Foto, Tocho, Bloch Museum, Evanston (Chicago)
Nos puede sorprender que se hayan encontrado porcelanas chinas medievales en pleno desierto del Sáhara, pero no nos hacemos demasiadas preguntas acerca del origen de tallas o de retablos medievales. Existen numerosas figuras de la Virgen y el Niño, de marfil y oro, y todos los retablos medievales están dorados, tanto los marcos como los fondos.
¿De dónde viene el marfil y el oro? De centro África, de Malí y de Nigeria, principalmente, traídos por caravanas que cruzaban el desierto del Sahara, que circulaban entre Europa, África y China desde la antigüedad y que, de vuelta a África, portaban, por ejemplo, cobre, venido de Francia, con el que en el poderoso reino de Ifé se fundió la estatua que ilustra este breve comentario, figura -creada cuando los artesanos europeos ya no sabían practicar el naturalismo- que también desmonta la imagen del continente africano como productor solo de fetiches y máscaras "expresionistas" -sin que eso implique que el naturalismo sea una manera "superior" de representar el mundo.
Los contactos entre tres continentes a través del Sáhara, y como determinaron la producción artística tanto en Europa como en África, tal es el tema de una espléndida y compleja exposición (Caravans of Gold, Fragments in Time) en el Museo Block de la universidad Northwestern en Evanston (Chicago) que posteriormente viajará a Toronto y Washinghton.
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