jueves, 24 de octubre de 2019

Mosul










































Fotos: Tocho, octubre de 2019

Viaje en convoy militar a Mosul, desde Erbil. Tres coches blindados precedidos por una tanqueta con soldados armados en la cubierta que abren vía a fin que el convoy no se detenga.
Tres severos controles de documentos.

El viaje tiene como fin la entrega oficial, a autoridades políticas y universitarias, de dos réplicas de esculturas neo-asirias de guardianes sobrenaturales, Lahmassu, de la sala del trono del palacio de Asurbanipal Ii en Nimrud, hoy expuestas en el Museo Británico en Londres. Las estatuas fueron destruidas por el Estado Islámico. Casualmente habían sido escaneadas hace quince años para una exposición en Bagdad que no tuvo lugar. La empresa que ha producido las réplicas en escayola coloreada es española. Un avión militar las ha traído desde Madrid, con el consentimientos de los museos Británico y de Leiden, donde se expusieron hace un par de años. Las réplicas han quedado ubicadas en dos grandes urnas de cristal ante el nuevo centro de estudiantes en el Campus de la Universidad de Mosul.

Mosul, un inmenso campo de basura y herrumbre, bajo edificios de hormigón  inconclusos bombardeados, partidos como por un puño de acero, caídos como un juego de cartas, en terrenos baldíos cubiertos de aguas negras. Un río de aguas sucias, entre márgenes inmundos, donde juegan niños entre residuos, cruza la ciudad.

La biblioteca de la Universidad de Mosul, que contenía un millón de libros, fue incendiada por el Estado Islámico. No quedó nada.
La mayoría de los estudiantes universitarios no huyeron de Mosul ocupado y destruido por el Estado Islámico. Vivieron escondidos, sin salir, durante tres años. Demasiados jóvenes demacrados, famélicos, de baja estatura., por las calles y el campus.
Tres estudiantes mujeres no llevaban velo, esta mañana.

Mosul fue, hasta 2014, la tercera ciudad iraquí: una ciudad culta, abierta, laica, con una de las mejores universidades del Próximo Oriente.

Hoy, los residuos llegan hasta los campamentos de refugiados, huidos del Estado Islámico, a una veintena de quilómetros de la ciudad.

lunes, 21 de octubre de 2019

Arqueología y política

Mitanni o Mitani es el nombre de un Imperio mesopotámico del segundo milenio aC, del que hasta hace poco se sabia poco en parte porque su lengua no es totalmente conocida, y en parte porque se le consideraba una entidad menor, entre Asiría y Babilonia
.
El Imperio de Mitani o Hurrita fue conquistado por los Asirios, pero la cultura Asiria quedó marcada por Mitani, cuyos dioses eran o tenían nombres iraníes o hindúes -indoeuropeos, en vez de semitas-, y cuya lengua, el hurrita, no es ni indoeuropea ni semita.

Aunque Mitani llegó a conquistar todo Mesopotamia y el Mediterráneo Oriental, el núcleo tenía  frontera con los asirios: se extendía por todo el norte de Mesopotamia, hoy el norte de Iraq.

Esta zona hoy recibe el nombre de Kurdistán iraquí.
Toda vez que el kurdo es una lengua indoeuropea, y que los kurdos tradicionalmente se oponen a los árabes, que hablan una lengua semita, los kurdos (que no suelen responder en árabes aunque lo conozcan)  se presentan como los descendientes directos del Imperio de Mitani (lo que es delirante: medían más  de tres mil años  ) y potencian su estudio en detrimento del estudio del Imperio asirio.

Un fenómeno que no es exclusivo del Próximo Oriente.

domingo, 20 de octubre de 2019

Restauración en Iraq


















Fotos: Tocho, Erbil (Iraq), octubre de 2019

Desde las guerras civiles de Iraq (desde 2004) y de Siria (desde 2011), las misiones arqueológicas internacionales se han refugiado en el Kurdistán iraquí, considerado una comunidad muy segura, casi sin atentados -aunque la región fue gaseada y bombardeada por Saddam Hussein cuando la primera guerra del golfo en 1991-, un territorio muy importante para la arqueología, pues acoge a la mayoría de las grandes capitales del imperio neo-asirio, de la primera mitad del primer milenio aC.

Ante este hecho, la Dirección General de Antigüedades empezó, cabe el Museo Arqueológico del Kurdistán, en Irbil (norte de Iraq), a construir un centro de estudio, con talleres y laboratorios, para el estudio y la restauración de obras y fragmentos hallados durante las campañas arqueológicas.

