Fotos: Tocho, Akre (Gobernación de Mosul, Kurdistán, Iraq), octubre de 2025
Los días del ogro, cubierto de serpientes, que mandaba en Akre hace dos mil setecientos veinticinco años, al tiempo que, como todo ogro, se alimentaba de niños que devoraba, iban a llegar a su fin.
Un joven herrero templó una espada y consiguió decapitar al ogro.
Hacia treinta años que la sequía asolaba la tierra. Apenas cayó el ogro, llegaron las primeras lluvias de marzo.
Desde entonces, el Newroz o año nuevo zoroástrico -año de lluvias, año de bienes, como en el inicio de los tiempos- se celebra en Akre -y en el Kurdistán iraní-, una ciudad montañosa, de casas cúbicas, a menudo pintadas de los colores del cielo y del fuego, adherida a las estribaciones de la cordillera del Tauro, entre el norte de Mesopotamia y el altiplano anatólico, donde la religión monoteísta de Zoroastro -la primera religión monoteísta de la historia, aunque la figura del demonio, como en el cristianismo, tiene un peso importante- se sigue practicando.
La lluvia se acompaña del fuego, símbolos zoroástricos: jóvenes porteadores de antorchas descienden de la montaña bajo un cielo iluminado por fuegos (artificiales).
NB: el ex-presidente Saddam Hussein asoló la ciudad y ejecutó a una gran parte de la población a finales de los años ochenta, tras lo cual la sometió a un durísimo toque de queda hasta 1991: solo se permitía salir de la ciudad solo entre las ocho de la mañana y las dos de la tarde en invierno (las cuatro de la tarde en verano).
Tras la primera guerra del golfo y hasta la caída de Saddam Hussein en 2003, ls coalición internacional impidió que el gobierno Iraqi siguiera dominando la ciudad, por lo que, de hecho, ésta se volvió independiente. El gobierno turco también ha bombardeado la región hasta hace poco, afectada por los misiles de la reciente guerra de los doce días entre Irán e Israel.
El agua ha vuelto a su cauce hoy.
Agradecimientos al cónsul honorario español, kurdo, por las explicaciones















