jueves, 17 de septiembre de 2020
GILLIAN WEARING (1963): LOCKDOWN (ENCIERRO, 2020)
miércoles, 16 de septiembre de 2020
PAUL MEFANO (1937-2020): MÉMOIRE DE LA PORTE BLANCHE (1991)
SERENA STEVEN (1988): INTERIORES (2020)
Desde finales de la Primera Guerra Mundial, hace ya más de un siglo, en las culturas occidentales, pintar se ha vuelvo muy complicado. Las dificultades no son técnicas ni comerciales, sino "éticas": cualquier punto de vista, objeto representado y pincelada, inevitablemente, tiene una historia: remite a una obra anterior, por lo que la duda se instala acerca de la pertinencia de repetir una imagen o la manera de plasmarla, así como de la necesidad, futilidad y "legalidad" de la obra que se va a emprender. Interrogarse sobre lo que se va a hacer parece ineludible. ¿Cómo desprenderme o alejarme de este modelo, que siempre estará allí? o ¿acaso es mejor darse por vencido y volver a rehacer un gesto, una mirada, una obra que alguien ya ha realizado? Estas preguntas son modernas; hasta entonces, se asumía que las obras entraban a formar parte de una familia, a la que aportaban variaciones, y de cuyas bondades y maldades eran testigo y un testimonio. Cada pintor escogía su familia, de que no se desmarcaba demasiado. La noción barroca de originalidad puso fin a esos ligámenes. Y la conciencia, o el temor, de Duchamp, de que ya nada nuevo se podía pintar, le devolvió, paradójicamente, al olvidado mundo de los gabinetes de curiosidades -y al gesto del artista de escoger objetos, no de representarlos-, aunque, esta vez, mostrando objetos cuyas características eran, o así lo pensaba Duchamp, precisamente la total ausencia de rasgos curiosos.
¿Pintar? Los logros de la fotografía, desde hace más de siglo y media, ya no son un problema. Es cierto que la pintura ya no tiene una misión: documentar el mundo. Pero puede -y debe- ofrecer una mirada que hasta entonces nadie ha tenido, no para ser original, sino para refrescar y ampliar la mirada, Mas, ¿es posible aún?
Desde los años ochenta, la vuelta a la pintura es una tentación, siempre combatida. ¿Qué, cómo y para qué pintar? La pintura, casi siempre, acaba siendo una reflexión sobre medios y fines: sobre puntos, líneas, planos y pinceladas, sin ningún otra finalidad. No pintan algo; se pintan a sí mismas. Son como piezas de construcción que nada levantan y se muestran, aisladas, abandonadas, tales como son, sin ningún objetivo al que atender
La joven artista norteamericana Serena Steven vuelve a la pintura. Inevitablemente Hopper ronda. Pero el tamaño de los cuadros escapa a las contenidas vistas de Edward Hopper. Cuadros de interiores acogedores pero desocupados o abandonados casi siempre -a veces, es difícil saber si el gato es un cojín, una estatua o un ser vivo-, cerrados (puertas y cortinas dejan entrever espacios a los que no se llega), en los que las sombras tienen casi más entereza o entidad que las objetos que las crean, y en los que formas reconocibles se desgajan -como en la obra de Soutine (las referencias no se pueden acallar)- con dificultad de la materia que las crea y las atenaza. Una extraña, más que inquietante, imagen del mundo doméstico, que parece a punto de rebullir.
"I think of home as both a place and a feeling, something both fleeting and everlasting. A source of potential comfort or contempt, a home sinks in its roots while remaining utterly receptible to being uprooted"
Serena Steven acaba de exponer en una galería de Nueva York
lunes, 14 de septiembre de 2020
Construcción y destrucción durante la Guerra Civil española (de las regiones devastadas y Belchite a los pueblos de nueva planta) (1936-1939)
domingo, 13 de septiembre de 2020
PRIMOZ BIZJAK (1976) & CARLOS BUNGA (1976): HOSPITAL DE CARTÓN (2020)
Hospital de cartón. UN PROYECTO DE PRIMOŽ BIZJAK Y CARLOS BUNGA from Galería Elba Benítez on Vimeo.
El título del vídeo se refiere a un hospital que se construyó efectivamente en fieltro y cartón en un valle de los Pirineos catalanes, cabe unas minas, a principios del siglo XX, en uso hasta el final de la Guerra Civil, y que aún se mantiene en pie.
Se trata de una construcción prefabricada patentada danesa y alemana para hospitales de campaña en los que tratar heridos de guerra y enfermos de pandemias.
Las construcciones prefabricadas de principios de siglo de esta empresa inspiraron posteriormente a arquitectos de la Bauhaus y están en el origen de la arquitectura modulada moderna
Sobre el vídeo y los artistas, véase este enlace
Sobre el hospital y su redescubrimiento, véase también este enlace
ISAAC JULIEN (1960): A MARVELOUS ENTANGLEMENT, LINA BO BARDI (UN MARAVILLOSO ENTRELAZAMIENTO, LINA BO BARDI, 2019)
Isaac Julien: Lina Bo Bardi – A Marvellous Entanglement (teaser) from Victoria Miro on Vimeo.
Nota: para poder ver legalmente este vídeo, "clique" sobre la franja azul que aparece en la pantalla.
Fragmento de una proyección en múltiples pantallas de una filmación sobre la obra de la arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi (1914-1992)
Sobre el videoartista Isaac Julien, véase, por ejemplo, este enlace