viernes, 21 de julio de 2017
FARSHID SAMANDARI (1971): ZIGGURAT (2014)
https://redshiftmusicsociety.bandcamp.com/album/ziggurat
Escucha legal de esta hermosa composición.
sobre este compositor e instrumentista iraní, véase su página web.
jueves, 20 de julio de 2017
Picasso y el primitivismo
Amuleto iraquí, siglo XX
Picasso. figuras de alambre
Picasso: calavera, papel rasgado
Picasso: retrato
Fotos: Tocho, Julio de 2017
La simple mención de una exposición en la que se confrontan obras modernas y "primitivas", a fin de poner de relieve sus parecidos formales, suscita recelos o críticas feroces. Los estudiosos recuerdan aun una gran exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) que, en 1980, realizó esta aproximación. Fue denostada porque comparaba objetos incomparables, pertenecientes a tradiciones culturales muy distintas y parecía sugerir que las obras "primitivas" -africanas, precolombinas y oceánicas, sobre todo-, casi todas de uso mágico o en los que la magia -y no solo el utilitarismo y la seducción de los sentidos jugaban un papel que dieran razón de la existencia de esas obras-, tenía un papel importante a la hora de acotar la función de las piezas, eran dignas de entrar en un museo y ser apreciadas estéticamente (forzando así su sentido, y otorgándoles una función para la que no habían sido ejecutadas) porque se asemejaban a obras de arte occidentales modernas las cuales actuaban como guía de las piezas primitivas para que accedieran al sacrosanto cerco del arte occidental.
Picasso primitivo (que no : y el primitivismo), en el Museo del Quai Branly. Jacques Chirac, de Paris (hasta este fin de semana), que despliega una selección imponente de obras "primitivas" y de Picasso, no todas conocidas, pero todas espléndidas, parte sin embargo de un postulado distinto, que refleja el modo cómo hoy se juzga la creación humana.
Aun cuando la muestra juega con los parecidos formales -a veces forzadamente-, tras haber demostrado con documentos exhaustivamente comentados que artistas modernos como Picasso o Matisse compraban, vendían y coleccionaban, amén de que apreciaban, artes "primitivas", y eran conscientes de la influencia que estas obras ejercieron sobre su manera de ver y sobre todo de representar el mundo, justifica la selección y la ordenación de las piezas a partir de un criterio temático: todas las obras expuestas, modernas o "primitivas, son el reflejo de una manera parecida de percibir el mundo.
Desde luego, el trasfondo cultural y político está obviado en gran parte: la exposición apenas trata del tema del colonialismo que llevó al expolio de obras hacia museos y colecciones europeos, y nada dice de las culturas a las que pertenecen las obras, salvo las modernas occidentales, entroncadas a menudo en el surrealismo.
El historiador alemán de principios del siglo XX, Aby Warburg, parece conducir el argumento de la exposición: todas las obras de arte reflejan un limitado número de maneras de juzgar la vida: sentimientos, creencias -miedos, esperanzas- ante el mundo y la vida, son compartidos por todos los seres humanos y son expresados de un modo parecido, que salta por encima de las convenciones propias a cada cultura.
Así, culturas muy distintas han concedido igual importancia al cuerpo, al sexo, a la energía vital que se canaliza no solo a través de los cuerpos, a la muerte, a la perdida, etc., y han reflejado, de manera parecida, sus impresiones, sus deseos o temores ante esos fenómenos, esas pulsiones vitales, esas emociones. La exposición, por tanto, no sugiere que Picasso se inspirara en obras "primitivas" ni que éstas puedan ser apreciadas como obras de arte gracias a su parecido con la obra de Picasso, sino que ambas pueden ser comparadas porque responden a motivaciones o visiones parecidas.
Este postulado, sin embargo, obvia que los contenidos o razones que atribuimos a las obras, "primitivas" en este caso, están basadas en concepciones modernas occidentales, sobre todo freudianas, inspiradas, por otra parte, por la visión que Freud tenía del arte "primitivo" que coleccionaba. y no atiende a los motivos que los artistas, artesanos o magos de dichas culturas "antiguas o primitivas" tuvieron para dar forma -y esa forma, que satisfacía una o unas determinadas funciones- a las obras que se exponen.
