martes, 15 de abril de 2014

Nuraghi (o la arquitectura en Cerdeña en el segundo milenio aC)

























Nuraghi de Palmavera














































Nuraghi de Barumini

















































Nuraghi de Santu Antine

Fotos: Tocho, Cerdeña (Italia), abril de 2014

Un "nuraghi" es una estructura vertical de planta circular, en forma de torre tronco cónica, de unos veinticinco metros de alto, compuesta por dos o tres pisos superpuestos, cubiertos por una "falsa" bóveda, llamada tolo -construida mediante filas de piedras concéntricas que se van desplazando hacia el centro a medida que se elevan. Un espeso muro de entre uno y tres metros de gruesos bloques de piedra basáltica irregulares, desde el que avanzan las hileras de piedra que forman la bóveda, impiden que ésta se derrumbe.
Un último piso de madera o de piedra aterrazado, mucho más ancho que la parte superior de la torre, soportado por ménsulas de piedra, con un parapeto macizo, también de madera o de piedra -de los que no quedan ejemplos- coronaba la estructura.
Ésta no solía presentarse exenta. Un conjunto de al menos tres torres de menor tamaño, unidas por un grueso muro, la rodeaba. Por fin, en algunos casos, un tercer anillo continuo, en el que destacaban torres aún más bajas, articulaba un complejo de piedra que evoca la arquitectura militar.
Dentro del conjunto, un patio abriga un pozo, y da acceso a corredores y escaleras, todos cubiertos por falsas bóvedas, que unen las torres y las estancias de la torre principal.
A los pies de la "fortaleza", un poblado, compuesto por casas de planta circular, con gruesos muros de piedra y techos de madera, dispuestas, en ocasiones alrededor de un patio también circular, entre las cuales serpentean estrechas callejuelas.
Desde lo alto de la torre central, se divisa la llanura, húmeda y verde en primavera, interrumpida por cadenas de colinas y, no lejos, nuraghi vecinos que salpican los prados.

Unos ocho mil nuraghi -con o sin poblado- se alzan en el centro de la isla de Cerdeña. Distan apenas unos pocos quilómetros entre sí. Datan de la primera mitad del segundo milenio. Desde principios del primer milenio, ningún nuraghi fue ya construido. Fue en este momento cuando se construyeron o se ampliaron la mayoría de los poblados.
Existen sistemas constructivos parecidos en el Mediterráneo. Aunque posteriores, las tumbas micénicas, en Grecia, son un buen ejemplo.
Pero no existen conjuntos similares, al Este y al Oeste, y menos en la primera mitad del segundo milenio -entre el 1800 y el 1600 aC.
Se discute sobre su función. El parecido con fortalezas romanas y medievales hace pensar en construcciones defensivas. Pero se ubican en los llanos, no en las colinas. ¿Existían tantos peligros en una isla del Mediterráneo Occidental hace tres mil ochocientos años que expliquen o justifiquen estos imponentes conjuntos? ¿Unas cincuenta personas, como máximo, podían "refugiarse" en el interior: pocas, muy pocas; ¿quizá guerreros? No se sabe.
Se ha pensado también, gracias a la presencia de un pozo en un patio, así como por equipamientos permanentes alrededor de fuentes o cursos de agua, en los que se han encontrado estatuillas de bronce que podrían ser ex-votos, que los nurgahi podrían ser espacios sagrados dedicados al culto de las aguas. No se explica, sin embargo, la complejidad estructural de los conjuntos.
Un dato significativo lo aporta lo que se llama una "sala comunal" situada en el poblado construido, habitualmente, unos novecientos años más tarde que los nuraghi.Aquélla, de planta circular, posee un banco corrido que abraza un "altar" central. Éste tiene una forma curiosa. Se trata de un modelo en piedra de la torre central del nuraghi. ¿Por qué?

sábado, 12 de abril de 2014

JOSÉ MANUEL BALLESTER (1961): ALUMAR (ARQUITECTURAS INDUSTRIALES, 2014)
















