Fotos (menos la última): Tocho, julio de 2015
Penúltima foto: fragmento de cerámica con escena grabada de danza -una de las primeras representaciones humanas del neolítico en Cerdeña-, cuarto milenio aC, Museo Archaeológico G. Sanna, Sassari
Última foto: ídolo femenino del Monte Accoddi, tercer milenio aC, Museo Archaeologico Nazionale, Cagliari
Ya destacamos la singularidad de este monumento neolítico sardo hace un año y medio. Fue hallado en 1952 cuando se descubrió que el supuesto Monte d´Accorddi era, en verdad, una construcción neolítica.
Se halla en un recinto arqueológico apartado que no siempre se abre al público.
Las imágenes, esta vez, se han tomado dentro del recinto y desde el propio monumento gracias a la generosidad de la Soprintendenza Archaeologica de Cagliari.
Se trata de un altar tronco-piramidal o escalonado, a cuya terraza superior se accede por una rampa. El monumento no tiene parangón con ninguno en Occidente, y recuerda los zigurats mesopotámicos.
Sin embargo, no se trata de ninguna base de templo -como un zigurat- ni menos de un monumento funerario -como las pirámides escalonadas egipcias-, sino de la base de un altar (altar hoy desaparecido).
El monumento comprende un primer altar, de adobe pintado de rojo, que fue recubierto por un monumento escalonado de mayor tamaño, construido con piedras ciclópeas. El aspecto actual es fruto de una restauración parcial (que afecta el lado izquierdo del primer piso) llevada a cabo en los años ochenta, y que hoy no sería posible.
Se ha interpretado, sin evidencias textuales, como un altar dedicado al culto a una diosa-madre, cuya imagen fue hallada (se trata, sin duda, de una ofrenda), cuando el cultivo de los campos, utilizado por diversas comunidades.
El altar se hallaría en medio de poblados dispersos, cuyos restos no se han excavado aun. La existencia de éstos se supone gracias a un gran número de tumbas, excavadas en la roca, cercanas, que testimonian de la presencia de varios grupos humanos en las cercanías.
Junto con el supuesto altar en la cumbre, el monumento se rodea de varios altares en la base, dominados por altos monolitos o menhires, que se interpretan como representaciones divinas.