martes, 1 de septiembre de 2015
LEWIS TRONDHEIM (alias de LAURENT CHABOSY, 1964) & BRIGITTE FINDAKLY: LES COQUELICOTS D´IRAK (AMAPOLAS DE IRAQ, 2015)
La dibujante Brigitte Findakly, esposa del autor francés de cómics Lewis Trondheim (alias de Laurent Chabosy), nació y se formó en Iraq, bajo la presidencia de Saddam Hussein.
Juntos, están publicando una historieta por capítulos, que el periódico francés Le Monde edita los lunes, sobre su vida en Iraq, y sobre la vida en este país hoy, marcado, entre otras lacras (invasión, corrupción) por el ISIL.
La amapola, asociada al dios funerario Morfeo, es un símbolo que recuerda a los caídos en combate: una flor roja, que suele crecer en los cementerios, que se marchita apenas se recoge.
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/05/18/coquelicots-d-irak-episode-2_4635004_4420272.html
http://www.lemonde.fr/culture/article/2015/05/25/coquelicots-d-irak-episode-3_4639711_3246.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/06/01/coquelicots-d-irak-episode-4_4644375_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/06/08/coquelicots-d-irak-episode-5_4649232_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/06/15/coquelicots-d-irak-episode-6_4653953_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/06/22/coquelicots-d-irak-episode-7_4658823_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/06/29/coquelicots-d-irak-episode-8_4663527_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/07/06/coquelicots-d-irak-episode-9_4671904_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/07/13/coquelicots-d-irak-episode-10_4680939_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/07/20/coquelicots-d-irak-episodes-11-et-12_4690493_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/07/27/coquelicots-d-irak-episode-13_4700235_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/08/03/coquelicots-d-irak-episode-14_4709404_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/08/10/coquelicots-d-irak-episode-15_4718917_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/08/17/coquelicots-d-irak-episode-16_4727493_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/08/24/coquelicots-d-irak-episode-17_4734720_4420272.html
http://www.lemonde.fr/bande-dessinee/article/2015/08/31/coquelicots-d-irak-episode-18_4741049_4420272.html
HIWA K (1975): THE BELL (2014-2015) (BIENNALE DE ARTE, VENECIA, 2015)
Una de las mejores y turbadoras obras en el Arsenal de la Bienal de Venecia 2015 es la vídeo-instalación del artista kurdo-iraquí Hiwa K (que vive hoy en Berlín).
Consistente en dos proyecciones y una gran campana de bronce, documenta el trabajo de un metalista iraquí que recupera armas, balas y vehículos militares (aviones, tanques, jeeps, etc.) destrozados para fundirlos y obtener el metal (cobre, hierro, etc.), vendido en el extranjero.
El trabajo, peligroso, debido a los componentes tóxicos o letales y a ocasionales bombas y balas aún activas -el metalista cojea debido a una bomba perdida- permite conocer la procedencia de las armas.
Fundir cañones para fabricar campanas ha acontecido en la Europa cristiana a lo largo de los siglos.
El artista ha encargado una gran campana a un artesano italiano, a partir del metal recuperado en Iraq. La campana se orna con motivos mesopotámicos (acadios, sumerios, asirios, babilónicos) por razones casi previsibles. El sonido grave o lúgubre de la campana alerta sobre la destrucción del patrimonio iraquí (mesopotámico) a manos de la coalición, la guerra civil y hoy el ISIL. Estos motivos quedan como un eco perdido. El relieve neo-asirio tan conocido de una leona agonizando adquiere un nuevo y turbador significado, mientras que los leones y toros alados guardianes de palacios neo-asirios, hoy destruidos, voltean patéticamente, como si saltaran por los aires.
SILVIA COLOMÉ: ¿POR QUÉ SE DESTRUYE EL ARTE?
http://www.lavanguardia.com/mobi/cultura/20150901/54436130376/por-que-destruccion-arte.html
De La Vanguardia, 1 de septiembre de 2015
Nota: el arte no se destruye, sí las obras.
