viernes, 11 de agosto de 2017

JOAN BORRELL MAURI (1990): HIMNO A NIKKAL (C. 1400 AC)


Joan sings Hurrian hymn at St.Philips from rtfice on Vimeo.


El arquitecto y músico Joan Borrell, que trabaja con algunos miembros del Departamento de Teoría de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y participa en la misión arqueológica internacional del yacimiento neo-asirio de Qasr Shamamok (Mosul, Iraq), es uno de los pocos intérpretes del Himno a Nikkal y sin duda el mejor.

El himno a Nikkal, ya presentado en este blog gracias a una interpretación anterior de Joan Borrell, es considerado la canción más antigua de la historia conocida. Se trata de un himno dedicado a la diosa Nikkal, escrito en una lengua desconocida -hurrita-, redactado con signos cuneiformes, a mitad del segundo milenio aC, sobre una tablilla de adobe hallada en Ugarit (capital de un reino cananeo, hoy en la costa siria). La partitura comprende unos signos cuneiformes que se han transcrito como notas que componen una melodía cuya escala y cuyo ritmo y tempo se desconocen.

Una primera interpretación (con acompañamiento de arpa antigua) de Joan Borrell se incluyó en la exposición From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics en el Institute for the Study of Ancient World (ISAW) de Nueva York, en 2015, y una segunda a capella en la posterior instalación itinerante que los artistas conceptuales norteamericanos Lenka Clayton y Jon Rubin han creado este año para el Museo Guggenheim de Nueva York.

La presente interpretación que el vídeo documenta tuvo lugar en la iglesia episcopal de Saint Philips en Manhattan (Nueva York) con motivo de esta instalación en el mes de abril.




Una segunda versión se presentará en la próxima muestra sobre la música en la antigüedad occidental que el Museo del Louvre está a punto de inaugurar en su nueva sede en la ciudad de Lens (Francia), antes de ser trasladada a Caixaforum en Madrid y Barcelona en 2018, y al ISAW de Nueva York en 2019:

"Le parcours de l'exposition intègre également des dispositifs sonores inédits, permettant d'écouter des reconstitutions de sons d'instruments antiques ainsi que le plus ancien chant connu à ce jour dans le monde." (del anuncio de la exposición)

Joan Borrell podría preparar un disco con las primeras canciones conservadas de la historia. Su interpretación del Epitafo a Sekilos helenístico -la canción griega más antigua- ya se incluyó en la exposición Mediterráneo. Entre el mito y la razón, en Caixaforum, en Madrid y Barcelona, en 2014.

Joan Borrell es en este momento uno de los mejores intérpretes (barítono) del mundo en música de la antigüedad.

jueves, 10 de agosto de 2017

El buen arquitecto

"Yo puse los cimientos como lo hace un buen arquitecto, y otro edifica encima"

 "ὡς σοφὸς ἀρχιτέκτων θεμέλιον τέθεικα, ἄλλος δὲ ἐποικοδομεῖ."

(Pablo: Primera epístola a los Corintios, 3:10)

