Tiamat II, 2015
Tinta china sobre papel Japón
69,5x142 cm
Gea, 2000
Cerámica
126x50x12 cm
Los Anunaki VI, 2015
Tinta china sobre papel Japón
142x69,5 cm
Agugi (o Igigi), 2015
Cerámica
40x396x134 cm
Los Anunaki V, 2015
Tinta china sobre papel Japón
142x69,5 cm
Los Anunaki IV, 2015
Tinta china sobre papel Japón
142x69,5 cm
Medusa, 1999
Guache sobre cartón
25,7x22 cm
Alepo, 1999
Cerámica
19 cm altura. diámetro: 36 cm
Nota: pieza no incluida en la muestra
Fragmento de uno de los textos del catálogo de próxima publicación de la muestra Despojos y dèries, inaugurada ayer en la Fundación Suñol de Barcelona. Consistente en un diálogo sobre la obra de Rosa Amorós:
PA: En sus últimas
esculturas orgánicas, son ilustrativas las referencias mitológicas que Rosa
Amorós utiliza. Algunas de sus esculturas tienen títulos que remiten a nombres
de divinidades tanto griegas como mesopotámicas, como Gea (la diosa madre
griega), Tiamat (la divinidad de las aguas que corren en Babilonia), los Igigi
(los dioses primordiales mesopotámicos que, bajo la forma de peces, vivían en
las aguas de los orígenes) o los Anunnaki, que es el nombre colectivo de los
dioses celestiales del Próximo Oriente antiguo. Estas divinidades son casi
siempre femeninas, corresponden a diosas madre, no son divinidades
antropomórficas, sino que son materias o espacios primigenios convertidos en
dioses. Son seres a los que no se solían dedicar santuarios, porque eran la
base misma sobre la que se edificaban los templos. Un santuario era un espacio
acotado que encierra una tierra sagrada, vetada para los mortales, y esas
diosas, a las que Rosa alude o que representa, ya son la propia tierra
sacralizada.
HT: Cuando hablas de espacios
primigenios, ¿quieres decir que estaban topográficamente señalados?
PA: Son los espacios
originarios a partir de los cuales se genera el cosmos y todos los seres,
mortales e inmortales, que lo pueblan.
HT: ¿Espacios o energías?
PA: Son espacios llenos de
energía. Por ejemplo, en Mesopotamia el nombre de la diosa madre también se
traduce como ‘vagina’. Más que de un espacio, se trata de un hueco o de una
grieta de la que nacen los elementos que conforman el cosmos. En Grecia,
existían dos divinidades primordiales llamadas Gea y Caos; eran muy parecidas, a
veces se confunden. Caos también se equipara a las profundidades de la tierra,
al Tártaro, al Hades (el mundo de los muertos), en el que las formas y los
seres se descomponen, regresando a su condición primera, material. Caos no era
un lugar desordenado, como podríamos pensar, sino que era una herida en la
materia. Esta se desgarraba muy profundamente y alumbraba a las primeras
divinidades. La escultura de Rosa Amorós llamada Gea muestra una masa vertida, en la que se perciben abombamientos,
unas primeras hinchazones que recuerdan a una multitud de ubres o de testículos
como los que colgaban del pecho de la diosa Artemis de Éfeso, una diosa madre
oriental precisamente.
El nombre de Caos está
relacionado, en la Grecia antigua, con una familia de términos que designan
todo tipo de aperturas, heridas, arcadas y bostezos. Se pensaba que la materia
somnolienta se desperezaba, abría la boca con un movimiento incontrolable, para
expulsar a las divinidades que llevaba dentro.
HT: En este sentido, el título
de la exposición, Despojos i dèries,
le va como anillo al dedo, ya que dèria,
en catalán, es “una idea fija que incita persistentemente a hacer una cosa”, lo
que alude a una energía enajenada y creativa, que tendría relación, por un
lado, con las diosas creadoras de las que hablabas y que ella menciona en sus
títulos y, por otro, con los despojos.