Existen obras de arte que son gestos, gestos de destrucción (véase el arte dadá, por ejemplo), gestos que están en el origen del arte.
Pensemos que algunas de las primeras efigies sagradas antiguamente eran esculpidas para ser luego desmembradas, fracturadas antes de ser enterradas (seguramente para desactivar su influjo).
Las guerras han sido guerras iconoclastas. La destrucción del patrimonio, de símbolos sagrados (estatuas, monumentos), ha sido una de las causas de los conflictos. No había conquista sin la pérdida de las imágenes sagradas del pueblo conquistado. El principal destructor de obras de arte es la propia divinidad; recordemos el Deuteronomo, con la maldición y la aniquilación de estatuas, templos y ciudades, desde El becerro de oro hasta la lluvia de fuego sobre Sodoma y Gonorra. El Antiguo Testamento es una narración continuada de destrucciones de símbolos. Aniquilar ídolos: tal era la orden divina.
lunes, 31 de agosto de 2015
ALA YOUNIS (1974): PLAN FOR GREATER BAGHDAD (2015) (BIENNALE DE ARTE, VENECIA, 2015)
Fotos: Tocho, agosto de 2015
Fotos: Google Image (web de la artista)
La notable exposición colectiva en el Arsenal de Venecia, que forma parte de la Bienal de Arte (Biennale) de 2015, presenta una curiosa obra o instalación de la artista jordana Ala Younis, dedicada al Gimnasio que Le Corbusier proyectó para Baghdad en los años 50 y que fue construido, años más tarde de la muerte del arquitecto, bajo el gobierno del depuesto (y ejecutado) presidente Saddam Hussein en 1980.
La obra comprende fotografías de documentos (planos, escritos, fotografías) hallados en archivos, publicaciones e internet, y una maqueta del edificio, rodeado por estatuas de los distintos gobernantes iraquíes durante los decenios entre el proyecto y su puesta en obra, y una efigie de Mickey Mouse que podría aludir a la invasión de Iraq en 2003 por una coalición encabezada por los Estados Unidos de América.
La obra de Younis es un buen testimonio del impacto de este edificio, tomado como ejemplo de una construcción que ha resultado de decisiones políticas diversas -desde la postura del rey de Iraq Faisal II, quien encargó un proyecto más ambicioso, que comprendía varios equipamientos deportivos y culturales- hasta el deseo del presidente Saddam Hussein por convertir Bagdad en una capital gracias a la arquitectura, como ya lo intentara el rey años antes, pasando por los sucesivos generales pro-soviéticos que mandaron en los años sesenta, tras golpes de estado, y que no veían con buenos ojos un equipamiento deportivo tan completo, pensado para unos Juegos Olímpicos "occidentales".
Con mayor o menor claridad y acierto (en ocasiones la instalación peca de ingenuidad o simplismo) la obra de Younis muestra la arquitectura en el cruce de necesidades ciudadanas y deseos políticos.
jueves, 27 de agosto de 2015
Palmira
Una periodista de un diario español está preparando un artículo sobre la destrucción del templo de Baalshamin en Palmira (Siria) a manos del ISIL. Ha pedido la opinión de varias personas que han trabajado en Siria, historiadores, arqueólogos y arquitectos. Entre las personas contactadas, la historiadora y arqueóloga franco-italiana Dra. Maria-Grazia Masetti-Rouault, directora de la misión arqueologica internacional del yacimiento neo-asirio de Tell Massaïhk a las orillas del río Eúfrates, cerca de la frontera con Iraq, clausurada a finales de 2010 a causa de la guerra civil. Creo que su opinión merece ser leída. Una opinión parecida ha sido cortada por la Televisión Francesa. Su texto será próximamente publicado parcial o totalmente por la prensa española. Se reproduce en este blog con su autorización.Le agradecemos sus opiniones y el permiso concedido:Gentile Signora,
Sono spiacente di risponderle con ritardo: forse non ha più bisogno di me. Le invio comunque, nella forma più rapida, qualche idea, che emerge naturalmente dalla stupefazione, dall'orrore suscitato dai recenti avvenimenti, tanto in Siria che in Irak.
