jueves, 16 de noviembre de 2017

Miguel Ángel y la leyenda del artista solitario















Quizá desde la serie de exposiciones dedicadas al Manierismo florentino en diversos museos de Florencia en 1980, de la antológica de El Greco que el Museo del Prado mostró en 1983, no se había organizado una exposición tan completa y tan hermosa sobre un artista del Cinquecento como la que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York ha logrado inaugurar este mes. Ni las muestras sobre Tiziano en Verona hace unos cuatro años y sobre Leonardo de Vinci en Milán hace dos no llegaron a cambiar la percepción de un artista clásico. Los dibujos arquitectónicos y "artísticos", procedentes de un gran número de colecciones públicas y privadas deslumbran; sorprende aún más lo que ponen de manifiesto los recientes estudios sobre Miguel Ángel.

Miguel Ángel se formó con el pintor florentino Ghirlandaio, de quien aprendió el arte del retrato y la técnica del sombreado mediante una sucesión de finas líneas cruzadas en forma de X.

Ya con su propio taller, Miguel Ángel no gustaba de pintar cuadros ( se conocen pocos, en efecto), por lo que delegaba el diseño y la pintura no solo a su taller sino a otros talleres con cuyos maestros colaboraba, como Sebastiano del Piombo. 

Conociendo ese desinterés, quienes le encargaban pinturas acabaron  exigiéndole la elaboración de bocetos -de ahí la tan gran abundancia de dibujos a menudo terminados- cuya realización pictórica dejaba en manos de ayudantes y de otros talleres, si bien él era considerado el autor de la obra. Regalaba también dibujos detallados a artistas menores para que pudieran realizar y firmar cuadros al óleo de cierta entidad (aunque la diferencia con la obra de Miguel Ángel salta a la vista): Miguel Ángel renunciaba, en estos casos, a la autoría.

 Un caso aparte son los numerosos dibujos -que no óleos- llevados a la perfección que regaló al joven Tommaso di Cavalieri, obras que enviaba abocetadas para conocer la opinión del joven antes de que le fueran devueltas para ser completadas y reenviadas definitivamente.  
Hoy existe un cuerpo importante de pinturas que se supone responden a bocetos perdidos de Miguel Ángel. 

Miguel Ángel poseía varios talleres con numerosos ayudantes, tanto para las esculturas como para las pinturas y los frescos de la Capilla Sixtina (que pintó no acostado de espaldas, como cuenta la leyenda, sino de pie, como habitualmente se hacía, según se muestra en un boceto de autorretrato): colaboradores artesanos y nobles -que también posaban. 


miércoles, 15 de noviembre de 2017

El "pixelado" -o una nueva forma de icionoclastia

¿Cuándo y por qué se "pixelan" -se desdibujan o se cubren las formas naturalistas con una retícula de cuadrados de colores- algunas fotografías?
Unas espléndidas notas del artista suizo Thomas Hirschhorn en una galería de Nueva York aportan sugerentes reflexiones sobre lo que el arquitecto y profesor de teoría del arte Marc Marín considera una nueva forma de iconoclastia -destrucción de imágenes mediante su veladura.

El "pixelado" afecta a las fotografías. Este fenómeno se centra principalmente en los rostros (y, en menor grado, en otras partes del cuerpo casi siempre humano).

Se realiza este "desdibujado" por varios motivos:

Se quiere proteger a la persona fotografiada, mostrándola a la vez que ocultándola. La acción es paradójica: la mejor manera de proteger a alguien es impidiendo la divulgación de su fotografía -y, antes, no retratándola. En verdad,lo que se quiere mostrar es que la fotografía ha sido "pixelada", es decir que existe algo que ocultar, lo que indica que el retratado no puede mostrar su rostro por razones que, paradójicamente, llevan a que se le muestre "pixelado". Es una persona que despierta la curiosidad, y la veladura del rostro acentúa el misterio y, por tanto, el deseo de desvelarlo.

