jueves, 23 de mayo de 2019

....Y la Torre de Babel siguió alzándose

CICLO DE HUMANIDADES 

LUJO: LA IMAGEN DEL PODER EN LA ANTIGÜEDAD


Durante milenios, los objetos de lujo se han producido, comercializado, disfrutado y hasta codiciado. Pero ¿cómo se estableció la asociación entre lujo y legitimación del poder? Si las culturas asirio-babilónicas construyeron entornos arquitectónicos y sensoriales para resaltar su poderío, también gozaron de refinadas piezas a las que accedieron a través de las redes comerciales establecidas gracias, en gran modo, a los fenicios. Por su parte, las invasiones persas y helenísticas generaron mitos y héroes vinculados a esa opulencia que han llegado a nuestros días.
Este ciclo propone un conjunto de conferencias con los expertos Pedro Azara,Helena Domínguez del TriunfoJordi Vidal,Rafael Argullol y Rocío Da Riva, en donde desarrollarán distintos aspectos del lujo como imagen del poder en la antigüedad.

La censura en el arte


Historia y decadencia....




El arte se volvió grandilocuente, oscuro o infantil; enigmático u obvio. Las figuras, cada vez más deformadas, hinchadas o grotescas, ensimismadas, levantando la mirada al cielo, cada vez más descomunales, contaban historias, durante decenas de páginas, frescos o relieves inabarcables, que solo algunos eruditos conocían.
Los efectos teatrales se multiplicaban. Se buscaba asombrar, impresionar, intentando que los efectos luminosos y sonoros, las dificultades técnicas escondieran la pobreza o la simpleza de las ideas, las propuestas. El arte era un circo. Se favorecían las naumaquias, las luchas circenses que no acaban nunca, los efectos sanguinarios. Se contentaba el gusto por lo absurdo, la fascinación por lo nunca visto -aunque tras una primera visión nada quedara, nada debía quedar para que la sed inextinguible de novedades perdurara. Lo sencillo debía mostrarse de manera retorcida o buscada. Los espectáculos eran colosales, las historias pesadas, rebuscadas, los efectos suplían la narración, lo maravilloso suplantaba la lógica. Cualquier obra de arte debía convertirse en una espectáculo teatral que debía superar, en luces, fuegos y sombras, a un anterior. La novedad primaba sobre la profundidad. Los efectos debían ser al mismo tiempo fáciles e imprevisibles. Los artistas querían sorprender, desorientar, seducir, cuando, siglos antes, habían intentado ilustrar a través de obras mesuradas y serenas, sin un deus ex machina final que supliera la lógica de la trama ni la consistencia de los personajes.
Se invertían ingentes sumas de dinero en los espectáculos. Éstos podían durar semanas. Algunas de las fiestas que conmemoraban la llegada de un nuevo emperador necesitaban de miles de figurantes y animales salvajes. Las luchas coreografiadas, casi siempre a muerte, eran un pozo sin fondo por el que se perdían fortunas y personas innombrables. Las ceremonias eran cortinas de humo que escondían la ruina física, económica y moral del imperio, a punto de derrumbarse, en medio de una fiesta perpetua. Gritos, luces deslumbrantes seguidas de la oscuridad, sonidos extraños y ensordecedores, relatos inveromísimiles, incomprensibles, la oscuridad en las historias y en las puestas en escena constituyendo el núcleo de las obras: los elementos narrativos y escenográficos que los últimos artistas romanos, muy bien pagados, manejaban, distraían y turbaban, a fin que nadie se diera cuenta de lo que se avecinaba -o, más bien, porque todo el mundo era consciente de lo que iba a ocurrir. Estábamos ya en el siglo quinto después de Cristo, y al Imperio Romano Oriental le quedaban pocos años de vida.
Sí, estoy resumiendo la célebre Historia y decadencia del Imperio Romano que Edward Gibbon escribió en el siglo XVIII. No, no me refiero a lo que se muestra en la presente Bienal de Arte de Venecia.

lunes, 20 de mayo de 2019

NEON REALISM (RUGILÉ BARZDZIUKAITÉ -1983-, VAIVA GRAINYTÉ -1984- & LINA LAPELYTÉ -1984-): SUN & SEA (MARINA) (PABELLÓN DE LITUANIA, BIENAL DE ARTE, VENECIA, 2019)








Fotos: Tocho, mayo de 2019

La playa y el sol. Un largo día de ocio. Cuerpos estirados, abandonados sobre la arena. Indolencia y despreocupación. Olvido de los problemas y de uno mismo. Entrega al abandono. El tedio, lejano. Duermevela entre un rumor de olas, risas infantiles y conversaciones apagadas. Por unas horas, o unos días, una ilusión de felicidad.
La playa es un paraíso.
Mientras, la tierra sucumbe por residuos y contaminación.

