martes, 24 de febrero de 2015

BUSTER KEATON (1895-1966): THE ELECTRIC HOUSE (1922)



Véase información sobre este cortometraje sobre la casa moderna en este enlace

OLIVIER GREIF (1950-2000): REISEBILD/FULL FATHOM FIVE (DE: PORTRAITS ET APPARITIONS, 2000)




"Retrato" musical de Jackson Pollock.
Composición publicada en 2015.
La calidad del sonido, en la interpretación del músico y compositor Greif, poco antes de morir, es defectuosa.

lunes, 23 de febrero de 2015

SLEATER-KINNEY: NO CITIES TO LOVE (2015)

JEAN DUBUFFET (1901-1985) & EUGÈNE GUILLEVIC (1907-1997): LES MURS (1950)


























El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York presenta una pequeña y emocionante exposición, sobriamente montada, solo con obras de su colección -perfectamente dispuestas y colgadas-, dedicada, en parte, al libro de artista, de gran tamaño, del poeta francés Eugène Guillevic, con litografías del también artista francés Jean Dubuffet, titulado Les murs (los muros).

Las imágenes se centran en las marcas en los muros de la ciudad. Sucios, ensuciados ("pisseux", en francés -literalmente, meados, aunque el adjetivo califica algo viejo, dejado, ligeramente repulsivo-,rasgados, rayados. Dubuffet ataca las paredes que encierran (entre cuatro paredes), y exalta trazos y grabados que hieren y personalizan los muros. Éstos cobran vida: se manifiesta a través de los estragos del tiempo y del hombre. Las litografías son imágenes de aquéllos, pero también son un reflejo, o una proyección de los mismos, muros que suscitan versos, de los que emana la extraña, insólita poesía del París gangrenado por la Segunda Guerra Mundial -aún viva en el recuerdo y en la piel de la ciudad- y, sin embargo, lleno de vida, la vida que los muros pregonan.
Una maravillosa exposición.

Se expusieron en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2008

Pedro Azara & Marc Marín: Glam-Ur (From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics)


Ésta es la versión original de uno de los textos del catálogo de la muestra From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics (ISAW, Nueva, febrero-junio de 2015). 

Redactado inicialmente por Pedro Azara (beca "Salvador de Madariaga", Ministerio de Educación y Cultura,, 2014), como texto central de la exposición, una versión acortada y debidamente corregida y editada del mismo, firmada por Pedro Azara y Marc Marín, ha sido publicada en el catálogo de la muestra, editado por la Princeton University Press.



GLAM-UR, OR THE GOLDEN IMAGE OF ARCHAEOLOGY (BEFORE THE SECOND WORLD WAR). AESTHETICS AND ARCHAEOLOGY

“When the artifacts are found
chiselled out, cleaned up and looked at again
as things of beauty

they are not lost
(never were lost)

what do we recognize?”

(GILDROY, Doreen: “From the Ancient World”, The American Poetry Review 43/3, May/June 2014, p. 25) 


The opening of the Parisian Quai Branly Museum, in 2006, followed years of acid and acerb discussions in the French academia. This huge museum institution, ill-designed by the French architect Jean Nouvel, is located in a most problematic urban space in the heart of Paris: on the river Seine front, almost facing the Eiffel Tower. It holds the largest collection of artefacts from “primitive cultures” in the world. It was called at first the Musée des Arts Premiers, a double meaning expression that can be translated as Museum of the First Arts but also as Museum of the Fundamental Arts. The collection comes from two already existing museums that were dismantled entirely or almost entirely: the Musée National des Arts d´Afrique et d´Océanie, and part of the Musée de l´Homme. The first one was established for the Colonial Exhibition in Paris in 1931. It was holdings artefacts from the French colonies all around the world. The second one was keeping Prehistory finds and also “tribal” artefacts –coming from “primitive” cultures apart from the ones under the French colonial regime.
The Musée du Quai Branly keeps pre-Columbian, African (including some ethnographic material from the Islamic cultures of the north of Africa, while most of the Islamic arts are in the Louvre Museum in Paris), and Oceanic artefacts, as some Asiatic ones.  This means that there are no European collections, either ancient or modern. These belong to the Louvre Museum which is an “art” museum –in spite of holding medieval items or from “archaic” periods of culture such as Ancient Greece. The Quai Branly Museum, on the contrary, as the Musée Guimet that keeps most of the Asiatic collections, are (considered to be) ethnographic museums.

