viernes, 23 de julio de 2021

JACKSON BROWNE (1948): A SONG FOR BARCELONA (2021)


Sobre Browne, véase su página web


"A Song For Barcelona"

I think I must have lost my way a long long time ago
Somewhere in the distance between love and business, I don't know
Didn't have that far to go to find my pleasure though
Lovers like islands in an archipelago
Set in a sea of time
Love is a place you find
Where when two people rhyme, they begin to grow
Learning the other ninety-nine words for snow

This is a song for Barcelona, city of gravity and light
City that gave me back my fire and restored my appetite

I hear the sounds of youth up all night in the plaza
Under the sleepless eyes of the grandmothers on the terrassa
In the streets of Gràcia and on the Ramblas
I see the searching eyes and youthful bodies pass
And my own vanished youth
Becomes my central truth
Though I no longer care
The truth is everywhere
That soon the world I love will no longer be anywhere

This is a song for Barcelona, city of Gaudí and Jujol
City that ignited my desire, and temporarily, my soul

They come from Ireland, they come from Africa
They come from the U.S., they come from Canada
They come from Norway, they come from China
They come from Uruguay and from Bulgaria
They come for pleasure
They come for freedom
For the chance encounter
Or the revelation
They come for business
Or for adventure
They fall in love with the information
About the world and about each other
They dream, and when they wake up
They're not in Spain anymore

This is a song for Barcelona for architecture and fútbol
And for the streets that gave me refuge
In my escape from rock and roll

Una cançó per Barcelona
Per respecte I future
Per justícia I la terra, ara som sis milions I un

Via Laeitana, Gran Via, Urquinaona, Tarragona, El Parra.lel
Torrent de l'Olla, Carrer de l'Or, o Encarnació
Plaça del Sol, Plaça del Tripi, Passeig del Born
Sant Pere mes Alt, Sant Pere mes Baix
Carrer Robadors, Carrer Escudallers
Carrer del Mar, Carrer Vérdi
Pinto Fortuny, Marcat dels Encants, Portal del Angel

De los gremios a las escuelas superiores

La Universidad (el llamado Estudio General) de Barcelona fue desplazada a la ciudad de Cervera después de la toma de la ciudad y del bombardeo y destrucción de uno de sus barrios. La Ciudad había optado por el bando perdedor en la Guerra de Sucesión, entre el reino de Francia y el Imperio Austríaco, enfrentados por nombrar a un nuevo rey en España, tras la muerte sin descendientes del rey Carlos II. Dado que las casas reales estaban todas emparentadas, Francia y Austria tenían buenas razones para que un rey francés o austríaco reinara en España. La madre de Carlos II era austríaca (Margarita de Austria), y su esposa francesa (María Luisa de Orleans).

La desaparición de la Universidad de la ciudad de Barcelona, entre 1717 y 1838, cuando la institución universitaria pudo lentamente regresar y, tras unos inciertos inicios en un convento renqueante (el desaparecido Convento del Carmen), asentarse en un edificio de nueva planta, la por el aquel entonces llamada Universidad literaria de Barcelona, en 1882, pareció causar un profundo vacío cultural y educativo en la ciudad.

Sin embargo, no fue así. Barcelona acogió la Real Academia de Matemáticas Militar en 1720, una institución de estudios superiores modélica en Europa, que formaba a militares y a civiles, tanto en ingeniería cuanto en arquitectura.

Al mismo mismo, la llamada Real Junta Particular de Comercio, una institución de origen medieval, cerrada tras la toma de Barcelona, volvió a abrir a mediados del siglo XVIII, y fundó uno de los conjuntos de estudios superiores más notable de Europa, ubicados en una rehabilitada Lonja de Mar: aquéllos se impartieron en escuelas de Nautica; Nobles Artes (antes, Escuela Gratuita de Diseño); Química; Taquigrafía; Física; Cálculo; Botánica; Matemáticas, Aritmética y Geometría; Francés, Italiano e Inglés; Arquitectura Naval; Maquinaria; Economía Política; Arquitectura; y una escuela para sordomudos.

Todos estos nuevos estudios eran muy distintos de los estudios universitarios, de raíz medieval, que se habían impartido en un cada vez más decadente Estudio General -versados en Derecho Civil y Canónico, Medicina, Teología, Filosofía, y Artes Liberales-. Aquellos eran estudios de nuevo cuño, de ciencias puras y aplicadas, y de economía, que tenían como finalidad reactivar la producción industrial (la naciente industria textil, que requería desde maquinaria hasta dibujantes para estampados, y técnicos en estampación) y el comercio (marítimo, sobre todo) que se practicaba con América y con el norte de África.  Estudios teóricos y prácticos seguidos por numerosos estudiantes. Cuando la Universidad regresó a Barcelona, la ciudad hacia tiempo que había cambiado profundamente.