El pintor y fotógrafo José Manuel Ballester expone en el Centro Cultural de la Villa de Madrid Cuartel Conde Duque la serie de fotografías que la Fundación Masaveu, de Oviedo, le encargó sobre el presente y el pasado del paisaje y la arquitectura industrial asturiano.
La muestra, titulada Alumar -trata de echar luz sobre la negrura de dicha realidad- muestra un paisaje sepultado por colinas de carbón, edificios semi-abandonados, e infraestructuras absurdas como dos puentes, construidos uno al lado de otro, sin que se sepa porque, como si el segundo quisiera corregir el error de una primera construcción.
Las imágenes, apaisadas, se confunden casi con la línea del horizonte. La sala está sumida en la misma oscuridad que Ballester retrata. Algunas fotografías son paneles de luz débilmente retro-iluminados, que revelan, definitivamente, un paisaje fantasmagórico, del que la presencia humana, salvo alusivamente, a través de ropa de trabajo colgada de un perchero, está ausente, quizá porque aunque estuviera, quedaría diluía por la tristeza que Ballester ha sabido captar.
Una exposición muy recomendable.

viernes, 11 de abril de 2014

DAVID ABULAFIA (1949): LA ILUSIÓN MEDITERRÁNEA (2014)

El doctor David Abulafia (1949), profesor en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), autor de una reciente y monumental obra (El gran mar. Una historia humana del Mediterráneo, Crítica, 2013), sobre cómo los seres humanos, desde los neandertales refugiados en cuevas en Gibraltar, han ido modificando el Mediterráneo y sobre todo su imagen, o la percepción que se tiene de este mar -visto tanto como un obstáculo insalvable, como un lugar o un medio de encuentro-, concluyó ayer el ciclo de conferencias impartidas en Caixaforum de Barcelona sobre el Mediterráneo antiguo y la imagen que tenemos de él.
Mostró, una vez concluida la charla, que el Mediterráneo es una ilusión forjada a finales del siglo XIX y principios del XX. Nociones asociadas al paisaje y las culturas mediterráneas, tales como la luz intensa y clarividente, el color -luminoso-, etc. fueron determinadas y divulgadas por artistas modernos. Del mismo modo que Gauguin creó la ilusión del buen salvaje y la vida edénica en el Pacífico, van Gogh o Klee, impusieron una visión determinada del Mediterréneo en el que la luz, el orden, la serenidad y los colores vibrantes, imperantes a lo largo de todas las costas, como una propiedad común y esencial, se encuentran.
Esta creación del mito mediterráneo fue obra de artistas norteños que vieron o creyeron ver en las riberas mediterréneas -en determinadas riberas en las que se asentaron- un tipo de vida muy alejada de la vida a la que estaban acostumbrados y de la que querían escapar. Esta imagen fue extendida a todas las riberas creando la imagen de una cultura unitaria -y ensoñadora.
Ya en el siglo XVIII, acaudalados aristócratas ingleses y luego alemanas emprendían el "Gran Tour", un largo viaje primero por Italia y, luego, tras el "descubrimiento" y la "liberación" de Grecia -del Imperio Otomano-, por las ruinas áticas. Pero se trataba, empero, de un viaje a las "raíces" de la cultura clásica. Se buscaba reconstruir la imagen del pasado, soñado o ideal, sin duda, por lo que las culturas y paisajes mediterráneos de principios del siglo XIX, los paisajes "reales", no interesaban.
Fueron pues los pintores modernos los que "descubrieron" y defendieron rasgos físicos y culturales actuales mediterráneos y que postularon que dichos rasgos eran definitorios de las culturas mediterréneas y comunes a todas ellas. El Mediterráneo, el ideal mediterráneo, no tiene más de cien años. Un habitante de un puerto mediterráneo en la Edad Media no tenía sensación alguna de compartir valores con un habitante de otro puerto, por cercano que fuera. Su visión era limitada. ¿Era más atenta a la "realidad"?
Este ideal forjado a principios del siglo XX, ¿es de recibo? ¿Córdoba, Trípoli, Istambul y Damasco ¿tienen algo en común? ¿Vemos y respondemos según unos esquemas que nos hacen creer que compartimos más de lo que en verdad tenemos? Una pregunta turbadora.

jueves, 10 de abril de 2014

PAOLO NUTIN (1987)I: THESE STREETS (ESAS CALLES, 2006)



La página web de esta cantante escocés.

DAMIEN JURADO (¿1977?): KANSAS CITY (2010)



La página web del cantante canadiense.

ASCENSOR METAFÍSICO (EL HEMATOCRÍTICO: DRAMA EN EL PORTAL, 2014)



De un lado, la realidad tal como la proyectamos los arquitectos; de otro, la realidad diaria.

El drama sigue aquí

El Hematocrítico: Drama en el portal, ¡Caramba!, Madrid, 2014

miércoles, 9 de abril de 2014