1. La condanna la più ferma, ma anche la più grande tristezza, davanti alla distruzione del tempio di Belshamin a Palmira sono ovvie, ma preferisco ripeterle. In effetti il tempio di Belshamin a Palmira, dal punto di vista della storia dell'arte, ma anche della civiltà, è un monumento particolare, perché rappresenta l'incontro tra la cultura del mondo siro- mesopotamico, - quella che è stata sviluppata dalle società "cuneiformi", assiro-babilonese, poi diventate "aramaiche", infine "siriache", sotto il controllo progressivo dell'impero persiano, poi ellenistico, poi partico - con la cultura del mondo "classico", ellenistico, romano, nel contesto della nascente società araba. Il tempio di Palmira, di struttura classica, - riconoscibile da tutti i turisti! - era decorato con rilievi e sculture che ancora si riferivano ai miti cosmogonici mesopotamici, riadattati certo al gusto locale. Questi rilievi sono stati smontati e studiati dal momento della scoperta, ma la distruzione del tempio resta un dramma comunque simbolico, percepito in modo diverso.
2. Dico "simbolico" et "diverso, perché non so fino a che punto il terrorismo sia al corrente del valore specifico dei monumenti che distruggono, e del loro significato storico, per noi, come per i siriani. Penso che cio' che è attaccato e distrutto sia per loro, essenzialmente, un "oggetto" dell'attenzione (turistica?) dell'occidente, creato dalla ricerca, ma anche, di fatto, frutto del comportamento imperialistico europeo, che si è sempre felicitato di ritrovare in Oriente i segni della colonizzazione antica. Per i turisti, Palmira era una specie di Disneyland...Roma nel deserto! L'archeologia, e il movimento che ha creato, il gusto "orientalistico" che ha fondato, appare in questa prospettiva come una forma irrisoria di dominazione, e stabilisce dei criteri estetici, ma anche poi politici e sociali, di avanzamento, di sviluppo, alla luce di quali in effetti il mondo arabo appare come fondamentalmente "barbaro". I terroristi si comportano dunque come barbari : i conti tornano per tutti, c'é una logica nelle cose, inutile cercare più in là. Ci si indigna , e poi si ringrazia il cielo che da noi, invece...(salvo che..)
3. Detto questo, sia chiaro che non giustifico in nulla il comportamento dei terroristi, i loro crimini, che non hanno nulla di rivoluzionario. Se li detesto con tutte le mie forze, sono più disposta a piangere, piuttosto che sulle pietre, sulla gente che si fa massacrare da tutte le parti,- dal nostro collega, il prof. Khaled al Assad, il Direttore delle Antichità di Palmira , una figura splendida di intellettuale e di uomo di stato, ma anche a quanti muoiono tutti i giorni senza che i giornali ne parlino, o le televisioni si indignino. Come archeologa, so che le distruzioni fanno parte della storia di un monumento, di un sito, saranno studiate e faranno parte della loro evoluzione,e come i restauri! - e in fondo c'é un sacco di documentazione archeologica e scientifica che permetterà alle ricerche di continuare, poi magari anche le ricostruzioni. Per i morti senza nome, senza parole, non resterà che il dolore della loro assenza, per madri, padri, mogli, mariti, amici. Conosco troppa gente in Siria per lamentarmi, come fanno tanti colleghi, su una montagna di macerie. Qualcuno magari un giorno la scaverà di nuovo, e si porrà molte domande, che varrebbe forse la pena di porsi oggi.