Aunque en la Grecia antigua existía cierta confusión entre un arquitecto y un carpintero -o, mejor dicho, aunque ambos técnicos se confundieran a veces, toda vez que las estructuras eran, seguramente, de madera-, lo cierto es que Pablo, que debe de estar influido por una tradición greco-latina, marca una nítida distinción entre el arquitecto y el que viene detrás, el que actúa tras la intervención del arquitecto, es decir el que construye. 
La labor del arquitecto, según Pablo, consiste en instalar los cimientos del edificio. El término que Pablo emplea para designarlos es themela. Un themelion es un fundamento. Se trata de un término técnico. Pero éste se construye a partir del sustantivo themis, que también es el nombre de una diosa, la diosa de la themis, la themis personificada.
Themis (o Temis) era la Justicia, la Ley Divina. Fue esposa de Japeto, hermano de Zeus, con quien tuvo a Prometeo, el dios justo que ayudó a los hombres y les transmitió todos los saberes, entre éstos, los saberes técnicos, para ordenar y habilitar la tierra, antes de esposarse con el propio Zeus. El mundo estaba regulado por Themis quien, balanza en mano, sopesaba cualquier decisión que afectaba la vida.
Los cimientos -los themela- son, entonces, los elementos que sustentan, física y moralmente un edificio. Éste tiene sentido gracias a los cimientos. Éstos dan la razón de su existencia, justifican su construcción. La obra se fundamenta en los cimientos. Sin éstos, ninguna obra se aguanta. No perdura, no tiene sentido.  Es un peligro instalarse en su interior. La obra no puede dar cobijo. No cumple la función para la que ha sido levantada. Se tambalea, se derrumba apenas se ha alzado. Unos cimientos son una promesa de una obra duradera. 
Un arquitecto, entonces, es quien legitima una obra. Ésta no es gratuita, ni un capricho, sino que se instituye como una obra necesaria para la vida. Ésta -sus cimientos- actualiza las leyes que regulan el mundo.
Un constructor solo puede actuar si antes ha intervenido un arquitecto. Su intervención puede ser de palabra (del mismo modo que la palabra, según Pablo, edifica). Da fe de la bondad de la obra. Actúa, como Pablo, en nombre de la divinidad. Divulga sus palabras, y las explica, como si las hubiera enunciado él mismo. Representa a la divinidad en la tierra, la sustituye. Es su portavoz. Del mismo modo, el arquitecto es la personificación de la divinidad que edificó el mundo, que puso las bases de éste (en Grecia, el dios Apolo), y actúa inspirado por ésta. Gracias a la palabra el mundo se transforma en un espacio habitable. La palabra -que la piedra simboliza, palabras que se componen y hallan el sentido como los sillares levantan muros que organizan el espacio- funda la comunidad que habita en el espacio que las palabras abren o describen, visualizan.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Diseño

"Todo objeto de diseño nos tiende una trampa ya que presenta un problema bajo la forma de una solución."

(Tim Ingold: Making: Anthropology, Archaeology, Art and Architecture, Routledge, 2013)

martes, 8 de agosto de 2017

WILFRED JACKSON (1906-1988, THE WALT DISNEY COMPANY): THE LITTLE HOUSE (LA CASITA, 1952)

GEORGE MÉLIÈS (1861-1938): LA ISLA DE CALIPSO: ULISES Y EL GIGANTE POLIFEMO (1905)

El verano es propicio para evocar los viajes marinos de Ulises....



Georges Méliès: L'ile de Calypso ou Le Géant... por iconauta

FABRICE FOUILLET (1974): CORPUS CHRISTI (2013)























Una amplia y alta nave central, vagamente gótica, de hormigón, el altar, bajo, lejano, en el fondo, casi invisible, pero capaz de "ordenar" todos los elementos que convergen, en fila india: arcos, pilares y bancos bien ordenados, a través de los cuales la luz juega, y los colores abstractos de las vidrieras.

Todas las fotografías de iglesias del francés Fouillet, muestran templos, casi todos de los años cincuenta y principios de los sesenta, perfectamente reconocibles como recintos sagrados cristianos, que revelan una cierta modernidad atemperada por evocaciones góticas, propia de la renovación de la arquitectura religiosa cristiana tras la Segunda Guerra Mundial, y el Concilio Vaticano II.

Algunas de las iglesias son obra de arquitectos conocidos (Perret, Botta, Moneo, Pawson -admirable templo blanco con una sucesión de arcos de medio punto que flanquean la nave central, un recinto silencioso) pero las fotografías no tienen como fin mostrar templos de arquitectos reconocidos sino invitar al lector a adentrarse en unos espacios de gran calidad y capaz de suscitar cierta elevación, que, siendo modernos, no causen extrañeza. Un trabajo fotográfico evocador.

lunes, 7 de agosto de 2017