viernes, 28 de junio de 2013
Estatuas de orantes sumerios: una nueva lectura
Uno de los escasísimos orantes sumerios en España (Museo del Oriente Bíblico, León)
Foto: Tocho, 2011
Los estudios sobre el "arte" sumerio se renuevan. Nuevos intérpretes lo estudian desde ángulos distintos y sobre todo plantean preguntas que hasta entonces no se habían formulado, no dando por sentado nada.
Como comenta Jean Evans (Oriental Institute, Chicago), La estatuaria sumeria siempre ha sido considerada como el origen del arte occidental. Cabe preguntarse porqué, toda vez que el concepto de "arte" no se formulará hasta el siglo XVIII. Es muy difícil pensar que estas efigies hubieran podido ser apreciadas como apreciamos, hoy, las obras de arte.
Por otra parte, su esquematismo, es decir, su antinaturalismo las predispone a ser consideradas como el origen de un tipo de trabajo que necesariamente irá evolucionando -es decir, mejorando- hacia el naturalismo. Partiendo de este punto de vista, la estatuaria sumeria es tomada no como el final de un proceso sino como el inicio. La manera de componer las formas necesariamente es un prueba de su antigüedad, y de su arcaísmo, por lo que estas estatuas han dado nombre a un periodo histórico: el dinástico arcaico, cuyo adjetivo arcaico siempre denota cierta imperfección formal y cultural. De algún modo, las estatuas eran obras de creadores "primitivos", toscos, al menos, que vivieron en tiempos "arcaicos", por tanto, superables.
Por otra parte, las estatuas sumerias, que representan a seres humanos, de pie, con las manos juntas y los ojos bien abiertos, han sido consideradas como representaciones, dobles o sustitutos de seres humanos. Éstos habrían depositado estas efigies en el interior de los templos, sustituyéndolos, a fin que la protección divina, emanada de la estatua de culto, pudiera recaer para siempre sobre la efigie, la cual, en tanto que doble mágico del donante, remitía dicha gracia o protección hacia éste.
Sin embargo, como comenta Evans, las estatuas de donantes -que no siempre se han hallado en lo más recóndito de los santuarios- se encontraban, ciertamente, en recintos de difícil o imposible acceso. Los ciudadanos, contrariamente a lo que acontece en los tiempos modernos, no tenían acceso al interior de los recintos sagrados. solo reyes y sacerdotes podían entrar en aquéllos. Por tanto, las estatuas tenían el poder de lograr lo que a los mortales les estaba vetado. Eso significa que las estatuas no eran simples dobles o sustitutos de los donantes. Poseían propiedades que los distinguían de éstos. Eran algo distinto, y, desde luego, algo más. Toda vez que quieren lograban acercarse a las divinidades eran algo más que mortales, es decir, eran intermediarios entre el cielo y la tierra, la estatua no sustituía al donante sino que mediaba por él ante la divinidad. El ser humano podía entrar en contacto con la divinidad gracias a la estatura.
Esto explica que las estatuas situadas en zonas no recluidas del santuario pudieran, en ocasiones, recibir ofrendas: se las untaba de aceites y se las alimentaba. Los mismos donantes cuidaban de ellas. No se reconocían en éstas, sino que aceptaban que estaban, pese a ser creaciones humanas, por encima de la condición mortal. Estaban quizá más cerca de lo divino que de lo humano.
Los hombres, por tanto, podían implorar al cielo, y recibir una respuesta por medio de una estatua. Era un ente vivo, o un receptáculo que acogía a un poder que intercedía ante la divinidad. No era el donante quien imploraba; era la estatua, su estatua, en actitud de adoración o respeto, a la que cualquier persona podía adorar. El ser humano confiaba un gesto a un ente, la estatua, que estaba capacitada para efectuar lo que estaba prohibido a los mortales: acercarse a la divinidad y suplicarla.
La estatua, así, por un lado permitía que los humanos entraran indirectamente en contacto con los poderes sobrenaturales pero, al mismo tiempo, manifestaba y acrecentaba el abismo entre mortales e inmortales. Las estatuas fueron el remedio ante esta diferencia sustancial, que la propia estatua acentuaba.
Véase: EVANS, Jean M.: The Lives of Sumerian Sculpture. An Archaeology of the Early Dynastic Temple, Cambridge University Press, 2012
miércoles, 26 de junio de 2013
MARC BAUER (1972) & KAFKA (BANDA): THE ARCHITECT (2013)
KAFKA : L'architecte (création Kafka & Marc Bauer) from KAFKA on Vimeo.
Animación del artista francés Marc Bauer, titulada El arquitecto, para la pantalla de fondo de los "cine-conciertos" actuales del grupo francés Kafka.
Se presentó como una "performance" de Bauer, junto con el grupo, en Art Basel este año: http://sarahcrown.wordpress.com/2013/06/13/when-image-meets-sound-marc-bauer-and-band-kafka-at-art-basel-parcours/
Véanse más proyecciones en . http://www.marcbauer.ch/,
así como en: http://vimeo.com/60003045#
Labels:
Modern Art,
música y arquitectura
martes, 25 de junio de 2013
Noé, fundador
Foto: Tocho, junio de 2013
Una hermosa estatua borgoñesa de la primera mitad del siglo XV, de piedra calcárea, en el Museo de Bellas Artes de Lyon (Francia), muestra al patriarca Noé en una postura singular. Lleva en la mano la maqueta del arca.
Según el Antiguo Testamento, Noé, en efecto, construyó el arca. Pero siguiendo los dictados de Yahvé.
Esta imagen, por el contrario, muestra a Noé con un gesto idéntico al de los patronos y los fundadores: portando la maqueta de su obra (un edificio, una ciudad). Estas figuras no son los constructores sino los ideadores, quienes conciben y encargan el proyecto. Son los verdaderos autores, no los responsables materiales, los cuáles solo actúan al dictado de patronos o fundadores.
Esta estatua convierte a Noé en un ideador: es decir, iguala a Noé con Yahvé, una imagen que se anticipa unos años a la concepción nueva del artista plástico renacentista y sobre todo manierista, según la cual, la autoría de una obra reside en la idea y no en la factura o ejecución material, una concepción que ha llegado hasta nuestros días.
Esta estatua ya enuncia el fin de la manualidad como criterio para valorar la responsabilidad del creador.
DAVID ANDERSON (1952): DOORS (PUERTAS, 1990-1991
Véase la página web del artista: http://www.davidandersonfilms.com/, con la versión inglesa sin subtítulos en ruso de este cortometraje de animación, premiado en el Festival de cine de animación de Annecy en 1991.
Véase también: http://www.screenonline.org.uk/people/id/1115040/index.html
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