Non so se la mia rabbia le sarà di qualche utilità. Rimango a sua disposizione.Cordialement,Maria Grazia Masetti-RouaultDirecteur d'études, Chaire de Religions du monde syro-mésopotamien: archéologie et histoire
Ecole Pratique des Hautes Etudes, Section Sciences Religieuses, Sorbonne, Paris
UMR 8167 Orient et Méditerranée - Laboratoire Mondes Sémitiques, CNRS- Ivry sur Seine
Directeur de la Mission archéologique franco-syrienne à Tell Masaïkh (Syrie)
Directeur de la mission archéologique française à Qasr Shemamok - (Kurdistan, Irak)
martes, 25 de agosto de 2015
JOAN MIRÓ (1893-1983) Y EL ARTE SUMERIO
Fotos: Marc Marín, Taller Sert, Palma de Mallorca, agosto de 2015
La exposición From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics, organizada por Jennifer Y. Chi, Marc Marín y Tocho, que el Institute for the Study of Ancient World (ISAW) de Nueva York presentó entre febrero y junio de 2015 estaba dedicada a la recepción del "arte" sumerio, procedente de las grandes misiones arqueológicas norteamericanas y británicas de entre-guerras en el sur de Iraq -por el aquel entonces, una colonia británica- (Ur, Kish, valle de la Diyala), y que empezaba a exponerse como material etnológico en museos internacionales, por parte de artistas modernos, principalmente surrealistas, en busca de obras de arte "primeras" o "primitivas" que no se limitaran al ya conocido "arte" africano y oceánico, como fuente de inspiración y expresión de un arte "puro", y cómo el interés de los artistas (pintores, escultores, escritores, como Giacometti, Moore, Bataille, Frankfort, etc.), y las obras que crearon a partir de la contemplación de estatuas sumerias, determinaron la suerte de la creación sumeria, desde entonces entronizada en el mundo del arte y considerada como el origen del arte (occidental). Este interés prosiguió gracias a artistas expresionistas abstractos como Wilhem de Kooning, Devid Smith y el poeta Charles Olson en los años cincuenta.
Desconocíamos que Joan Miró, a finales de los cincuenta, también estudió la estatuaria mesopotámica (como la Dama de Warka, orantes sumerios, y estatuillas siro-mesopotámicas de principios del segundo milenio) y utilizó esas formas para la creación de dibujos y de esculturas femeninas (marcadas también por el arte de Picasso de finales de los años veinte), tal como ha apreciado Marc Marín en una reciente visita al estudio de Miró (obra del arquitecto José-Luis Sert), en Palma de Mallorca.
Esta relación deberá ser estudiada.
lunes, 24 de agosto de 2015
Vaticano
Anibal ya no asediaba Roma, pero el ejército cartaginés estaba asentado en Capua, al sur de Roma y, en cualquier momento podía volver a atacar la ciudad. Roma seguía amenazada.
Los sibila, que profetizaba en el santuario de Apolo en Cumas, muy cerca de donde se encontraba el ejército de Anibal, había pronosticado que Roma solo se salvaría si una piedra negra, que se hallaba en Oriente, y que era la manifestación de la Gran diosa-madre, era traída en procesión a la capital romana. Corría el año 205 aC, cuando un barco, cargado con el monolito negro, ascendía a través del río Tíber, desde el puerto de Ostia, hacia el corazón de Roma, acompañado de los servidores de la Gran diosa, llamada Cibeles, que, en trance, anunciaban una nueva era.
Cibeles era una antigua diosa de las montañas de Anatolia. Dominaba el mundo salvaje. Avanzaba sobre un carro tirado por leones. Una corona en forma de muralla la identificaba como protectora de los núcleos urbanos. La acompañaba su amante, el joven pastor Atis que, como símbolo de su entrega completa a la diosa, se había castrado, ofreciendo a la madre tierra su órgano generativo, y los sacerdotes que también hacían el sacrificio de sus partes pudendas en honor de la diosa. La sangre que vertían no era en vano. La tierra, fertilizada por la sangre, así como por la que manaba de los toros sacrificados y emasculados, reverdecía al paso de la diosa.
Se le dedicaron templos no solo en Roma sino, siglos más tarde, por todo el Imperio Romano. Filósofos neoplatónicos tardíos, hacia los siglos cuarto y quinto después de Cristo, consideraban que la diosa era el mundo, Atis, su esposo y su hijo a la vez, que con su sacrificio devolvía la vida a la tierra, el dios supremo. El sacrificio impedía que los entes y seres de la tierra se desperdigaran en la generación mundana, material y retornaran así a lo alto, libres de la tentación de la carne. Gracias a Atis y a Cibeles, el mundo estaba dominado por la luz y las ideas.