La exposición sigue reflejando una visión moderna y occidental de creaciones de otras culturas cuyas razones, seguramente, nos escapan en gran parte. Asumiendo esa limitación, la exposición muestra una selección de obras única
lunes, 17 de julio de 2017
MAKOTO SHINKAI (1973): KIMI NO NA WA (君の名は。,YOUR NAME, TU NOMBRE, 2016-2017)
Un joven arquitecto recién titulado pasa entrevistas con diversas grandes empresas promotoras o constructoras para hallar trabajo, pero sus propósitos no son, una y otra vez, bien recibidos ni aceptados, mientras que sus compañeros hallan un empleo sin problemas: el joven querría planificar ciudades y construir edificios que, contrariamente a las regulaciones legales y horarias estrictas, que pautan el tiempo y la ocupación del espacio, pudieran acoger lo imprevisto y proteger el mundo que la imaginación, los sueños y los anhelos componen, abren o revelan.
Tres años antes, soñaba con poder estar cerca de la deseada responsable de un restaurante de comida rápida en el centro de Tokio donde trabajaba, con duras condiciones, de camarero.
Más de mil quilómetros de allí, en un pueblo en medio de las montañas, que no acogía ni siquiera un bar, una niña, a punto de convertirse en una adolescente -que descubre con horror cómo le crecen los pechos y tiene la primera regla-, huérfana de madre y abandonada por su padre, alcalde del pueblo, al cuidado de su abuela, muy religiosa -cuyas prácticas animistas la niña también sigue-, estalla un día y grita al viento, al salir de un templo en lo alto de una montaña, que querría convertirse en un chico guapo y vivir en Tokio.
Entonces....
Mientras la televisión y los diversos medios anuncian la llegada de un cometa que pasará cerca de la tierra y cruzará el cielo de Japón
Extraordinario dibujo animado para adultos, complejo, hermoso, perfecto -salvo por algunas canciones pop japonesas chillonas, alguna fugaz expresión deudora de la serie japonesa de dibujos animados Heidi, y un final, ambiguo, ciertamente, pero quizá excesivamente acomodaticio. Detalles que no afectan el que debe ser el mejor dibujo animado del siglo XXI.
Existen varios enlaces, para ver la película completa y en directo, pero seguramente son ilegales. Quizá tan solo este enlace podría ser legal:
http://skanime.net/kimi-no-na-wa-online-sub-espanol/,
enlace que se retirará si incumple los derechos de autor y de proyección
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Ciudades
domingo, 16 de julio de 2017
ARMIN VAN BUUREN (1976): COMING HOME (2010)
Cuando Barcelona vuelve a reunir un gran número de productores de música electrónica...
Sobe este productor holandés, véase su página web
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viernes, 14 de julio de 2017
Lo auténtico
La próxima y segura desaparición de un comercio fundado hace más de sesenta años, en el casco antiguo de Barcelona, instalado en una tienda de estilo modernista, debido al desmesurado aumento del precio del alquiler, ha llevado a su dueño, ante la vista de grandes marcas o marcas multinacionales capaces de pagar los altos precios solicitados, a quejarse de la pérdida de "lo auténtico" en el comercio de la ciudad.
Del mismo modo, existe cierta tendencia a buscar "autenticidad" en restaurantes, comercios, pueblos y ciudades.
¿Qué significa "auténtico"? Aunque el estudio etimológico de la palabra autenticidad muestra que procede, a través del latín, del adverbio griego authentikos, que significa con autoridad, y que liga la autenticidad con la autoridad (o con una voz propia), y del sustantivo authentes, que se traduce por quien actúa por sí mismo, con un poder absoluto -lo que lleva a asociar la autenticidad con la violencia, ya que un asesino que actúa sin ayuda y mata de moto propio y clavo el puñal o degolla con su propia mano, también es auténtico-, las imágenes asociadas modernamente a lo que calificamos de auténtico no siempre cuadran con las que derivan de la palabra griega. Al menos en parte.
Lo auténtico se asocia a menudo a lo no urbano: las cosas y los actos propios de la vida campestre o pueblerina suelen merecen este calificativo. Auténtico sería lo que no parece haber sido "manipulado": es lo rudo, lo pedestre; se asocia a la tierra. lo auténtico es lo anti-moderno. se asocia al terruño -a imágenes de una vida no "contaminada" tanto por la ciudad como por el progreso. Auténtico es lo que tiene una imagen no mediatizada -sin que nos demos cuenta que no existe mayor "mediatización" que la fabricación o promoción de productos y actos "auténticos". Asperezas, rugosidades, limpieza dudosa -la limpieza, en este caso, evoca la mentira, la ocultación de la imperfección, signo de un trabajo manual (como, ciertamente, denota la palabra griega). Auténtico sería un entre único, ajeno a la producción en serie, hecho con materiales "naturales", que no esconde, antes bien, exalta su origen. Una cosa, un acto original -singular- pero también "ancestral" pasa por auténtico (como bien saben los artesanos "primitivos" que fabrican bibelots para turistas que remedan fetiches de tiempos pretéritos. Lo auténtico evoca un huida hacia el pasado: un pasado construido y soñado, edénico, donde los conflictos, la violencia, la miseria y la explotación desaparecen en aras de una imagen idílica del artesano trabajando aplicadamente para satisfacer necesidades básicas. lo auténtico es el sueño del buen salvaje de Rousseau: un retorno a una edad incierta pre-industrial, cuando la máquina y la producción en serie no intervenían. Cada producto "auténtico" es único, porque ha sido labrado "a mano" -pero nos olvidamos que el trabajo manual bien ejecutado da lugar a objetos idénticos, mientras que las variaciones, las imperfecciones, signos de autenticidad -que un artesano o un mago no aceptarían porque significarían que, por unos momentos, no habría alcanzado la excelencia requerida-, a menudo son obra de máquinas programadas para producir objetos todos distintos.