Sol y playa (Marina) es el título de la exposición que el pabellón de Lituania, ganadora del León de Oro, presenta en la Bienal de Venecia de 2019.
Éste se ubica en una remota área del Arsenal, de intrincado acceso, vetado hasta este año. Un pabellón abandonado, dejado, sin restaurar, apenas adecentado, con un amplio doble espacio circunscrito por un altillo periférico sostenido por columnas de hormigón.
Suelo cubierto de arena, de toallas de colores nórdicos arrugadas, dispuestas sin orden ni concierto (sin duda cada veraneante se aísla de los demás), de sillas y tumbonas de plástico adquiridos en un centro comercial periférico, juegos infantiles -flotadores rosas, un cubo y una pala, una raqueta, de plástico, una bicicleta caída, una pequeña piscina hinchable de colores, desordenados: la imagen de una playa del norte abandonada súbitamente a causa de un viento frío, o quizá los restos olvidados de un domingo playero, residuos de un día de ocio masivo.

Los espectadores ascienden al altillo y observan los restos de un día de fiesta, sin duda triste o ilusorio.

Cada sábado, actores y cantantes, en la playa, salmodian sus penas y sus cuitas. No son necesarios. El escenario vacío y desolado es suficiente.
La risa se convierte en un rictus.

Una extraordinaria, sobrecogedora propuesta, que no alza la voz, quizá la mejor que jamás se haya presentado en la bienal de Venecia desde el inicio del siglo XXI. Y un ejemplo o una lección para el griterío grotesco de tantos pabellones, seguramente con presupuesto mucho más elevados que el de este modesto y fascinante pabellón.
Como componer un arte poético y político con un simple flotador infantil en forma de pato.

sábado, 18 de mayo de 2019

Comercio de materias primas en la antigüedad (Caravans of Gold, Fragments in Time, Block Museum, Northwestern University, Evanston, Chicago)



Figura sentada, Tada (Nigeria), s. XIII, Cobre, Comisión Nacional de Museos y Monumentos, Abuja (Nigeria) 79.R18

Foto, Tocho, Bloch Museum, Evanston (Chicago)


Nos puede sorprender que se hayan encontrado porcelanas chinas medievales en pleno desierto del Sáhara, pero no nos hacemos demasiadas preguntas acerca del origen de tallas o de retablos medievales. Existen numerosas figuras de la Virgen y el Niño, de marfil y oro, y todos los retablos medievales están dorados, tanto los marcos como los fondos.
¿De dónde viene el marfil y el oro? De centro África, de Malí y de Nigeria, principalmente, traídos por caravanas que cruzaban el desierto del Sahara, que circulaban entre Europa, África y China desde la antigüedad y que, de vuelta a África, portaban, por ejemplo, cobre, venido de Francia, con el que en el poderoso reino de Ifé se fundió la estatua que ilustra este breve comentario, figura -creada cuando los artesanos europeos ya no sabían practicar el naturalismo- que también desmonta la imagen del continente africano como productor solo de fetiches y máscaras "expresionistas" -sin que eso implique que el naturalismo sea una manera "superior" de representar el mundo.

Los contactos entre tres continentes a través del Sáhara, y como determinaron la producción artística tanto en Europa como en África, tal es el tema de una espléndida y compleja exposición (Caravans of Gold, Fragments in Time) en el Museo Block de la universidad Northwestern en Evanston (Chicago)  que posteriormente viajará a Toronto y Washinghton. 

jueves, 16 de mayo de 2019

¿Cómo exponer antigüedades?

