lunes, 15 de agosto de 2022

Quince de agosto: día de María ( la imagen de María en el arte islámico)













 Imágenes de Maryam con o sin Isa (Jesús) en miniaturas persas, mongoles y otomanas que, por un lado son fieles al Corán (en este caso influido por evangelios apócrifos) y por otro denotan influencias artísticas  europeas traídas por los jesuitas.

En el día de María, en un verano tórrido y reseco 



domingo, 14 de agosto de 2022

GLORIA FRIEDMANN (1950): CUADRADO ROJO, 1997)















 

La artista alemana Friedmann es la arquitecta de uno de los más hermosos -y espartanos o recogidos- refugios en Europa: un cubo de ladrillo y madera ubicado en medio del paisaje, al sur de París (Francia) una cara intensamente roja y otra acristalada hacia el valle. El suelo es de tierra batida mientras que el altillo, al igual que el mobiliario se ha construido con madera. Las paredes interiores, de obra vista.

Hoy cerrado por la falta de personal, hasta hace poco el cubo podía ser alquilado para que seis personas pudieran pasar la noche -aunque no tuviera agua corriente ni electricidad (o quizá por eso). Lámparas de gas contienen la oscuridad, y un río cercano aporta el agua necesaria. Dos camas y una estancia para aislarse y, al mismo tiempo, abrirse al entorno. Un lugar donde reencontrarse.

Véase, por ejemplo, este enlace: http://www.nouveauxcommanditaires.eu/en/25/98/le-carr%C3%A9-rouge

sábado, 13 de agosto de 2022

Espada flamígera


 Foto: Tocho, agosto de 2022


Génesis 3:24 

“Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Paraíso querubines, y una espada flamígera que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”

JEAN JACQUES SEMPÉ (1932-2022): LA CIUDAD (PARIS Y NUEVA YORK)



































 El Petit Nicolas, desde ayer, podrá jugar en una ciudad celestial 

El mejor ilustrador de la revista New Yorker y de la ciudad de Nueva York, el francés Sempé, cuyos dibujos coparon las mejores revistas europeas y norteamericanas en el último tercio del siglo XX, se ha ido a encontrarse con su mejor criatura, el pequeño Nicolas .

Quien pudiera vivir en las (en el fondo) desoladas y cálidas paradójicamente -o cercanas, como lo es la soledad- ciudades de Sempé.

viernes, 12 de agosto de 2022

YVES MONTAND (1921-1991): LA VILLE MORTE (LA CIUDAD MUERTA, 1954)


 

La casa vacía

 Hasta principios de los años setenta del siglo pasado, las vacaciones de verano solían durar, al menos para las clases más pudientes, entre uno y tres meses, siempre fuera del hogar, al menos para la mujer y los niños. La casa se preparaba para cuando el regreso de la familia y la vuelta a la vida cotidiana y los hábitos de cada semana  tras el largo intervalo estival. Los muebles,  entrevistos a través de las persianas bajadas hasta casi tocar el alféizar, se solían cubrir con amplias y gruesas telas que caían como túnicas de elegantes pliegues para protegerlos del polvo,. El regreso se sellaba cuando el inicio del otoño con la retirada de las fundas protectoras, un gesto casi mágico que devolvía a la vida la casa sumida en un largo sueño que la subida de las persianas y la súbita entrada de la luz disolvía hasta el siguiente verano.

Recorrer un interior enfundado no causaba tristeza. Se sabía que la casa estaba aletargada, pero que su cubrición significaba que la ausencia de la familia no era para siempre. La casa no estaba abandonada, tan solo dormida,  sino que se hallaba protegida. No se quería que ninguna mácula la ensombreciera. La casa debía preservarse tal cual con todos los enseres en su sitio, los ojos cerrados. Estaba a la espera de ser despertada de nuevo.

Por el contrario, la tristeza, la evocación de la finitud de las que las fundas del domicilio habitual desertado en verano protegen, se manifiestan en una casa en la que las alacenas, los armarios, la despensa o la nevera (desconectada) están vacíos. Los estantes, los cajones no parecen que vayan a acoger a ningún útil. Parecen por el contrario espacios privados de sustrato vital. Todo lo que contenían y les daba sentido se ha retirado. Son muebles o espacios inquietantes cuando no almacenan ningún alimento. La sensación que despiertan es la del final. Los últimos alimentos han desaparecido y nadie los ha repuesto porque nadie espera regresar. Una casa vacía de provisiones es un espacio sin previsiones. No espera ya a nadie. Las neveras con la puerta entreabierta como una herida o una mueca encogen el ánimo. Nadie vendrá. El ciclo se ha cerrado. La vida ha huido. La casa ya no puede acoger, alimentar a nadie. Solo los espectros tienen ya cabida. Hasta los recuerdos rehuyen el lugar.

Pronto septiembre llegará. El bochorno habrá pasado.




  

jueves, 11 de agosto de 2022

IANNIS XENAKIS (1922-2001): LA NUIT (1967)

 


La Nuit (la Noche) es la primera cantata del compositor y arquitecto griego Iannis Xenakis, quien, poco antes de Mayo 68, conjugó fonemas sumerios, acadios y persas, independientemente del posible sentido de las palabras que se podrían formar, para evocar la violencia política que remonta a la noche de los tiempos, y los gritos de los prisioneros, en la noche, cuando las palabras han perdido todo sentido.

Fue la primera, quizá la única vez, que lenguajes mesopotámicos evocaron voces irremediablemente perdidas pero que aún resuenan para evocar la pérdida y la aniquilación modernas, como sí dichos lenguajes muertos sólo pudieran denotar y significar  la violenta pérdida de la humanidad.