domingo, 1 de septiembre de 2013

ROBERT GOBER (1954): CASAS DE MUÑECAS (Años setenta)











Las seis últimas fotos  de la Dollhouse 4 (1978, wood, paint, Plexiglas, corrugated cardboard, stones, cement, glue, Formica): Tocho, Venecia, agosto 2013

La Bienal de Venecia de 2013 está dedicada a artistas de los siglos XIX, XX y XXI que han tratado de realizar una obra que ofreciera una visión enciclopédica del mundo; que reflejaran o acogieran el mundo, todos los saberes o las imágenes del mundo. la mayoría de las obras forman parte de series extensas de dibujos en los que el artista ha tratado, como en las ilustraciones de una enciclopedia de reflejar exhaustivamente una parte, al menos, del mundo, visible o invisible.

Destaca una casa de muñecas del escultor norteamericano Robert Gober.
Empezó como carpintero. Construyó manual y detallísticamente una serie de casas de muñecas a finales de los años setenta.
Se dio entonces a conocer con una serie de lavabos, similares a los que existían en la primera mitad del siglo XX, realizados enteramente a mano que evocaban imágenes de limpieza o pureza, propias de un mundo transfigurado por la higiene -una higiene ya profana-, decisiva en el caso de enfermedades contagiosas, reales o temidas.

Según el comisario de la Bienal, Gober estuvo influido por la lectura del texto de Gaston Bachelard, La poética del espacio.
La casa es lo primero que un ser ve, y la última imagen del mundo que percibe antes de fallecer -al menos antes de que naciéramos y muramos en un hospital.
La casa es un mundo. atesora recuerdos. Protege del mundo exterior; pero también nos permite comunicarnos con él.  La casa nos revela; dice cómo somos, qué pensamos, cómo nos situamos en el mundo.
La casa marca los ritos de paso; la vida está así marcada por la casa. Abandonar el hogar, fundar uno nuevo, y regresar son acciones que regulan la vida. Amores y odios, temores y deseos se centran en una casa. Quien no deja la casa paterna (o materna) y se abre al mundo no existe verdaderamente para éste.
Quienes pierden la casa lo pierden todo. Ya no son nada o nadie. Sin dirección (postal, y de cualquier tipo) vamos dando tumbos. Somos ilocalizables. Nadie puede contactarnos. Quedamos a la intemperie.
Pero una casa puede ser una cárcel también. Refugio y encierro.

Éste podría ser el mundo que Gober evoca en esta corta serie de casas de muñecas. No son maquetas, sino casas verdaderas, en las que el niño (y el adulto) se proyectan, como si se vieran o soñaran vivir en ellas.

martes, 27 de agosto de 2013

Cerrado por vacaciones

Tocho8 echa la persiana hasta la semana que viene

Historia e historias (o mitos y crónicas)

“Lo real debe ser convertido en ficción para ser pensado (…) Escribir la Historia y escribir historias pertenecen a un mismo régimen de verdad” (Jacques Rancière)

El mito da la razón a los hechos; les descubre, o les proporciona una razón. El mito escoge y ordena los hechos históricos según la lógica de la ficción, liberando o postulando un sentido, transformando así el relato histórico, necesariamente sin argumento, finalidad o hilazón, en una narración lógica (un mito, una fábula) que puede ser, así, juzgada o apreciada. El espacio en el que viven los humanos y  se desenvuelven las acciones de éstos, las hombres y los hechos, aislados, sin relación los unos con los otros, incomprensibles a menudo, adquieren, cuando son traducidos por la ficción (el mito, la tragedia, la epopeya), sentido, y se vuelven así necesarios y legibles o comprensibles, sin perder, no obstante, la parte de misterio o de penumbra, de gratuidad,  de toda historia humana real. El mito es la clave que permite que la Historia tenga o adquiera un “argumento”. 

lunes, 26 de agosto de 2013

ALVIN LUCIER (1931): I AM SITTING IN A ROOM (ESTOY SENTADO EN UNA ESTANCIA, 1969)



Se trata de una de las obras más "radicales" de música concreta, consistente en una lectura de un texto en una estancia, cuya grabación se emite en otra estancia, con unas características acústicas distintas, grabando el resultado nuevamente, y repitiendo el proceso casi indefinidamente, hasta que la voz queda atrapada y anulada por el espacio. La caja de resonancia anula la voz convertida en un texto incomprensible, regresando a un sonido elemental, antes de la primera palabra.

JOAN M. VIADER (1953) & JOSEP FUSES (1954): EDIFICIO DE ACOGIDA DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE AMPURIAS (2007-2014)





































Nota: el edificio no está aun concluido. Queda el equipamiento interior y algún muro exterior para delimitar el espacio de salida.