La negación de la visión también denota el poder o la autoridad de la persona fotografiada. Policías, detectives, agentes (secretos) tienen que ir con la cara cubierta y las fotografías, incluso del rostro tapado, deben "pixelarse". Este sistema de "encriptado" de la imagen no se aplica a personas anónimas. Su rostro no requiere velos porque no llama la atención. En verdad, ésta es atraída por la ocultación que denota, soterradamente, la importancia de la persona que debe mostrarse sin revelarse.

El pixelado afecta también a escenas de difícil o imposible contemplación -pero que, de nuevo, se muestran aunque de manera indirecta. En este caso, a quien supuestamente se quiere proteger no es a la figura retratatada sino al espectador, todo y azuzándolo para que busque otras vías de contemplación. Lo que se esconde debe ser digno de verse puesto que no puede verse, solo puede estar al alcance de algunas personas.

"Pixelar" dice mucho del que "pixela". Se trata de una decisión moral. Se quiere mostrar que no se está de acuerdo con lo que se muestra -aunque lo que se esconde ha sido bien observado por quien esconde-, que el mostrar lo que se muestra puede afectar la imagen que los demás tienen del que maneja la imagen, por lo que muestra sin mostrar, demostrando que se es consciente del peligro que se corre si se revelan ciertas imágenes. Para Hirschhorn, el "pixelado" es un acto hipócrita pues busca atraer la atención sobre una imagen sin que quien la muestra pueda ser juzgado por lo que muestra, todo lo que quiere señalar es que lo que muestra sin mostrar es peligroso y, por tanto, tiene la "bondad" de velar la imagen -pero no de eliminar a ésta. Lo que cuenta es el juicio moral que el gesto que conlleva la ocultación merece: quien oculta quiere ser juzgado como un ser digno. La ocultación revela "buenas" intenciones. Se oculta para que luzca la supuesta integridad del ocultador.

Pocos artistas, recientemente, han escrito notas tan agudas -y esclarecedeoras- sobre los poderes de la imagen y la manipulación de las mismas.




sábado, 11 de noviembre de 2017

viernes, 10 de noviembre de 2017

JUAN-EDUARDO CIRLOT (1916-1973): ELEGÍA SUMERIA (1949)

https://vimeo.com/239329141

Contraseña: cirlot


Juan-Eduardo Cirlot: Elegía Sumeria (1949)

Grabación: Joan Borrell
Vídeo y mezcla: Albert García Alzórriz
Música: Román Daniel Esteban

Octubre de 2017

Ésta es la versión de la Elegía sumeria, un largo poema de cuatrocientos versos que Juan-Eduardo Cirlot compuso y publicó a finales de los años cuarenta, que se puede leer y escuchar en la Introducción de la exposición Sumer y el paradigma moderno, en la Fundación Joan Miró de Barcelona (noviembre de 2017-enero de 2018)

jueves, 9 de noviembre de 2017

LUCIANO BERIO (1925-2003 & BRUNO MADERNA (1920-1973): RITRATTO DI CITTÁ (RETRATO DE UNA CIUDAD, 1954)



 Sobre esta obra radiofónica del compositor italiano Berio, véase la página web siguiente con la bibliografia que propone.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

OSCAR MOLINA: THE ABSENTEE´S HOUSE (LA CASA DE LOS AUSENTES, TRAILER, 2010-2017)


  The Absentees’ House Short sample video from Oscar Molina on Vimeo.


 
01 The Absentees’ House (Teaser) from Oscar Molina on Vimeo.

Emigrantes mexicanos parten a buscar fortuna a los Estados Unidos. Quieren obtener fondos suficientes para construirse la casa de sus sueños en su ciudad natal. Van obteniendo dinero. Las obras empiezan. Casas grandes, más grandes quizá de lo necesario. Pero nunca se concluyen. Nunca serán habitadas. Los emigrantes, adaptados a la vida norteamericana en Filadelfia abandonan su sueño, una ruina antes de ser ocupada. Perseguían un imposible. Ya no son de ninguna parte

La casa de los  ausentes es un documental de 80 minutos aun en fase de producción.

martes, 7 de noviembre de 2017

JULIEN PRAS (¿1980?): ALIEN TOWN (2010)



sobre este cantante francés véase la siguiente página web