sábado, 5 de octubre de 2013

Estatuaria neolítica en Malta: ¿Diosas o dioses? ¿Mortales o inmortales?




Museo del yacimiento de  Ħaġar Qim y Mnajdra (Malta)






Museo arqueológico de Gozo































Museo arqueológico de La Valletta (Malta)






Las cinco estatuillas anteriores, de terracota, con el cuerpo en forma de disco, están datadas en el tercer milenio. Todas las demás, de piedra, mayoritariamente,  entre finales del quinto y mediados del cuarto milenios










 Museo arqueológico de Gozo (Malta)











Museo arqueológico de La Valletta (Malta)

Fotos: Tocho, septiembre de 2013

La mayoría de las culturas euroasiáticas, precolombinas y del norte de África, neolíticas y de la Edad del Bronce (entre los milenios sexto y tercero) se caracterizan por el predominio de estatuillas antropomórficas, de piedra o de terracota, con rasgos físicos muy pronunciados. Suelen ser efigies que, hoy, consideramos obesas.
Se asemejan a figuras, formalmente parecidas, del paleolítico.
Se han interpretado como estatuas de culto o fetiches, representando a diosas-madre. Las formas han sido consideradas como una exacerbación de características sexuales, que habrían hecho referencia a la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la tierra que dichas figuras habrían simbolizado y propiciado. La escasez relativa de figuras masculinas habría llevado a suponer que, antes de la Edad del Hierro, a principios del primer milenio, la mayoría de las culturas habrían sido matriarcales, y habrían dado culto a divinidades femeninas.
Los estudios de género, desde los años setenta, han cuestionado esta lectura. Interpretar las formas de las figuras como un homenaje a la feminidad. la sexualidad y la fecundidad ha sido considerado como una visión masculina. Por otra parte, se ha aducido que estas estatuillas no tenían porqué haber sido talladas por varones sino por mujeres, y que no tenían necesariamente porque representar a seres sobrenaturales: los modelos bien podían ser humanos. Finalmente, la consideración de figuras de culto o de fetiches también ha sido relativizada. Estas efigies podían ser juguetes.

La interpretación de las figuras "esteatopigias" -es decir, gruesas- de Malta, ha puesto en sordina la lectura según la cual estas efigies evocan a mujeres o a diosas. La supuesta obesidad -si el calificativo es correcto, y desde luego no es denigrante- no tiene porque estar asociada al género femenino. Muchas de estas figuras carecen -o no muestran- órganos sexuales (triángulos púbicos, penes, etc.). Bien podrían ser, pues, efigies masculinas, en las que el volumen podría ser un signo de fuerza, edad o sabiduría. El referente al que aluden estas lecturas son los luchadores de sumo japoneses. A menos que fueran figuras asexuadas.

¿Qué son pues esas figuras?  No se puede saber.
Bien es cierto que las formas se asemejan a los volúmenes de los espacios en los que se han encontrado. Si esta asociación fuera cierta, "templos" y estatuillas no serían representaciones de seres sobrenaturales, sino portadores de fuerzas del "otro" mundo (ctónico o celestial) , insertadas en edificios y en efigies.
Estas figuras, entonces, sí serían sagradas o mágicas. Albergarían fuerzas o espíritus, no necesariamente femeninos.
¿Dioses, diosas, sacerdotes, sacerdotisas? ¿Figuras de culto, ofrendas? ¿símbolos de deidades a los que se implora, o dobles de los oferentes?
Se supone que no se podrá dar nunca una única respuesta.
De ahí, en parte, la fascinación de estas figuras, cuyo estado de conservación excepcional ha llegado a echar sombras sobre su autenticidad, demostrada, sin embargo.

Finalmente, no todas las figuras son pequeñas.
Una figura, y no la única, hallada en el "templo" de Tarxien, debía tener unos tres metros de alto, lo que la convertiría, exceptuando la estatua masculina de Gobekli Tepe, del noveno milenio (hoy en el Museo de Urfa, en Turquía), en la efigie antigua más grande, de la que se conserva una parte de la zona inferior: los miembros inferiores y la "falda" o "túnica".



viernes, 4 de octubre de 2013

Parecidos razonables (música y arquitectura)




CRYSTAL FIGHTERS: AT HOME (EN CASA, 2011)

Maquetas arquitectónicas neolíticas de Malta







Museo Arqueológico de La Valletta, Malta
Fotos: Tocho, septiembre de 2013

Las grandes construcciones -templos, casas comunitarias, palacios, asambleas, o sea cual sea el tipo de espacio al que se adscriben hoy estos edificios cuya función se desconoce- de piedra de Malta (de finales del quinto milenio a la primera mitad del cuarto milenio aC) no parecen obras improvisadas y levantadas al azar, ni responden a la suma de partes edificadas en distintos tiempos, sino que bien parece resultar de una cuidadosa planificación, perceptible en los ejes de simetría, la cuidadosa distribución de los espacio a lo largo de estos ejes, y la composición de las fachadas, simétricas y levemente cóncavas. Por otra parte, la orientación de la mayoría de las construcciones parece responder a un meditado estudio de la planimetría celeste.
El hallazgo de "maquetas", de trazados en piedra y terracota, de volúmenes y de fachadas, esculpidos en piedra, parece corroborar que las obras siguieron un plan determinado -si es que maquetas y dibujos precedieron la construcción- u ofrecían una imagen coherente, masiva, unitaria -en el caso en que las representaciones fueran más bien imágenes o reproducciones quizá a escala de obras ya concluidas-. Lo cierto es que algunas de estas "maquetas" han servido para tener hoy una imagen más completa de los edificios, así como para apoyar la hipótesis según la cual una parte al menos de las construcciones estaban techadas -cuando, en verdad, no se han encontrado restos de lastras o bloques de piedra derribados que corroboren la cubrición, con piedras y no con elementos vegetales, de las estancias.
Estas representaciones, algunas de las más antiguas que se conservan -que destacan a veces la fachada principal-, fueron halladas en general en los "templos" por lo que se han interpretado como ofrendas votivas, quizá de los constructores, a la divinidad o divinidades para la cual el santuario se había levantado. Sin embargo, acontecen dos problemas, al menos. Ciertas maquetas reflejan bien las formas "orgánicas" (estancias de planta circular u ovalada), de los espacios, no así otras, compuestas según esquemas cuadrangulares, que no se encuentran en los trazados de las construcciones llegadas hasta nosotros. por lo que, a menos que representen espacios imaginarios, se refieren a construcciones desaparecidas; o ¿de otras culturas?
Es cierto, sin embargo, que el suelo rocoso de la isla está recorrido, en algunas partes, por hondos trazados paralelos, semejantes a las vías de un tren, que solo cabe pensar fueron abiertos, a lo largo de los años -la piedra calcárea es blanda- por el deslizamiento o el desplazamiento recurrente, según ejes o vías bien pensados de antemano, de carros u otros medios de transporte (¿trineos?), lo que muestra que la organización espacial según ejes ortogonales, más propia de sociedades de la Edad del Bronce, era ya conocida.
Por otra parte, cualquier interpretación, basada en hechos muy posteriores, de otras culturas, ya ágrafas, tiene que ser tomada con cuidado. El mismo término de "maqueta", que remite al lenguaje arquitectónico, quizá no sea adecuado; pero no se puede evitar que estas piezas sean interpretadas hoy como maquetas o representaciones arquitectónicas.