domingo, 26 de abril de 2015

ROBERT WOOD (1717-1771): RUINAS DE PALMIRA LLAMADA TADMOR EN EL DESIERTO (1753)















Palmira fue una ciudad fundada en un gran oasis ubicado en el centro el desierto siro-arábico en el segundo milenio aC, dominada por los asirios, ampliada en época helenística, y transfigurada en el siglo III dC, convertida en la capital de un estado integrado en el Imperio romano. Controlaba el paso de las caravanas que traían bienes de Mesopotamia hacia los puertos del mediterráneo oriental donde eran emmbarcados hacia Roma.
Según la Biblia, Palmira, conocida como Tadmor, fue fundada por Salomón.
La reina Zenobia, que se rebeló contra Roma, en el siglo III dC, y logró poner en jaque en Imperio, antes de caer prisionera, dotó a la ciudad de una aureola que no ha disminuido, pese a que la ciudad fue destruida por Roma y, mil años más tarde, rematada por los turcos, convertida en un campo de ruinas.
Este hecho despertó la curiosidad de algunos viajeros en los siglos XVII y XVIII, como el inglés Robert Wood, quien dibujó por vez primera todos los monumentos en ruinas, publicando los grabados tanto en Francia cuanto en Inglaterra. El éxito europeo de la publicación estuvo en el inicio del gusto por el neo-clasicismo sobre todo en el Reino Unido. Las ruinas de Palmira revivieron en la arquitectura europea.
Cuando, hoy, Palmira es uno de los yacimientos arqueológicos más expuestos a la guerra civil o religiosa siria, quizá sea útil recordar estas imágenes.  

sábado, 25 de abril de 2015

GODFREY REGGIO (1929): KOYAANISQATSI (EL BARRIO DE PRUIT IGOE, SAN LUIS) (1982)



Pruit Igoe fue un descomunal barrio de altos bloques aislados, plantados en lo que tenían que ser espacios "abiertos" y verdes, construido tras la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad de Saint Louis -cuyo previsto crecimiento, razón del proyecto, nunca ocurrió.
Constituyó un inmenso agujero en el tejido urbano de la ciudad, con el que no mantenía ninguna relación volumétrica.
Los bloques fueron proyectados cumpliendo con la segregación racial. Muy deficientemente construidos -a causa de la crisis económica provocada por la Guerra de Corea-, fueron abandonados por la clase media, blanca y negra -que huyó a una periferia de casas individuales aisladas-, y convertidos en refugios de la clase -casi siempre negra- más pobre y sin recursos, y en lugar de todos los tráficos.
Se derribaron -derribo "mítico"- en los años setenta.
El arquitecto, Minoru Yamazaki, construyó luego las Torres Gemelas de Nueva York (de parecido destino).

El derribo del barrio constituye la escena más importante del célebre documental de Godfrey Reggio, titulado Vida deseqilibrada (Koyaanisqatsi, en lenguage hopi), con música de Philip Glass.

LA CORBUSIER E HITLER

Me imagino que cualquiera que haya  pasado una noche en una celda del convento de la Tourette, al norte de Lión (Francia), proyectado por Le Corbusier, habrá abierto los brazos en cruz y comprobado lo que visualmente ya estaba claro: lo angosto de la estancia y la impresión de cerrazón que produce.
Fueron unos juegos de proporciones fijados de antemano que determinaron las medidas de la celda, no las necesidades físicas y espirituales del usuario. La celda es conventual, ciertamente, pero cabe preguntarse si tenía que ser un remedo de la cueva de San Jerónimo.

Esta impresión inhumana ¿es fruto del error -pese a basarme en proporciones humanas, pero no en necesidades humanas-, o responde a un plan?

Se sabía que Le Corbusier  maltrataba a ayudantes -sobre todo si eran mujeres-, simpatizaba con grupos fascistas, y que, durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia invadida, se puso al servicio del gobierno francés que el general Pétain -alabado hoy por el Frente Nacional- estableció en Vichy al servicio del gobierno nazi alemán, siendo responsable de las mayores atrocidades cometidas durante la guerra en Francia -denuncia y eliminación sistemática de judíos tan implacable que sorprendió hasta el gobierno alemán.

Pero es posible que no fuera tan conocida su canto de amor hacia Hitler:

"Hitler puede coronar su vida con una obra grandiosa: la ordenación de Europa".


¿Existe alguna relación entre su pasado filo-nazi y su arquitectura? Sin duda. ¿Conlleva una crítica negativa de sus proyectos y construcciones? No necesariamente. Se considera a Speer un gran arquitecto -con cuyo proyecto del Gran Berlín cabría preguntarse si los proyectos urbanísticos de Le Corbusier (como también los de la Unión Soviética -por ejemplo, en el Berlín Este-) haciendo tabula rasa del tejido urbano existente en favor de la implantación sistemática y ordenada de inmensos bloques de apartamentos, no guardan cierta relación.
Pero ¿qué ha quedado de la obra de Le Corbusier? Bloques desmesurados, como las Unidades de Habitación, que culminan en la desmesura y soledad de las moles en Chandigarh (India), interiores inhabitables, proyectos felízmente nunca ejecutados -el Plan Maciá de Barcelona, caricaturizado, sin embargo, en innumerables polígonos periféricos en los años setenta, cuando el prestigio de Le Corbusier estaba en lo más alto y no se le podía toser en las facultades- y la impresión de una personalidad megalómana, excelente publicista, pintor, escultor y escritor mediocre, y un arquitecto que nunca hubiera tenido que haber construido, ya que su obra atendía a la vida sino que la vida debía encuadrarse y constreñirse en sus delirantes planes y volúmenes, que manifestaban odio hacia todo lo que no estaba conformado.
Es sorprendente que su única gran -maravillosa- obra haya sido una iglesia -en el convento de la Tourette, precisamente, al servicio de... nadie, una entidad invisible y desencarnada, una divinidad; una capilla que por otra parte, parece inspirada en las tumbas egipcias.