Desde un seminario en la Northwestern University en Evanston (Chicago) y en el Oriental Institute (Chicago)


The Reception and Display of Ancient Near Eastern Art
A workshop organized by the Art History Department, Northwestern University, and the Oriental Institute, University of Chicago

Friday, May 17
Trienens Forum, Kresge Centennial Hall 1-515, Northwestern University, Evanston IL

9:00-9:45 Welcome: Reception studies and ancient Near Eastern art
Ann C. Gunter, Art History and Humanities, Northwestern University

9:45-10:30 Babylon– Berlin. Walter Andrae’s reconstruction of the Ishtar gate at Berlin in the context of the Zeitgeist and contemporary art
Helen Gries, Vorderasiatisches Museum, Berlin

10:30-11:00 Coffee

11:00-11:45 Representing Mesopotamia in the Oriental Institute Museum, 1931-present
Jean M. Evans, Deputy Director, Oriental Institute, University of Chicago

11:45-12:30 Ancient Near Eastern Art in The Metropolitan Museum of Art
Yelena Rakic, Ancient Near East Department, Metropolitan Museum of Art

12:30-1:45 Lunch

1:45-2:30 Ancient Middle Eastern artifacts—or modern ones?
Pedro Azara, School of Architecture, Barcelona (ETSAB)

2:30-3:30 Respondents
Paul Collins, Department of Antiquities, Ashmolean Museum, Oxford
Claudia Brittenham, Department of Art History, University of Chicago
Ashley Fiutko Arico, Department of Ancient and Byzantine Art, Art Institute of Chicago

3:15-3:30 Break

3:30-4:00 Discussion

4:30-5:30 (time to be confirmed) tour of "Caravans of Gold, Fragments in Time: Art, Culture, and Exchange across Medieval Saharan Africa," Block Museum of Art, Northwestern University

6:30 pm dinner (for speakers, respondents, and invited participants)


 PONENCIA DE PEDRO AZARA
(VERSIÓN ESPAÑOLA)
El escritor argentino Jorge-Luis Borges anotó que Picasso era anterior a los escultores africanos del siglo XIX ya que las obras de éstos entraron en los museos y fueron apreciadas como obras de arte por los ojos occidentales gracias a la “lectura” que del arte africano Picasso realizó, quien se inspiró de la manera de componer dichas tallas, una manera inédita de mirar y de traducir plástica la visión en el arte occidental nacido del renacimiento que se apartaba del naturalismo.  Picasso creó el “arte” africano, lo introdujo en el mundo del arte tal como éste fue definido en Occidente en el siglo XVIII. Picasso es más antiguo que las esculturas africanas más antiguas, pues sin Picasso, sostuvo Borges, no hubiéramos mirado aquellas tallas, no habríamos sabido mirarlas en Occidente, hubiéramos desviado la mirada ante su presencia enigmática que no cuadraba con forma de representación conocida y aceptada alguna. Los escultores africanos no se inspiraron del arte moderno occidental –en este caso, la relación es inversa- pero la creación africano devino arte, entró en la historia del arte y se relacionó con otras formas de arte gracias a que Picasso lo contempló como si fuera un arte más. El arte africano empezó a ser contemplado “desinteresadamente”, se empezó a pensar que el arte africano había sido creado para ser contemplado desde la distancia, gracias a Picasso, en palabras de Borges.
¿Qué tenemos delante, qué vemos?

miércoles, 15 de mayo de 2019

"Quiero comprarme un jersey a rayas"



























Fotos: Judit Gabriel & Tocho, mayo de 2019

Lo más importante de la Bienal de Venecia.
¿Qué sería  la inauguración de una feria o bienal de arte contemporáneo, como la Bienal de Venecia, recientemente abierta, sin la fantástica pareja -él es ella, ella es él- vestida de rosa, con sombrillas victorianas, de Eva y Adele?
El carnaval veneciano más entretenido no es en febrero: artista emergentes o decadentes, galeristas, directores de museos, comisarios de diverso pelo, críticos, "performers", conservadores, políticos huidos de la justicia, coleccionistas, marchantes, directores de revistas, periodistas, entrevistadores, fotógrafos,, "influencers" (sea lo que sea), "instagrammers", todos se ponen sus mejores galas (aviso: se llevan las rayas y los cuadros en colores fosforescentes en maxi-abrigos). Los demás, gafas de sol. La Bienal será sombría pero quienes la organizan se olvidan, por unas horas, de sus negros postulados.
May You Live in Interesting Times: tal es el título o el tema -es difícil saberlo- de la actual bienal de Venecia. Desde luego