Por suerte, toda la documentación (miles de páginas) de la Junta de Comercio se conserva en la Biblioteca de Cataluña de Barcelona: un viaje vital y fascinante:

Solo por citar dos muestras: consúltese, por ejemplo:

Anys 1836-1850 

Caixa 128 1. 

1836 Comunicats mensuals de les escoles de Nàutica, Nobles Arts, Química, Taquigrafia, física, Càlculo, Botànica, Matemàtiques, Aritmètica i Geometria, Francès, Italià, Anglès, Arquitectura Naval, Maquinària, Economia Política, Arquitectura i sordmuts.


JUNTA DE COMERÇ LLIGALL XCVI 

Caixa 128, Núm. 1-13 

Caixa 129, Núm. 14-19 

(R.8849) Escoles de la Junta de Comerç. Comunicats mensuals


JUNTA DE COMERÇ LLIGALL XCVIII 

Caixa 131, Núm.1 - 22 (R.8851) Escoles de la Junta de Comerç. Certificats d'admissió d'alumnes. Matrícules. Llistats d'alumnes matriculats. 

Anys 1824-1847 1. 1824 Escola d'Arquitectura. Certificats d'admissió d'alumnes i de bona conducta. (7f)

jueves, 22 de julio de 2021

Barcelona, ¿Capital Mundial de la Arquitectura?

 

Video promocional de la candidatura de la ciudad de Barcelona como sede de la Unión Internacional de los Arquitectos (UIA)  y Capital Mundial de la Arquitectura en 2026. Es finalista junto con Pekín.
El veredicto, la semana que viene en Río de Janeiro.

La filmación, que parece realizada en los años noventa, muestra los peores, tardíos edificios de Enric Miralles, Oriol Bohigas -y Antonio Gaudí-, y mediocres obras de Jean Nouvel y Enrique Ruiz, amén del desolado nuevo “barrio” del Forum, cuyos bloques recuerdan frías estelas funerarias. 
Baila, por suerte, Sau-Ching Won, la mejor bailarina contemporánea holandesa, afincada en Barcelona, que acaba de actuar en el Festival de Avignon, con el grupo La Veronal.
Y falta Rosalía…

No sé si la alcaldesa de Barcelona podrá invitar a un "relaxing cup of café con leche" en la Plaza Real, como hizo la "mítica" alcaldesa de otra gran ciudad en la Plaza Mayor....

miércoles, 21 de julio de 2021

Protección y defensa

 El gremio de constructores se creó en Europa en la Edad Media. Se distinguía de los gremios romano y griego en que no era una agrupación religiosa: así como en la antigüedad la corporación de los constructores se asemejaba a un colegio actual -curiosamente, de origen medieval-, ya que velaba por la vida de la familia del constructores tras el fallecimiento de éste, quizá por accidente, el gremio medieval brindaba y velaba por los conocimientos prácticos, por la pericia del constructor. 

Los gremios siguieron activos y de obligada asistencia hasta la revolución Francesa. Mas, desde el siglo XVI, las nacientes academias -constituidas sobre la supuesta base de la Academia platónica- ofrecían conocimientos históricos y teóricos sobre lo qué es y significa la arquitectura, dando importancia al proyecto -el "disegno"- en detrimento de la obra. 

precisemos que la palabra academia debe su nombre al héroe ateniense Academo, que libró a a Atenas de una guerra cruenta, en cuyo jardín funerario, Platón instituyó su escuela. La Academia es un refugio de paz, un lugar retirado en medio de un bosquecillo.

En España, la primera academia de arquitectura fue fundada por el arquitecto Juan Herrera -uno de los mejores arquitectos españoles de todos los tiempos-, en Madrid, por orden de Felipe II, en la segunda mitad del siglo XVI. Se trataba, en efecto, de una Academia de Arquitectura -así se denominaba en parte-, mas sus enseñanzas se impartían dentro del marco de una Academia de Matemáticas Militar. Sus enseñanzas iban dirigidas tanto a militares cuanto a civiles: artificieros, ingenieros (militares y civiles) y arquitectos. No se enseñaba tanto la toma y destrucción de ciudades y fortalezas, sino su defensa, la misma cualidad que debían poseer las moradas: un lugar seguro y discreto, capaz de ofrecer cobijo entre cuatro paredes. 

Esta academia dio lugar a instituciones parecidas: en Bélgica -posesión española- y, tras la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII -que dio pie a un cambio de linaje real, de los Hausburgo alemanes a los Borbones franceses-, con la llegada de Felipe V, en Barcelona, ciudad que dispuso, tras la toma, destrucción de un barrio y construcción de una ciudadela -un acto en el que la destrucción y la construcción se entremezclan, destrucción que afectaría también a la Ciudadela a mitad del siglo XIX-, de la Real Academia de Matemática Militar más prestigiosa de Europa, con un programa de estudios militares y civiles, que los civiles podían seguir, de cuatro años, en la que se impartían clases de ingeniería militar y civil, y de arquitectura civil, con clases de ornamento, proyectos y representación gráfica, que suplieron sobradamente, una decaída Universidad (llamada Estudio General), aún anclada en el pasado, que fue clausurada y desplazada a Cervera. 