viernes, 20 de febrero de 2015

Mapa del fin del mundo (Navigational chart -Rebbilib-, s. XIX, The Metropolitan Museum of Art, Nueva York)




Éranse islotes rocosos que salpicaban el ponto y aserraban el horizonte. El océano Pacífico chocaba con las rocas, y las aguas se dividían en fuertes corrientes que se arremolinaban alrededor de los riscos.
Las Islas Marshall constituyen un paraje marítimo por el que un marinero sin experiencia no puede navegar. Las aguas arrastran las barcas y las estrellan contra las rocas.
Los navegantes que se atrevían a desplazarse de isla en isla, en el siglo XIX y a principios del siglo XX, tenían un conocimiento certero de la posición de los islotes y sobre todo de las corrientes y los remolinos.
Componían mapas con delgadas ramas de cocotero. En éstos señalaban algunos de los más graves obstáculos, de manera alusiva. Solo ellos podían leer estos mapas. Las cuadrículas, las líneas y los nudos respondían a un conocimiento secreto de las fuerzas ocultas del mar.
Antes de echar la barca al agua, estudiaban los mapas. No los llevaban consigo, no solo porque las aguas podían pudrirlos o deshacerlos, sino porque hubiera quedado a la vista que temían la mar y desconocían sus corrientes.
Los mapas eran trazas cifradas. Facilitaban el recuerdo de los peligros del océano, pero no los divulgaban. Cada marinero se fabricaba sus mapas según códigos desconocidos para los profanos. Las líneas correspondían a corrientes, y los nudos a islas o rocas que no sobresalían, y que solo ellos conocían.
Se han conservado muy pocos mapas.
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York expone uno en las salas permanentes de objetos de Oceanía.
Quizá una de las piezas más sencillas, puras y mágicas del museo.

jueves, 19 de febrero de 2015

"Esculturas" Mbembe (Warriors and Mothers -Madres y guerreros-, o las voces de una comunidad, Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, hasta septiembre de 2015)












Fotos: Tocho, Nueva York, febrero de 2015

En 1974, una galería de arte de París expuso una talas de madera africanas que causaron estupor. Eran de un estilo, y de una cultura (Mbembé, en Nigeria) desconocidos. Su procedencia era incierta. El tamaño, sorprendente: ninguna talla de madera africana con estas medidas (alturas de más de un metro y medio) se había conservado en la segunda parte del siglo XX. Su antigüedad era aún más inesperada. No se trataba de obras del siglo XIX o principios del XX, obtenidas durante el expolio colonial, sino tallas del siglo XVI, "milagrosamente" preservadas -pese a la erosión, y la mutilación: las obras, en sus inicios, eran mucho más grandes. La historia del arte africano debía ser reescrita

Se sabe poco de su origen y de su significado.
Habrían formado parte de la "ornamentación" de los extremos de grandes tambores descomunales hechos con troncos vaciados, de unos ocho metros de largo por casi uno de diámetro.
Estos tambores se tocaban en fechas o acontecimientos decisivos para la comunidad. El ritmo y la sonoridad propios, que se podían escuchas a una distancia de más de diez quilómetros, permitían que las comunidades estuvieran en contacto.
Las efigies, con escenas de maternidades, y de lo que parecen guerreros, quizá protegieran los tambores a los que prestaban su voz. La fecundidad y la prosperidad que madres y jóvenes brindaban se alcanzaban y se aseguraban gracias a estos tambores que se convirtieron en las voces de la tribu, o que emitían lo que madres y guerreros querían comunicar.

Estas piezas fueron, al parecer, abandonadas cuando la iconoclastia se impuso durante un tiempo entre los Mbembe. Juzgados como fetiches peligrosos, habrían sido abandonados y recogidos por viajeros.
Nunca se ha aclarado su llegada a Europa.
Hoy son una de las manifestaciones de la creación africana (de la costa atlántica central) más antiguas llegadas a Europa.

La muestra, que presenta todas las piezas, se halla en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York hasta después del verano, y plantea interrogantes sobre la pertinencia de la historia del "arte" que impera hoy en día.