La crisis económica y la corrupción iraquíes no han permitido proseguir las obras en los últimos cuatro años.
Aún así, se trabaja, se investiga y se restaura el ingente material desenterrado en dichos locales. Con el paso de los años, algunas obras van incrementando la exposición permanente del museo -que un día se construirá de nuevo, a cargo del arquitecto Daniel Libeskind -escogido por las autoridades kurdo-iraquíes.

viernes, 18 de octubre de 2019

El vacío (en el arte)

"Para modelar una vasija, es necesario a la vez arcilla y la ausencia de la arcilla; y así del mismo modo que nos beneficiamos de lo que está presente, nos beneficiamos de lo ausente"

(Lao-Tseu: Tao tó-king, XI)

Una vasija lograda tiene paredes muy delgadas, aunque resistentes. No tiene grosor. Cuando se cogen entre los dedos, éstos se tocan. El ceramista ha ido afinando las paredes, hasta lograr que sean traslúcidas. La materia es casi inexistente. Ésta, por otra parte, encierra un vacío. Un cuenco en un gran vacío. Éste define la vasija. La vasija se caracteriza por lo que no tiene, por la ausencia casi total de la materia. Logra encapsular el vacío que la constituye. Este vacío está presente, es una presencia. Cuando nos admiramos de una cerámica, admiramos lo que no está, junto con lo que lo envuelve. Una vasija en un envoltorio de lo que no existe, y logra que esta ausencia se manifieste, se haga visible.
Una casa son los espacios vacíos entre paredes -paredes tan delgadas, en ocasiones, como una simple membrana de papel de arroz; una vasija es una casa, que encierra lo que no tiene, lo que tiene que es el aire que de pronto se aquieta ante nosotros, un vacío que nos colma. 
Hacer arte no es producir objetos, sino conseguir el prodigio de manifestar lo que no se puede percibir, pero que se halla ante nosotros.

Suspensión temporal (espero)

Ninguna entrada, en principio, aparecerá en Tochoocho, del 19 al 27 de octubre, por un desplazamiento a una misión arqueológica internacional, dirigida por la profesora de la Sorbona, de paris, la doctora Mariagrazia Masetti-Rouault, en Qasr Shemamok (la antigua capital neo-asiria de Kilizu, a principios del primer milenio aC), cerca de Mosul, en Iraq.
Como en años anteriores, varios estudiantes y jóvenes arquitectos de la Escuela de Arquitectura de Barcelona participan.

jueves, 17 de octubre de 2019

PETER HUJAR (1934-1987): RUINAS






















Se presentó una exposición antológica dedicada a este fotógrafo norteamericano, en este blog, el 9 de abril del año pasado, con motivo de una exposición antológica en la Piet Morgan Library de Nueva York.
La exposición se muestra hoy en el Jeu de Paume de París.

Del mismo modo que la entrada anterior mostró una faceta menos conocida de Hujar, las vistas urbanas, casi siempre rascacielos en Nueva York, presentados como dientes afilados, cuando Hujar es sobre todo conocido por sus retratos de artistas de calle y de cabaret, y de sin-hogar, aquí mostramos otra faceta por la que tampoco es tan conocido, pero que es importante para la arquitectura pues ofrece imágenes descarnadas de interiores habitados o que fueron habitados en el East Village, en Manhattan (Nueva York), y que hoy, ocupados o no, yacen malheridos: ruinas de interiores modernos, ruinas urbanas modernas, en las que la presencia humana se destaca casi obsesivamente a través de los restos que dejamos, de las manchas con las que marcamos indeleblemente el espacio, una bohemia zaherida -y desaparecida.

Panurge

Resultado de imagen de Les moutons de Panurge




« Panurge sans aultre chose dire jette en pleine mer son mouton criant et bellant. Tous les aultres moutons crians et bellant en pareille intonation commencerent soy jecter et saulter en mer aprés à la file. La foulle estoit à qui premier y saulteroit aprés leur compaignon. »
 François de Rabelais: Gargantua et Pantagruel. Quart Livre, chapitre VIII


"Panurge sin decir nada echa por la borda a su borrego que grita y bala. Todos los otros borregos gritando y balando con la misma entonación empezaron entonces a echarse al mar haciendo cola. La multitud apostaba por quien saltaría el primero tras su compañero."

(Francisco de Rabelais: Gargantua y Pantagruel. Cuarto Libro, cap. VIII)