Que los estudios de arquitectura estén ligados a programas militares puede sorprender, si bien los mitos cuentan que en el inicio de los tiempos, en el Edén o el la era de Saturno, todos los seres vivientes, mortales e inmortales, vivían en armonía, y que solo la caída del hombre, su primera falta, deshizo la cohabitación pacífica, creó bandos y exigió la parcelación del espacio -ya nada se compartía, nada era ya de todos-, y la construcción de muros y de techos para la protección de seres sometidos al ataque, siempre posible, de enemigos que, hasta entonces, habían formado parte de una misma comunidad de vivientes.

La arquitectura es una defensa contra las inclemencias y los enemigos. Es también un lugar de acogida, perfectamente acotado, un espacio donde las armas se dejan en el exterior. Sin guerras, sin la necesidad de plegarias pidiendo clemencia divina, sin males físicos y espirituales, no habríamos tenido necesidad de levantar muros entre nosotros. La arquitectura es el arte de hacer soportable el encierro.

martes, 20 de julio de 2021

Poesía, pensamiento y arquitectura

Me hago una idea; hazte a la idea; hazme un resumen, o un café; no te hagas daño; haz lo que debas; hazte la cama; ¿has hecho los deberes?; la maleta ¿está hecha?; ¿nos hacemos un "selfie"?. Se hizo su casa. 

El verbo hacer se aplica a múltiples tareas, a muy diversos tipos de tareas, e implica tanto una acción física, un obrar, cuánto mental -lo que no da lugar a ningún gesto, ningún movimiento, fuerza o esfuerzo.

Se pueden hacer ideas, cafés, deberes, maletas, fotografías.... hacer implica concebir y construir, preparar y producir.

Una polisemia tan amplia, que va del obrar de la mente a la mano, existía, en la Grecia antigua, con el verbo poieoo: hacer, obrar.

De poieoo -o de poiesis- nace la poesía: un verbo históricamente fundamental pues determina el momento en que la poesía deja de ser obra de las Musas -que dictan al poeta lo que tiene que contar, cantar en voz alta, públicamente, sin que éste intervenga ni se puede sentir el responsable de la obra en lo más mínimo- para convertirse en un "trabajo", un producto versificado fruto del empeño, el esfuerzo del poeta, un producto que ya no se enuncia, sino que se escribe, y por cuyo trabajo el poeta puede cobrar ya que él y solo él, sin intervención sobrenatural, es el autor de los versos.

Poieoo se suele traducir por hacer, obrar, siendo la poesía, "románticamente" aureolada, la obra ejemplar, o más digna que cabe encontrar.

Sin embargo, para Homero, poieoo significaba, además o principalmente, construir. Los templos, los altares, las puertas se "hacían". Para Homero, poieoo no podía designar, o apenas, la labor del vate, pues éste solo producía o componía poseído por las Musas: eran estas diosas las que le comunicaban lo que debía componer y cómo debía hacerlo. El vate era un mero emisor de temas, fórmulas, ritmos y melodías de los que no podía sentirse responsable. La poesía era un producto sagrado, al menos generado por potencias sobrenaturales a través de los medios humanos limitados que permitían que dichos enunciados llegaran a los oyentes. El poeta era un (re)transmisor -que, como máximo, amplificaba la queda voz divina.

Por el contrario, la arquitectura sí era el fruto de un trabajo humano: incluso los templos, cuyos modelos, ciertamente, eran templos celestiales ideados y construidos en un tiempo antes del tiempo, como los templos de cera, de bronce, o de plumas, que Apolo y sus ayudantes levantaron en los orígenes del tiempo. Los pesados templos de piedra o de mármol, materiales, terrenales, sin la levedad de las plumas, sí eran obra de los humanos. Y poieoo nombraba su esfuerzo, su lucha con la materia. Construir, por tanto -construir moradas para los dioses- era una actividad "poética". El arquitecto "hacía" poesía.

