Fotos: Tocho, septiembre de 2022
Las regiones de Alsacia y Lorena fueron ávidamente codiciadas por Francia y Alemania. Regiones bilingües, fueron conquistadas por Alemania durante las tres guerras entre ambos países en los siglos XIX y XX, e integradas a Francia tras la Segunda Guerra Mundial.
La devastación fue tal que el gobierno francés lanzó concursos para volver a reconstruir las ciudades del este del país y dotar de alojamientos económicos ya un año antes de la finalización de la guerra, en 1944.
El ingeniero francés Jean Prouvé propuso diversos tipos de edificios públicos y privados y distintos modelos de viviendas, toda prefabricadas industrialmente, que se podían montar fácilmente, sin necesidad de conocimientos técnicos. Fueron concebidas y construidas para albergar a bajo coste y con inmediatez poblaciones sin hogar, ofreciendo confort y calidad espacial.
La producción de las casas y su distribución fue laboriosa. Pronto fueron sustituidas por bloques de pisos construidos también “industrialmente”. Las casas de Prouvé cayeron en el olvido. Pocas han sobrevivido, siempre en pésimas condiciones. Se han convertido en objetos de colección. Los dueños recorren el mundo apenas llegan noticias del hallazgo de una cabaña que podría ser de Prouvé.
La nueva fundación CAB de arte minimalista, en Saint-Paul de Vence (Costa Azul, Francia), ha incorporado una de esas pequeñas y modestas casas.
Enteramente restaurada, las paredes de madera interiores rehechas, muy bien ubicada en un jardín, entre estanques, que acrecientan la imagen oriental de la cabaña, está amueblada con piezas del propio Prouvé, de Charlotte Perriand, y de Pierre Jeanneret, y se cede a artistas becados por y para la fundación como alojamiento.