Seguramente es muy difícil hallar una nueva lectura del cuadro de Pablo Picasso, Las señoritas de Aviñón -un título muy posterior a la realización del cuadro, que Picasso no puso.
Pero se puede evaluar algunas interpretaciones desestimadas o que no se impusieron
La excelente exposición dedicada al poeta y pintor vanguardista, de la primera mitad del siglo XX, Max Jacob, que el Museo de Arte Moderno de Ceret (Francia) presenta, procede a uno de esas reconsideraciones.
Se sabe que el cuadro que hoy solo muestra figuras femeninas desnudas comprendía, en el centro, la imagen de un marinero sentado, de cara al espectador, ante el que se exhibían las figuras desnudas en diversas poses voluntariamente “provocativas” (para el ojo masculino).. Una segunda figura masculina, de perfil, con una calavera en mano, interpretada como un médico, otorgaba gravedad a la escena, que recordaba una vanidad barroca: la muerte acota o se infiltra en los placeres..
El poeta y pintor Max Jacob era un íntimo amigo de Picasso. Compartieron piso y lecho en los duros principios de siglo en París.
Picasso fue el primer ilustrador de la obra escrita de Jacob. Esta relación se repitió varias veces. Los poemarios de Jacob ilustrados por Picasso se sucedían.
Cuando Jacob se hallaba en la miseria, consumido por la bebida y/o el éter (que le producía visiones), en los años treinta, Picasso que ya tenía una vida acomodada, le propuso acogerlo para siempre. Jacob rechazó.
Jacob era judío -un judío convertido al catolicismo. Durante la invasión alemana de Francia y el gobierno pro-nazi del general Petain, Jacob tuvo que portar la estrella amarilla en la solapa que le delataba como judío. Arrestado por la policía francesa en 1944, fue aprisionado y luego enviado a un campo de concentración. A poco falleció de enfermedad. Picasso y otros amigos hicieron todo lo que pudieron para salvarlo. Picasso no dudó en entrevistarse con un colaboracionista para obtener la libertad de su amigo.
Se admiraban.
Se piensa que el marinero en el centro del cuadro antes citado podría ser Max Jacob
¿Max Jacob en un burdel -si es que la escena acontece en uno de estos lugares, supuestamente ubicado en la calle Aviñón de Barcelona?
Jacob era homosexual
Por otra parte, su abuela de la ciudad francesa de Aviñón.
Ya en los años treinta la relación entre este hecho y el título de la obra despertaba comentarios irónicos.
El museo de arte moderno de Ceret sugiere que el cuadro es un homenaje a Max Jacob por parte de su amigo Picasso
¿Qué representa la escena? ¿Documenta una visita del poeta a un burdeles? ¿Acaso es la proyección de una visión, o una pesadilla de Jacob? Jacob era dado a visiones religiosas. ¿Una alusión a esta imágenes marianas o del crucificado?
Las figuras femeninas, desnudas y deformadas, con el porte anguloso de divinidades “primitivas” ¿son la expresión, proyección o plasmación de un temor o un deseo? ¿Es así como Jacob veía a las mujeres -no necesariamente despreciándolas, sino viéndolas como figuras telúricas y ancestrales, que quizá le provocaran angustia, terror -no exenta de fascinación?
El cuadro ¿sería una representación mental,? ¿Acontecería en la mente de Jacob?
No se sabe porque Picasso eliminó a esta figura masculina, a Max Jacob, si es que ésta era un retrato del poeta o una alusión reconocible. Tampoco se sabe a fe cierta a qué se debe la palabra Avignon o Aviñón asociada al cuadro.
Pero que el cuadro pudiera ser una expresión de gratitud de Picasso hacia Jacob -la visión de Jacob como origen del arte moderno- transforma la visión del cuadro. Pese a su gran tamaño deviene una escena íntima, representada en clave.
No sé si conviene que algún día pueda desvelarse el secreto
https://www.musee-ceret.com/expositions/exposition-en-cours/