Lo auténtico es una categoría negativa: parte del rechazo del tiempo presente. Construye una fábula, un tiempo de fábula, liberado de las prisas, de condicionantes económicos, en el que el artesano o el artista compone a voluntad, siguiendo los meandros de la imaginación, sin sometimiento alguno.
Lo curioso, sin embargo, es que lo autentico es un verdadero "constructo": la "naturalidad" de lo auténtico es el resultado de un trabajoso esfuerzo que pretende borrar cualquier signo material. Es decir lo auténtico es un verdadero artificio, y posiblemente no haya nada más artificial -por no decir falso- que lo auténtico.
Del mismo modo, existe cierta tendencia a buscar "autenticidad" en restaurantes, comercios, pueblos y ciudades.
¿Qué significa "auténtico"? Aunque el estudio etimológico de la palabra autenticidad muestra que procede, a través del latín, del adverbio griego authentikos, que significa con autoridad, y que liga la autenticidad con la autoridad (o con una voz propia), y del sustantivo authentes, que se traduce por quien actúa por sí mismo, con un poder absoluto -lo que lleva a asociar la autenticidad con la violencia, ya que un asesino que actúa sin ayuda y mata de moto propio y clavo el puñal o degolla con su propia mano, también es auténtico-, las imágenes asociadas modernamente a lo que calificamos de auténtico no siempre cuadran con las que derivan de la palabra griega. Al menos en parte.
Lo auténtico se asocia a menudo a lo no urbano: las cosas y los actos propios de la vida campestre o pueblerina suelen merecen este calificativo. Auténtico sería lo que no parece haber sido "manipulado": es lo rudo, lo pedestre; se asocia a la tierra. lo auténtico es lo anti-moderno. se asocia al terruño -a imágenes de una vida no "contaminada" tanto por la ciudad como por el progreso. Auténtico es lo que tiene una imagen no mediatizada -sin que nos demos cuenta que no existe mayor "mediatización" que la fabricación o promoción de productos y actos "auténticos". Asperezas, rugosidades, limpieza dudosa -la limpieza, en este caso, evoca la mentira, la ocultación de la imperfección, signo de un trabajo manual (como, ciertamente, denota la palabra griega). Auténtico sería un entre único, ajeno a la producción en serie, hecho con materiales "naturales", que no esconde, antes bien, exalta su origen. Una cosa, un acto original -singular- pero también "ancestral" pasa por auténtico (como bien saben los artesanos "primitivos" que fabrican bibelots para turistas que remedan fetiches de tiempos pretéritos. Lo auténtico evoca un huida hacia el pasado: un pasado construido y soñado, edénico, donde los conflictos, la violencia, la miseria y la explotación desaparecen en aras de una imagen idílica del artesano trabajando aplicadamente para satisfacer necesidades básicas. lo auténtico es el sueño del buen salvaje de Rousseau: un retorno a una edad incierta pre-industrial, cuando la máquina y la producción en serie no intervenían. Cada producto "auténtico" es único, porque ha sido labrado "a mano" -pero nos olvidamos que el trabajo manual bien ejecutado da lugar a objetos idénticos, mientras que las variaciones, las imperfecciones, signos de autenticidad -que un artesano o un mago no aceptarían porque significarían que, por unos momentos, no habría alcanzado la excelencia requerida-, a menudo son obra de máquinas programadas para producir objetos todos distintos.
Lo auténtico es una categoría negativa: parte del rechazo del tiempo presente. Construye una fábula, un tiempo de fábula, liberado de las prisas, de condicionantes económicos, en el que el artesano o el artista compone a voluntad, siguiendo los meandros de la imaginación, sin sometimiento alguno.