El yacimiento arqueológico de Ampurias, a orillas de mar, comprende niveles ibéricos, una colonia griega fundada por colonos foceos venidos de Masilia (Marsella) en el s. VI aC, y una ciudad romana republicana e imperial (cuyo máximo esplendor aconteció en época de Augusto).
Se ha descubierto recientemente un campamento romano fortificado, con una muralla de piedra, construido en el s. III aC, cuando las guerras púnicas, antes de la fundación de la ciudad romana cercana, abandonada en el s. III dC.
Emporio -Mercado-, que así se llamaba la ciudad, es la colonia griega más occidental que se conserva. Comprendía un foro, santuarios -quizá dedicados a Ártemis, a Asclepios o a Serapis, entre otras divinidades-, dos puertos, almacenes y viviendas.
La colonia se desarrolló en dos lugares y en dos fases: los griegos se instalaron, como ocurría habitualmente cuando desembarcaban en tierras lejanas, en una isla -hoy unida a la tierra, sobre la que se ubica el pueblo de Sant Martí de Ampurias, y en el que se habría edificado un templo griego, quizá dedicado a Ártemis-; una vez asentados, bien relacionados con la población nativa (íbera), fundaron una segunda ciudad, ya en tierra firme, si bien la ciudad antigua se mantuvo.
La colonia mantenía una estrecha relación con el opido (el poblado o la ciudad) íbera de Ullastret. Extensos humedales y lagos permitían quizá la navegación entre ambos asentamientos. La cultura griega, tan presente en los ajuares funerarios de Ullastret, penetró desde Ampurias.
Tras la ocupación de la Península, los romanos construyeron una tercera y más extensa ciudad, alejada del mar. 
Está en gran parte excavada, no así la ciudad romana, de la que se ha desenterrado un quince por ciento de la superficie.
El yacimiento, en medio de bosques de pinos, bordeando el mar, comprende un centro de acogida y un museo, instalado, desde la primera mitad del siglo XX, sobre los restos de un convento. El arquitecto Puig i Cadafalch fue el primer proyectista. Usó elementos arquitectónicos de diversas épocas (columnas, una ventana gótica, un panel de azulejos pintados) procedentes de casas derribadas de Barcelona.

La obra más conocida que el museo alberga es una estatua helenística de mármol, del s. II aC, tallada quizá en la isla de Delos, en las Cícladas, representando a una divinidad griega barbada, de tamaño natural (Zeus, Serapis o Asclepios). También acoge una delicada testa marmórea de Apolo, y un pequeño mosaico con una escena de Ifigenia en Aúlide, la tragedia de Eurípides, monedas de plata griegas, etc. Las reservas no pueden albergar más cerámicas, algunas enteras.

El yacimiento está en las últimas. El presupuesto se ha agotado. Ya no se puede ni desbrozar. Algunas estancias, incluso alas, del edificio que acoge las reservas, el museo, las dependencias y un albergue para arqueólogos, está en malas condiciones. La seguridad en alguna zona no está garantizada. Inquietantes grietas recorren muros y forjados. Vigas y jácenas presentan importantes oquedades.

Los fondos públicos se dedican a otros fastos políticamente más rentables.

Una ayuda del Ministerio de Cultura -junto con fondos autonómicos y locales- ha permitido la construcción de un gran centro de acogida en la entrada del recinto. Debería inaugurarse de aquí a un año, si bien no estará plenamente operativo hasta 2018.

Obra de los arquitectos Fuses y Viader, consiste en un extenso volumen, bajo una cubierta compuesta por planos triangulares plegados, adosado a una ladera, de modo que la hierba cubra la cubierta y disimule el edificio.
Comprende un bar-restaurante, una entrada, una tienda, un auditorio o sala de proyección, almacenes y servicios, junto con varios patios.
Los gruesos muros, todos inclinados, son de hormigón, al igual que el techo plegado en varias direcciones. La trama de cañizo del encofrado está profundamente impresa en el techo, cuya superficie contrasta con la más lisa de los muros. 
Oberturas y puertas también son inclinadas e irregulares.
El programa cambió a medida que las obras avanzaban. Lo que estaba previsto que iba a ser un bar es hoy un restaurante, que no dispone de cocina, ni salida de humos -lo que ya hubiera sido un problema para el bar.
La tienda se ha reubicado. Hoy está en una zona sin luz ni ventilación.
La sala de proyección está iluminada por una raja cenital que no se puede oscurecer. Tampoco se podrá proyectar pues todos los muros son inclinados.
Las cubiertas son tan inclinadas que la tierra resbala. No se podrán cubrir de hierba.
El edificio está bien orientado hacia el noreste. Los accesos, en forma de embudo, apuntan hacia donde sopla la tramontana, que arrastra una y otra vez tierra y hierbas hacia el interior del edificio.
La parte trasera comprende los servicios. Situados al aire libre, recuerdan lavabos de camping, o de campamento. Algún aguamanil tiene unos quince centímetros de diámetro. Permite lavarse los dedos separadamente. 
Las estancias son pequeñas. No así los patios, de dudosa utilidad.
La obra cuesta unos dos millones y medio de euros. El desvío presupuestario es de unos setecientos mil euros. No se habría calculado bien el volumen de hormigón.
Posiblemente la incierta utilidad del centro no sea solo responsabilidad de los arquitectos sino también de la administración que no supo, quiso o pudo definir un programa, supervisar el proyecto y determinar su idoneidad o coherencia. 


