (en las que solo hace falta pronunciar el nombre de casi cualquier artista del siglo XX -¿Monet? ¿Dalí? ¿Miró?- para que de inmediato se despliegue una sorprendente selección de piezas), que guardan algunas de las mejores obras de Batlle Planas; llegamos hasta La Plata, cuya Universidad almacena cuadros sin la cuales una exposición no podría organizarse; pudimos visitar las reservas del MALBA, y ver algunas obras nunca expuestas.
De vuelta a Barcelona, se fijaron las fechas de la exposición. Se inauguraría en junio de 2010. Se pensó en un catálogo (algo excepcional con las exposiciones pequeñas de La Pedrera). En un documental. Se proyectó incluso una primera propuesta de montaje (de Albert Imperial).
Enero de 2009. La Caja de Cataluña se hunde. ¿Desaparece? En la Escuela de Arquitectura se dice que La Pedrera podría estar en venta. Se anulan una de cada tres grandes exposiciones. Y todas las pequeñas.
Se intenta mantener la muestra (antes que anularla de golpe). Aplazándola un año, hasta 2011: el centenario del nacimiento de Batlle Planas.
No se sabe qué ocurrirá.
Batlle Planas podría volver a caer en el olvido (en España).
Gracias a Álex Susana (por el entusiasmo), a Giselda y Silvia Batlle (y a su familia), y a los coleccionistas argentinos que abrieron las puertas de sus casas por creer -por seguir creyendo o por haber creído- en un desconocido (para nosotros) pintor que "fue -o que vió- más lejos" que la mayoría de los pintores de la vanguardia de los años 30 y 40 españoles. ¿Quien realizó unos "collages" semejantes en España?