Los sacrificios en honor de Cibeles acontecían en diciembre o en marzo. El sacrificio pascual permitía la regeneración del universo. Cibeles era una diosa maternal, que había aceptado unirse a un simple pastor, el buen pastor, al que cuidaba como a un hijo, hijo que había venido a la tierra para sacrificarse en beneficio de los hombres perdidos en la materia, de la que los libraba con su entrega con la bendición de su madre que asumía dolorosamente perder a su hijo para rescatar a los humanos. Cibeles era una virgen dolorosa como se la describía en Roma.
El mayor templo de Cibeles, donde la diosa vaticinaba sobre los asuntos de los hombres y les aconsejaba, se hallaba en un monte en la periferia de Roma: el monte Vaticano.
Tras el emperador Constantino, dos templos dedicados a dioses salvadores, aconsejados por sus madres, se ubicaron en este monte sagrado. Solo uno quedaría, asumiendo las funciones y el sentido de ambos, asegurando así su enraizamiento.
Los sibila, que profetizaba en el santuario de Apolo en Cumas, muy cerca de donde se encontraba el ejército de Anibal, había pronosticado que Roma solo se salvaría si una piedra negra, que se hallaba en Oriente, y que era la manifestación de la Gran diosa-madre, era traída en procesión a la capital romana. Corría el año 205 aC, cuando un barco, cargado con el monolito negro, ascendía a través del río Tíber, desde el puerto de Ostia, hacia el corazón de Roma, acompañado de los servidores de la Gran diosa, llamada Cibeles, que, en trance, anunciaban una nueva era.
Cibeles era una antigua diosa de las montañas de Anatolia. Dominaba el mundo salvaje. Avanzaba sobre un carro tirado por leones. Una corona en forma de muralla la identificaba como protectora de los núcleos urbanos. La acompañaba su amante, el joven pastor Atis que, como símbolo de su entrega completa a la diosa, se había castrado, ofreciendo a la madre tierra su órgano generativo, y los sacerdotes que también hacían el sacrificio de sus partes pudendas en honor de la diosa. La sangre que vertían no era en vano. La tierra, fertilizada por la sangre, así como por la que manaba de los toros sacrificados y emasculados, reverdecía al paso de la diosa.
Se le dedicaron templos no solo en Roma sino, siglos más tarde, por todo el Imperio Romano. Filósofos neoplatónicos tardíos, hacia los siglos cuarto y quinto después de Cristo, consideraban que la diosa era el mundo, Atis, su esposo y su hijo a la vez, que con su sacrificio devolvía la vida a la tierra, el dios supremo. El sacrificio impedía que los entes y seres de la tierra se desperdigaran en la generación mundana, material y retornaran así a lo alto, libres de la tentación de la carne. Gracias a Atis y a Cibeles, el mundo estaba dominado por la luz y las ideas.
Los sacrificios en honor de Cibeles acontecían en diciembre o en marzo. El sacrificio pascual permitía la regeneración del universo. Cibeles era una diosa maternal, que había aceptado unirse a un simple pastor, el buen pastor, al que cuidaba como a un hijo, hijo que había venido a la tierra para sacrificarse en beneficio de los hombres perdidos en la materia, de la que los libraba con su entrega con la bendición de su madre que asumía dolorosamente perder a su hijo para rescatar a los humanos. Cibeles era una virgen dolorosa como se la describía en Roma.
El mayor templo de Cibeles, donde la diosa vaticinaba sobre los asuntos de los hombres y les aconsejaba, se hallaba en un monte en la periferia de Roma: el monte Vaticano.
Tras el emperador Constantino, dos templos dedicados a dioses salvadores, aconsejados por sus madres, se ubicaron en este monte sagrado. Solo uno quedaría, asumiendo las funciones y el sentido de ambos, asegurando así su enraizamiento.
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