domingo, 22 de noviembre de 2015

Museo Michael Carlos de la Universidad Emory de Atlanta: algunas piezas notables








EGIPTO















MESOPOTAMIA



GRECIA

PRECOLOMBINO


La fachada y el interior del museo, del arquitecto post-moderno Michael Graves, hacen temer lo peor.
El origen de la colección tampoco invita al optimismo. Al igual que las colecciones del Museo Bíblico de la Abadía de Montserrat (Barcelona) y de tantos otros museos internacionales (Museo Bíblico del Instituto Católico de París), una parte importante de la colección del museo Carlos procede de compras que un profesor de la Universidad metodista Emory de Atlanta emprendió a tierra santa a principios del siglo XX.
Que la Universidad Emory esté ligada a la familia dueña de Coca Cola, y a la iglesia Metodista, así como el origen de la fortuna del filántropo Carlos sea oscura -quizá proceda de su padre, distribuidor de vinos durante la Ley Seca-, tampoco invita al optimismo.
Algunos asuntos judiciales -la compra de una colección completa de arte egipcio que incluía una momia, posiblemente de Ramses I, que tuvo que ser devuelta a Egipto- no ayudan a aclarar la imagen del museo.
Sin embargo, se trata de la segunda colección arqueológica universitaria de los Estados Unidos en importancia, con piezas adquiridas y procedentes de misiones arqueológicas en el Levante financiadas por la Universidad, con piezas deslumbrantes de las grandes culturas antiguas mediterráneas, precolombinas, africanas y de los indios nativos de América del norte, y piezas insólitas como una momia egipcia del Imperio antiguo de cuando los cuerpos se momificaban recostados de lado y no acostados mirando al cielo, una de las pocas que se conocen en el mundo. La colección de amuletos mesopotámicos es también excepcional.
El museo merece ser estudiado y visitado.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Cuando las palabras las carga el diablo

ALBERT CAMUS (1913-1960): ANIQUILAR CIUDADES

"En los tiempos naifs cuando el tirano arrasaba ciudades para su mayor gloria, cuando el esclavo encadenado al carro del vencedor desfilaba en las ciudades en fiesta, cuando el enemigo era echado a las fieras ante el pueblo reunido, la conciencia podía ser firme, y el juicio claro. Pero los campos de esclavos bajo la bandera de la libertad, las matanzas justificadas en nombre del amor de los hombres o el gusto por la sobre-humanidad, dejan, en un sentido, el juicio desamparado. El día en que el crimen se viste con los despojos de la inocencia, por una curiosa inversión propia de nuestro tiempo, es la inocencia la que es forzada de justificarse."
(Albert Camus: El hombre rebelde, 1951)

viernes, 20 de noviembre de 2015

BRETT WESTON (1911-1993): NEW YORK CITY
































El High Museum de Atlanta presenta una exposición monográfica de uno de los mejores fotógrafos de arquitectura y urbanos, el norteamericano Weston, que definió este género fotográfico en los años veinte; cuando solo tenía diecisiete años, fue seleccionada para la exposición berlinesa Film und Foto que mostraba obras de arte que no respondían a los géneros canónicos de las artes mayores de de pintura y la escultura tradicionales.
Weston componía siguiendo curiosamente una perspectiva antigua o medieval, no renacentista, buscando la superposición vertical de formas, y la negación del espacio vacío. Esta manera de componer, que producía vistas que recordaban las imágenes medievales y renacentistas de la torre de Babel dominando el mundo, casaban bien con la imagen que las nuevas metrópolis suscitaban.
Al mismo tiempo, Weston jugaban con las figuras y los fondos, invirtiendo luces y sombras, iluminando fondos sobre los que se superponían las figuras a contraluz, logrando composiciones sin aire, saturadas de formas y sombras imbricadas unas en otras.
Una pequeña y excelente exposición de un fotógrafo esencial en el arte moderno que, creo, es menos conocido en Europa, si bien viajó a España cuyos pueblos, convertidos en un ensamblaje de cubos y planos, fotografió