¿Hay que seguir dedicando tanto tiempo a explicar -a alabar- a Le Corbusier en las escuelas de arquitectura? Como ejemplo de los peligros de la construcción ensorberbecida, sin duda

http://bigbrowser.blog.lemonde.fr/2015/04/24/la-charpente-fasciste-de-le-corbusier/

jueves, 23 de abril de 2015

MATHILDE ROUAULT (1990): RÉCIT DE BARBARIE (RELATO SOBRE LA BARBARIE, 2015)

Documental sobre las torturas y matanzas que los beduinos del Sinaí infligen a los habitantes de Eritrea que tratan de huir de su país. Diez mil personas han muerto entre cincuenta mil refugiados. Ocurre hoy:



Récit de Barbarie from Mathilde Rouault on Vimeo.


BLUR: NEW WORLD TOWERS (2015)



Sobre el urbanismo desaforado de ciudades del sudeste asiático, como Hong Kong -donde fue compuesta y grabada esta canción, del último disco del grupo.

miércoles, 22 de abril de 2015

La destrucción de las imágenes según el Corán (Sura 21:52)

La iconoclastia -destrucción de las imágenes (¿o de las estatuas?)- que acontece en el Kurdistán iraquí a manos del llamado Estado Islámica se apoya, al parecen, en una frase del Corán: el versículo 52 de la sura (o capítulo) 21.
Lo que se manda destruir son los thamathilu. Se trata del plural del sustantivo thamathil. Esta palabra tiene varias acepciones: la primera y principal es "estar erguido".
¿Qué o quién porque se halla de pie debe ser derribado, destruido? ¿Una estatua? o ¿una divinidad, una fuerza divina incorpórea que se manifiesta a través de un thamathil?
Un thamathil, en este contexto, es una estatua de piedra, o una simple piedra (un betilo, un monolito, como comentaba esta mañana la catedrática de lenguas semíticas de la Universidad de Barcelona -UB- Dolors Bramon). La estatua, "en si", no tiene valor o importancia. La importancia se la concede el culto que recibe. Los humanos no adoran la piedra sino la fuerza que atesora. Adoran, por tanto, a una divinidad encarnada en la piedra. Toda vez que esta divinidad no está reconocida como tal y es, así, juzgada como un demonio, la piedra debe ser derribada a fin que el espíritu demoníaco no pueda manifestarse ante los humanos, entre éstos, influyéndolos de algún modo.
Pero esta destrucción solo tiene sentido si se cree en la existencia de esta fuerza, divina o demoníaca. La piedra, o la estatua, por si misma, no es nada. Por tanto, no merece atención alguna, y no debe ser destruida.
La destrucción de un thamasil revela que se cree firmemente en que es la sede de un dios o un demonio.
Quienes destruyen las imágenes -las estatuas asirias o neo-asirias- piensan que son portadoras de poderes sobrenaturales. Mas nadie cree en la vitalidad de las estatuas. Hoy, son vistas como piedras talladas inertes. Solo quienes las derriban creen en su fuerza. Mas, quienes las adoran o las temen, quienes las abrazan o las matan, son "idólatras". Creen en la existencia de más de una fuerza divina. Y temen perder la fe en el dios único. Temen caer en la tentación. No son "creyentes".
 Por tanto, los destructores de las imágenes son infieles, y no quienes las preservan, ya que éstos no las consideran como "ídolos" sino como imágenes o, mejor dicho, como "obras de arte".
Quizá fuera necesario una correcta educación, no artística, sino religiosa. Y fe en la omnipotencia de la divinidad, a la que no afectan las estatuas animadas.

martes, 21 de abril de 2015

LATIF AL-ANI (1932): INVISIBLE BEAUTY (PABELLON DE IRAQ, 56ª BIENNALEEl fotógrafo Latif DE VENECIA, 2015)






























Las imágenes del olvidado fotógrafo iraquí de ochenta y tres años Latif Al-Ani presidirán el Pabellón de Iraq en la 56ª Biennale de arte de Venecia a punto de inaugurarse.
Las fotografías en blanco y negro, tomadas en Bagdad y Samarra, entre otras ciudades, a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta del pasado siglo -hasta finales de los años setenta cuando Al-Ani tuvo que emigrar por desavenencias con el partido Baath en 1977, si bien regresó en los años ochenta aunque dejó la fotografía-, muestras costumbres y entornos urbanos que nada tienen que ver con las imágenes actuales.
Los archivos de Al-Ani que se salvaron de la destrucción cuando la invasión de Iraq por la Coalición internacional en 2003 -miles de negativos y copias fueron destruidos- fueron trasladados a Beirut (Líbano).