viernes, 1 de mayo de 2020

Momento para la publicidad

Este blog no acepta publicidad -tampoco la recibe- ni acepta dinero.

Sin embargo, haré una excepción desinteresada.

Quienquiera esté interesado en contactar al editor y montador de los vídeos que reemplazan las clases presenciales de grado de la asignatura de Teoría 2 de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (UPC-ETSAB) que escriba en este blog y lo pondré en contacto con el joven arquitecto Lucas Dutra.

Muchas gracias

El genio y la posesión



Imagen, primera escena, montaje y edición: Lucas Dutra

Octava sesión correspondiente a una clase virtual de la asignatura de Teoría 2 de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (UPC-ETSAB).

Dicha clase está dedicada a la noción manierista de genio artístico y su efecto en la creación y el juicio de la obra de arte.
Esta noción está ligada al previo concepto de posesión, definido y alabado tanto por Platón como por Aristóteles, si bien éste asoció la posesión o inspiración divina, que escapaba al control del artista, con la noción de humor melancólico; un humor casi desagradable, pero fértil, propio de los artistas ensimismados, solitarios, como el "ángel", la personificación del arquitecto, que Durero retratara en su célebre grabado Melancolía.

Apolo, el organizador del espacio (parte 3): Apolo y los apestados



Montaje y edición: Ignacio Urbistondo


Tercera sesión de la clase del curso sobre Arquitectura y Mitología, del Máster del Departamento de Teoría e Historia de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (UPC-ETSAB), dedicada a la figura de Apolo, dios de la arquitectura en la Grecia antigua, con un destacado protagonismo en los mitos de fundación de ciudades, cuyos héroes estaban alentados o guiados por el dios.

El primero de Mayo: las calendas de Mayo

Hoy es el día de las calendas de Mayo de 2776 en los calendarios de Numa (el segundo rey legendario de Roma) y de Julio César.

Calendas es el nombre del primer día de cada mes, cuando los pontífices establecían el calendario del mes y anunciaban (del griego kaloo: anunciar, advertir, pregonar) las nonas (cuando el cuarto de luna) y los idus ( días festivos, fastos , consagrados a Júpiter Óptimo, durante la luna llena), nueve días más tarde.

Maya era una diosa de la vegetación, sin parangón en el panteón griego. Era la fértil diosa que favorecía el crecimiento de las plantas y que éstas se hicieran "mayores", que la naturaleza alcanzara su plenitud.
Maya era hija del dios Fauno, divinidad latina benéfica, propia de los bosques, que también auguraba o profetizaba el porvenir gracias a los sonidos misteriosos de los bosques (se le llamaba entonces Fatuo, el profeta).

A Maya, en su mes, se le sacrificaba una cerda preñada. 
Recordemos que Ascanio , hijo de Eneas, llegado de la derrotada Troya a Italia para instaurar una nueva Troya, fundó la ciudad de Alba Longa tras seguir y sacrificar a una cerda albina preñada hasta dónde ésta descansó. Alba Longa, años más tarde,  fue la próspera ciudad natal de Rómulo y Remo, fundadores de Roma.

jueves, 30 de abril de 2020

La luna de Atenas y la luna de Corinto


"Las ilusiones del patriotismo no tienen término. En el primer siglo de nuestra era, Plutarco se burló de quienes declaran que la luna de Atenas es mejor que la luna de Corinto ; Milton, en el XVII notó que Dios tenía la costumbre de revelarse primero a Sus ingleses ; Fichte, a principio del XIX, declaró que tener carácter y ser alemán es, evidentemente, lo mismo. Aquí, los nacionalistas pululan (...) "

(Jorge-Luis Borges: "Nuestro pobre individualismo", Otras Inquisiciones , 1952)

miércoles, 29 de abril de 2020

El olvido (Somos nuestros recuerdos)

Según el poeta romano Lucrecio -que intentaba disipar la superstición en que en verdad consiste la creencia en la intervención divina-, aunque se produjera la reencarnación, la vuelta a la vida del cuerpo y del alma,  no volveríamos a ser nosotros mismos (como postula el cristianismo) ya que  habríamos perdido los recuerdos.  El corte de la guadaña no tiene vuelta de hoja.

"Ni aunque el tiempo reuniese nuestra materia después de la muerte y de nuevo la dispusiese en el orden en que ahora se halla combinada, y de nuevo nos fuese otorgada la luz de la vida, en nada nos afectaría a nosotros este cambio, una vez que se nos ha interrumpido el recuerdo"

(Lucrecio: La naturaleza, III, 847-851)

Seremos otros (Lucrecio creía que unos mismos átomos, tras la disolución de los cuerpos, se reagrupaban para dar nacimiento a nuevos seres).
Lo que nos constituye son los recuerdos. Somos lo que recordamos haber sido. 

martes, 28 de abril de 2020

RUDYARD KIPLING (1865-1936): IF (1895)

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aún así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.  
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruirlo con herramientas maltrechas.  
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!"
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos que valieron la pena recorrer (...)  






  


If you can keep your head when all about you  

Are losing theirs and blaming it on you,   
If you can trust yourself when all men doubt you,
    But make allowance for their doubting too;   
If you can wait and not be tired by waiting,
    Or being lied about, don’t deal in lies,
Or being hated, don’t give way to hating,
    And yet don’t look too good, nor talk too wise:

If you can dream—and not make dreams your master;   
    If you can think—and not make thoughts your aim;   
If you can meet with Triumph and Disaster
    And treat those two impostors just the same;   
If you can bear to hear the truth you’ve spoken
    Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to, broken,
    And stoop and build ’em up with worn-out tools:

If you can make one heap of all your winnings
    And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
    And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
    To serve your turn long after they are gone,   
And so hold on when there is nothing in you
    Except the Will which says to them: ‘Hold on!’

If you can talk with crowds and keep your virtue,   
    Or walk with Kings—nor lose the common touch,
If neither foes nor loving friends can hurt you,
    If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
    With sixty seconds’ worth of distance run (...)