 Cuando el filósofo prusiano Kant, en el siglo XVIII, enunció que el juicio estético tenía como consecuencia la determinación de las cualidades sensibles de las cosas, en particular la belleza, cualidad que no era hallada o registrada por el esteta sino inventada, dispuesta por él en la obra enjuiciada, parecía que se marcaba un profundo y duradero quiebro en la evaluación de la obra de arte. La separación entre las artes mecánicas -que llevan a fabricar cosas, obras de arte, por ejemplo- y las artes liberales -que permiten reflexionar sobre le hecho o acontecido- se disolvía. El juicio estético no descubría la belleza, sino que la fundaba -algo así, en verdad, había postulado Platón cuando, en su célebre texto sobre el saber del esclavo, mostró que conocer significa reconocer. No se descubren propiedades, cualidades, relaciones estudiando el mundo, sino que los supuestos descubrimientos no son sino fenómenos que ya se conocían pero habían caído en el olvido. No se aprende, no se descubre nada nuevo, sino que, en determinadas circunstancias, un objeto o una situación nos activa la memoria y "descubrimos" con sorpresa que ya sabíamos la respuesta a una cuestión dada. Pensar en recordar lo que se sabe sin ser consciente de poseer dicho saber. El saber es innato: tiene, tan solo, que ser activado o extraído.

La nítida diferenciación entre el hacer y el reflexionar no fue solo "obra" de Kant. En el historiador griego Herodoto (doscientos años antes que Platón), poieoo no significaba solo hacer u obrar, sino también juzgar, evaluar o estimar con la mirada. La creación era también un pensamiento, el fruto de un pensamiento. Un juicio "hacía", de pronto, que algo cobrara sentido. El sentido del mundo no estaba allí para que se descubriera, sino que aquél era fundado, percibido o inventado -poieoo también significaba inventar, al menos en época de Platón: se inventaban incluso nuevos dioses, una expresión casi sorprendente.

Hacer, obrar no era, pues, un gesto banal, sin consecuencia, sino que se trataba de la manera cómo el hombre ordenaba el mundo. Un mundo que los dioses habían abandonado a los humanos para que éstos hicieran con él lo que quisieran.

Ya sabemos cuáles han sido y son las consecuencias de nuestro hacer (o deshacer).  

lunes, 19 de julio de 2021

JOAQUIM PEDRO DE ANDRADE (1932-1988): BRASÍLIA: CONTRADIÇOES DE UMA CIDADE NOVA (BRASILIA: CONTRADICCIONES DE UNA CIUDAD NUEVA, 1968)

 

Sobre este director de cine brasileño véase, por ejemplo, este enlace

(A golpe de) Like -(No) Me gusta.

Las asignaturas universitarias pueden concluir con una exposición sobre las actividades de las mismas, presentando apuntes, notas, dibujos, gráficos, trabajos notables de estudiantes, que ofrecen un panorama completo de los objetivos, temas, desarrollo y logros de un curso.

Desde hace un par de años, la muestra es virtual. Se presenta en Instagram. Los materiales solo pueden ser fotografías (sin excesiva calidad), filmaciones de un minuto como máximo y textos de cuarenta y cinco palabras. Ni una más.

Todo el trabajo de un año resumido en unas pocas imágenes y palabras, de consumo inmediato, consultadas en un móvil.

El número de "Like(s)" determina el éxito de la asignatura, y su futuro -en el caso de una asignatura optativa que puede ser cancelada al cabo de un año..  

Un "like", un "me gusta". La suerte de un curso, la "imagen" del mismo, su valoración depende de la expresión "me gusta": reacción y no juicio. "Me" gusta: soy el único juez. Tengo el poder en las manos (en el pulgar). La imagen solo puede contar para mí. Mis "gustos", mi amplitud de miras, o mis estrecheces, determinan la bondad, la suerte de un trabajo. Soy el centro del mundo, con un mando a mano. El tecleo manifiesta una reacción impulsiva ante una imagen: la veo -no sé si la miro- y pulso un botón "virtual". Aquella es instantánea. La reflexión está proscrita. No puedo ni debo pensar. Pensar exige tiempo, maduración. Debo actuar al momento, so pena que nuevas imágenes me atraigan y me alejen de las anteriores, pronto olvidadas. Las imágenes se crean y se disponen, se presentan para suscitar dicha reacción inmediata. No se puede tomar el tiempo de razonar, ni existe la posibilidad de redactar un comentario comedido, matizado, que dé cuenta de la posible complejidad de lo que se expone. La mano ágil, que digo, el dedo, nervioso, golpea bruscamente el signo de aprobación. Éste, en ocasiones, como en el circo romano, donde se daban rienda a las (bajas) pasiones, rápidamente colmadas, se representa mediante el dibujo esquemático de un pulgar que apunta arriba -o abajo. La suerte, el capricho, el antojo determinan el valor de lo que se muestra. Lo que se mide es el instinto, la reacción casi Pávloviana ante una imagen o unas pocas palabras. La lenta y meditada contemplación, la complejidad de una frase que trata de acotar un tema no tienen, literalmente, cabida ni sentido. Pues podrían dar qué pensar.

Es así como, hoy, juzgamos la enseñanza universitaria.

Quizá no debamos sorprendernos de determinadas actitudes y reacciones. La satisfacción inmediata debe ser cubierta.