lunes, 6 de junio de 2022
BERNARD PLOSSU (1945): EN LA CIUDAD ( EN VILLE)
domingo, 5 de junio de 2022
A los cincuenta días…. (Pentecostés)
Distinguiéndose de la cultura clásica en la que prima la imagen visual -los dioses griegos se exhiben pero hablan poco, y siempre de manera breve y alusiva, como Apolo, mientras, por el contrario, no dudan en hacer acto de presencia-, la cultura y la religión orientales (hebrea, cristiana) concede una gran importancia a la palabra. Nadie ha visto a Yahvé, aunque, ya en el Edén, se le ha oído andar, y se le ha escuchado. Yahvé es un dios que se relaciona con los humanos escondiéndose (tras una zarza añadiendo, una nube espesa, una tormenta), pero cuya voz retumba. Se le caracteriza por su voz. Es el Verbo (a menos que el Verbo sea no solo una manifestación suya sino una segunda divinidad íntimamente unida a Yahvé al igual que la enigmática Sabiduría con la que Yahvé, de nuevo con la voz, departe).
La importancia de la voz (y del sentido auditivo) se manifiesta también en la fiesta cristiana que se celebra hoy: la fiesta del paso de los cincuenta días tras la Pascua; la fiesta de la entrega de las primicias ( los primeros frutos llegados a la madurez) tras la siembra pascual, una fiesta que sigue una cifra mágica (siete semanas, siete por siete días, más uno) que son los que median entre Pascua y el Quincuagésimo o Pentecostés.
Aunque es cierto que los frutos llegan a buen término gracias a una gracia divina, lo cierto es que Pentecostés es una fiesta en la que es la divinidad quien agracia a los humanos: les concede el don de las lenguas, la capacidad no solo de hablar todas las lenguas sino de entenderlas, permitiendo así la constitución de una compleja comunidad humana. Esta fiesta, en la que el don se manifiesta visual y sonoramente -los agraciados ven como el Paracleto o Protector, uno de los nombres del Verbo o del Espíritu, desciende y se posa sobre sus cabezas, invitándoles a dialogar sin la barrera de la diversidad de las lenguas, en una imagen visual que traduce maravillosamente la imagen sonora: una lengua de fuego que expresa el don de las lenguas-, que es una bendición -los humanos pueden entenderse y no enfrentarse por una mala interpretación, una tergiversación, una incomprensión-, es la antítesis de la maldición babélica cuando Yahvé creó la multitud de lenguas pero impidió que fueran todas conocidas por todos los hombres. La posesión de una sola lengua, desconocida por los demás, disolvió los ligámenes humanos, al impedir cualquier diálogo. La fiesta de Pentecostés, que concede el conocimiento absoluto a todos los hombres, viene a remedar aquel divino castigo, y restablece la unidad perdida. A partir de entonces, los hombres podrán volver a entenderse. Cabe preguntarse si este don ha sido plenamente efectivo.
sábado, 4 de junio de 2022
Homenaje a Picasso (Barcelona 1971, 2022)
Fotos: Tocho, junio de 2022
FRANCISCO DE MONTAIGÚ (?-1733): UNIVERSIDAD DE CERVERA (1718-1740)
jueves, 2 de junio de 2022
Render
Un brillante estudiante de arquitectura, ya en los últimos cursos, comentaba recientemente su incapacidad de seguir (y por tanto de superar) la asignatura de dibujo, de los primeros cursos, debido a la importancia que había adquirido el dibujo por ordenador en detrimento del dibujo a mano, y su rechazo de dicho medio representativo, amén de su incomprensión ante el abandono del dibujo a mano que no reproduce miméticamente lo que se ve sino que interpreta lo que se muestra. La creciente existencia y exigencia de laboratorios tecnológicos en las universidades politécnicas apunta al creciente protagonismo de dicha técnica representativa, un cambio más importante en la concepción y la función de la imagen que el que supuso el paso del temple al óleo.
Un proyecto de restauración y reconversión privado de un edificio de grandes proporciones, a punto de ejecutarse -en todos los sentidos de la palabra- fue evaluado recientemente por una comisión municipal. Se descubrió las diferencias sustanciales entre los dibujos coloreados por ordenador y los planos ejecutivos: edificios del entorno desaparecían, ventanas aparecían o se desvanecían, representadas con proporciones que no coincidían con las que tenían en los dibujos técnicos, y alteraciones en la composición de la fachada.
Ante la evidencia de las desavenencias entre los planos técnicos y las perspectivas por ordenador, los responsables sostuvieron que éstas tenían como función seducir a los promotores y lograr vender el edificio, convenciendo a los posibles compradores de la bondad y la "imagen" del edificio. Es decir, el dibujo por ordenador se prostituía, ofreciéndose zalamera o engañosamente, prometiendo lo que no era ni podría ser, mostrando un ente que no existiría tal como se representaba, engañando, en suma, al comprador y al ciudadano.
Tales dibujos por ordenador se llaman, en el vocabulario arquitectónico español, "renders". Un render es un anglicismo impropio. El sustantivo render no existe en inglés. Render es un verbo: to render. Dicho verbo tiene varios significados, desde hacer y operar -el simple y efectivo hacer, poieoo, en griego- hasta traducir y ofrecer hasta representar mediante un ordenador, un significado adquirido recientemente. Los significados originales, por el contrario, se refieren a transformaciones que hacen comprensible y aceptable la realidad, asumiendo, bien es cierto, cierta inevitable traición, la traición de la traducción, si bien sin el acto de to render la realidad no existiría. Interpretar una obra, una partitura musical o un texto teatral, darle vida y comunicarlo a los demás, haciéndoles partícipes de dicha creación, se dice to render. una interpretación personal que no se limita a reproducir las notas del pentagrama. To render designa una acción que da vida y permite que la vida se instale, significados que el "render", entendido como imagen, no posee necesariamente.
Mas, render es también un verbo español. Render significa rendir, avasallar, subyugar. Se trata de un verbo propio del vocabulario militar, y que designa una acción que implica el ejercicio de la violencia física o psíquica hasta lograr la entrega de un enemigo. Render convierte a los demás en opositores o enemigos que deben ser "neutralizados".
Un render es pues un verbo sustantivado -la substantivación es una proceso gramatical propio del español-, tanto en inglés como en español. En inglés celebra la capacidad comunicativa del intérprete; en español, por el contrario, pone el acento en la fuerza -una vez la comunicación o el diálogo no ha dado frutos, y los objetivos solo se pueden alcanzar, supuestamente, por la imposición.
¿Qué es, pues, "un" render, en el vocabulario arquitectónico? Los ejemplos antes citados apuntan a un significado unívoco.