   

domingo, 25 de agosto de 2013

INÉS VIDAL FARRÉ(1972): EL METGE I UN GOS D´ATURA (Premi de Narrativa de la Ribera d´Ebre., Cossetania edicions, 2013)



Un guardia civil reniega en un cuartel de los Pirineos catalanes. Ha tenido que desplazarse a un caserón, perteneciente al ganadero más rico de la zona, apartado en lo alto de un prado, escondido del valle por un bosque, tras una denuncia. El dueño ha sido malherido de noche, y abandonado en el pesebre.
Al llegar, sin embargo, nadie recuerda haber llamado. El dueño está en perfectas condiciones.

Mientras, un médico ha recibido una llamada parecida. Y no es la primera vez.

El metge i un gos d´atura, de la  escritora y arquitecta Inés Vidal -una de las mejores y menos conocidas arquitectas españolas, y, probablemente, la mejor escritora catalana- es un cuento. La mayoría de los personajes no tienen nombre. Son el médico, el guardia, el dueño, un hermano. Podrían ser un ogro, una bruja, un pulgarcito. O tienen un nombre o un apodo, nunca un apellido. El nombre de un lugar -un pueblo, un paraje, una casa- los identifica.
El tiempo es indefinido. Acontece hoy, u ocurrió ayer.
Los cuentos, como los mitos, son crueles. Medea asesinó y cocinó a los hijos de su esposa Jasón, movida por los celos. El Cíclope comía cada día a un desdichado compañero de Ulises, encerrados en la guarida del gigante. Hansel y Gretel acabaron encerrados en una jaula, alimentados por una bruja que esperaba que alcanzaran el peso deseado para devorarlos.
Hoy el asesinato y el canibalismo ya no dibujan una frontera infranqueable. El horror tiene otros lindes.
Hacia éstos mira este cuento.
Imprescindible.
Como todas los cuentos de Inés Vidal.

Agua va... (o el nuevo Centro de arte Santa Mónica, Barcelona)

El Centro de arte Santa Mónica de Barcelona es un antiguo convento convertido en una especie de piscina cubierta por los arquitectos Piñón &Viaplana a finales de los años ochenta: los grandes arcos interiores fueron revestidos de "gresite" glauco. No servía para exponer nada. Ideal para el arte contemporáneo.
Había logrado últimamente, sin embargo, tener una programación notable de exposiciones y seminarios.

El consejero de cultura, tras virar de Mao a Mas, a imitación de lo que ocurre en zonas democráticas como el Kazajistán, Guinea Ecuatorial, Barhein o Valencia, fulminó al director y ha nombrado a un nuevo equipo de diez miembros, escogido por su "su perfil transversal" (¿?).

Éste comprende la notable periodista Bibiana Ballvé -quién tuviera su tipo, su jeta-, célebre por haber vivido un mes, con su equipo, en el hotel Omm de Barcelona, de cinco estrellas, a costa del erario público, para establecer un "hub creativo" y realizar entrevistas igual de "creativas" en la bañera del cuarto de baño -de la piscina al baño, qué guiño- a "los mejores chefs y cocineros de la escena gastronómica, a los ilustradores más actuales, a los actores y actrices más aclamados, a las bandas musicales más reconocidas y a los grandes diseñadores de la época dorada barcelonesa, entre una infinidad de caras conocidas."
 No sé si también pasaron por el baño peluqueros, arquitectos, estrellas porno y futbolistas: todos artistas del momento. Seguramente por eso, le encomienda "desarrollar conexiones".
El equipo también incluye los arquitectos Miquel Espinet, ex-presidente de la Academia Catalana de Gastronomía, y Benedetta Tagliabue, firmante del pabellón español de la Exposición universal de Shanghai de 2010, y de intervenciones efímeras en las plazas de Barcelona para los actos del tricentenario de 1714. Todo muy "transversal".
No se ve el momento en que Bibi (la "nostre") enjabone, a calzón quitado, al consejero.
Qué gusto; pronto chapotearemos libremente.
Un día Barcelona se permitió el lujo de hundirse como el Titanic. Qué tiempos.




Procedencia: http://www.elperiodico.com/es/noticias/room-0/entrevista-banera-nuevo-articulo-bibiana-ballbe-2393237