Lo curioso, sin embargo, es que lo autentico es un verdadero "constructo": la "naturalidad" de lo auténtico es el resultado de un trabajoso esfuerzo que pretende borrar cualquier signo material. Es decir lo auténtico es un verdadero artificio, y posiblemente no haya nada más artificial -por no decir falso- que lo auténtico.
Ocupación
Un reciente estudio sobre la ciudad de Barcelona en los años 40 destaca la presencia y el papel activo de nazis alemanes en la ciudad durante los primeros años de la dictadura del general Franco en sintonía con el poder y la ideología alemanes. Este hecho ya era conocido pero no muy divulgado. La extensión de esta influencia, de este poder, ha llevado a los investigadores a comparar la situación de Barcelona con la que se vivió en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, bajo el mandato de un gobierno francés aliado del poder alemán, instalado en la ciudad balnearia de Vichy. El llamado gobierno de Vichy del general francés Pétain, a las órdenes de Hitler, constituye uno de los episodios más sombríos y vergonzantes de la historia moderna francesa.
Pero, ¿se puede comparar la situación de una Barcelona bajo el control de una parte de su población -que ganó la Guerra Civil- y de los alemanes (e italianos fascistas) con la que se vivió, por ejemplo en París, durante la ocupación alemana y el gobierno de Vichy?
Familiares franceses que, de pequeños, vivieron este periodo y aún pueden recordarlo y contarlo, narran las condiciones de la vida diaria. Amén del frío invernal (que cayó en Francia en los primeros años 40, cuando el río Sena se helaba en el centro de la ciudad de París), acrecentado por la falta de carburante y de electricidad; de la falta de alimentos -todos los productos, desde los básicos hasta los de lujo, se vendían en comercios para el uso exclusivo de alemanes y colaboracionistas- lo que obligaba a una búsqueda diaria incesante en pos de unas pocas patatas, y de la falta de transporte público, por lo que los niños que vivían en la periferia pero que iban al colegio en el centro de la ciudad, debían andar decenas de quilómetros cada día, lo que más sobrecogía eran los desfiles diarios, a la misma hora, de tropas alemanas marcado el inmisericorde paso de la oca. Los ciudadanos franceses, obligados a circular por las aceras, debían detenerse y saludar brazo en alto. Si un niño, incluso un niño muy pequeño, sin darse cuenta -porque tropezaba o se equivocaba- ponía un pie tan solo en la calzada, era abatido de inmediato, sin que nadie pudiera moverse. Mientras, cada día, niños y niñas en colegios públicos y privados aparecían un día en clase con una estrella amarilla en la solapa, signo que eran judíos (de "raza judía") -lo que nadie sabía. Desaparecían al cabo de meses o años, sin que ya no se supiera más de ellos. Todos fueron arrestados por las autoridades de Vichy y entregados al ocupante alemán. Solían acabar en campos de exterminio.
¿Era así la vida en Barcelona?
Pero, ¿se puede comparar la situación de una Barcelona bajo el control de una parte de su población -que ganó la Guerra Civil- y de los alemanes (e italianos fascistas) con la que se vivió, por ejemplo en París, durante la ocupación alemana y el gobierno de Vichy?
Familiares franceses que, de pequeños, vivieron este periodo y aún pueden recordarlo y contarlo, narran las condiciones de la vida diaria. Amén del frío invernal (que cayó en Francia en los primeros años 40, cuando el río Sena se helaba en el centro de la ciudad de París), acrecentado por la falta de carburante y de electricidad; de la falta de alimentos -todos los productos, desde los básicos hasta los de lujo, se vendían en comercios para el uso exclusivo de alemanes y colaboracionistas- lo que obligaba a una búsqueda diaria incesante en pos de unas pocas patatas, y de la falta de transporte público, por lo que los niños que vivían en la periferia pero que iban al colegio en el centro de la ciudad, debían andar decenas de quilómetros cada día, lo que más sobrecogía eran los desfiles diarios, a la misma hora, de tropas alemanas marcado el inmisericorde paso de la oca. Los ciudadanos franceses, obligados a circular por las aceras, debían detenerse y saludar brazo en alto. Si un niño, incluso un niño muy pequeño, sin darse cuenta -porque tropezaba o se equivocaba- ponía un pie tan solo en la calzada, era abatido de inmediato, sin que nadie pudiera moverse. Mientras, cada día, niños y niñas en colegios públicos y privados aparecían un día en clase con una estrella amarilla en la solapa, signo que eran judíos (de "raza judía") -lo que nadie sabía. Desaparecían al cabo de meses o años, sin que ya no se supiera más de ellos. Todos fueron arrestados por las autoridades de Vichy y entregados al ocupante alemán. Solían acabar en campos de exterminio.
¿Era así la vida en Barcelona?
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