Fotos de la última fase, aún en ejecución, del proyecto del Chicago Riverwalk, de varios quilómetros de largo
Fotos: Tocho, noviembre de 2021
Una de las zonas más degradadas de Chicago se ubicaba, hasta hace poco, en los márgenes -el margen derecho mirando al lago- del río Chicago, una cloaca a cielo abierto hasta principios del siglo XXI, cabe la desembocadura en el lago: una tierra de nadie que todo el mundo evitaba.
Se trata de una larga y estrecha franja asaltada por un lado por dos niveles de vías rápidas sostenidos por estructuras metálicas oxidadas, y cruzada por numerosos puentes metálicos bajo los cuales nadie se aventuraba a cruzar; una herida a cielo abierto en pleno centro histórico de Chicago.
Desde 2001, este muelle abandonado se reconvierte en un hermoso, sencillo, bien diseñado, sólido, contenido y eficaz paseo con áreas de juegos infantiles, de descanso, y zonas verdes y arboledas, en la que nada sobra, un paseo que ha inspirado el célebre High Line de Nueva York y hoy el parque de ls plaza de las Glorias de Barcelona, cuyo plan general es obra del estudio centenario de arquitectura de Chicago, SOM, y la realización minuciosa de ls brillante arquitecta de ls ciudad Carol Ross Barney.
Las primeras fases, entre 2001 y 2014, del largo paseo zigzaguea por el centro de la ciudad., a muy baja altura, bajo los antiguos puentes de hierro, casi a la altura de las aguas. Avanza sobre las aguas y se retira; se amplia y se estrecha convertido en un camino, es un paseo y unas explanadas que ascienden hasta el nivel de las calles, decenas de metros más arriba (para proteger la ciudad de las inundaciones) y descienden, aterrazadas. Invita a pasear, a detenerse, a sentarse y contemplar las inmutables murallas acristaladas entre las que culebrea el paseo. Se componen de muelles de hormigón, pantalanes flotantes, rampas, escaleras, gradas, escalinatas, caminos, etc. Se alternan, bien ensamblados, como motivos musicales, hormigón, piedra, acero, espejado bajo los puentes, rejillas, madera….Todo se halla perfectamente conservado -cuidado constantemente; quizá el imponente diseño contribuye al respeto y también al uso despreocupado pero atento: un diseño sobrio, casi calvinista, donde nada sobra, y nada pasa de moda. Árboles, parterres, plantas acuáticas, juncos, una vegetación de ribera. Un paseo inundable sin problemas, entre los verticales acantilados que las vías rápidas y las calles, en lo alto, coronan.
Lejos, muy lejos de los muros Jersey que hieren el centro de la ciudad de Barcelona.
Un proyecto de mejora del espacio público urbano sin aspavientos, respetado por todos, y muy hermoso, desde el que se descubre la ciudad con un punto de vista insólito.
Agradecimientos a los arquitectos Jorge Rovira (SOM) y a Felix Solaguren la información brindada.
Los errores son solo imputables al autor del texto y de las fotos.