jueves, 19 de mayo de 2011
Josh Raskin : I Met the Walrus (2006-2007)
Seleccionado para el Oscar al Mejor Corto de Animación, 2008
Premio Emmy a una obra que ofrece "Nuevos Acercamientos" al arte, 2009
martes, 17 de mayo de 2011
Guggenheim, Guggenheimcito: dime qué museo es más grande
Museo Balenciaga, Guetaria. Estado de la obra en el momento de la destitución del arquitecto. La obra estaba, según los promotores, terminada, lista para el interiorismo.
Érase una hermosa villa del País Vasco. Tenía un ciudadano ilustre: un célebre sastre de alta costura; para muchos, el mejor de la historia, y maestro de todos los grandes sastres, franceses incluso, del siglo XX.
Se decidió abrir un museo en su honor con una buena colección representativa de sus trajes femeninos. Una gran mansión fue puesta a disposición de la fundación recién creada. El presidente era el alcalde. Éste encargó directamente a un arquitecto cubano, amigo suyo (en lenguaje tabernario, la palabra es otra) el proyecto del museo. Su título no estaba homologado, por lo que no podía ejercer de arquitecto. Pero pretendía construir un museo que iba a revolucionar la historia de la arquitectura.
Doce millones de euros públicos más tarde, y un inmenso edificio de vidrio oscuro "limousine" -techo incluido- a medio hacer, sostenido por una estructura metálica blanca inclinada, en forma de ondulante molde de plum-cake (o de mastaba egipcia), de paredes curvas en pendiente, que aplasta visualmente al caserón existente, el arquitecto fue destituido: no se sabía cómo terminar la obra. No se podía acceder a las plantas: no existían escaleras. No existía proyecto de iluninación. Los paneles de vidrio entregaban directamente a tierra. No siquiera se sabía cómo concluir la fachada.
Mientras, trajes desaparecieron de la fundación; valiosos dibujos fueron regalados a esposas de políticos del partido mayoritario.
Se convocó un concurso de interiorismo. Lo ganó legalmente uno de los mejores estudios de arquitectura de España. Por interiorismo los organizadores entendían completar la fachada, o rehacerla, disponer núcleos de comunicación, resolver la unión del edificio con las construcciones vecinas, y con el suelo.
La dirección de obra respondió a un tercer concurso. Obtuvo el primer premio, contra todo pronóstico, una pequeña empresa fundada por familiares de un influyente obispo de la región, un pilar de la iglesia católica. No pudo llevar a cabo la obra. Contrató, primeramente, a todo el equipo asesor y técnico de los arquitectos del proyecto de "interiorismo" -que, por lógica y economía, hubieran tenido que dirigir la obra de reforma interior y exterior que habían proyectado-. Los trabajos tampoco avanzaron. Aquéllos acabaron siendo subcontratados para salvar los muebles.
La obra habrá costado diecisiete millones de euros. Se ha construido prácticamente dos veces.
El arquitecto y el alcalde están procesados. Nadie más. Como si nadie fuera responsable.
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sábado, 14 de mayo de 2011
viernes, 13 de mayo de 2011
Fangoria: Interior de una nave espacial abandonada (Arquitectura efímera, 2004)
Del disco Arquitectura efímera, 2004
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(La supervivencia de los mitos. Mito y arquitectura) Elton John & Bernie Taupin: Tower of Babel (1975)
Snow, cement and ivory young towers
Someone called us Babylon
Those hungry hunters
Tracking down the hours
But where were all your shoulders when we cried
Were the darlings on the sideline
Dreaming up such cherished lies
To whisper in your ear before you die
It's party time for the guys in the tower of Babel
Sodom meet Gomorrah, Cain meet Abel
Have a ball y'all
See the letches crawl
With the call girls under the table
Watch them dig their graves
`Cause Jesus don't save the guys
In the tower of Babel
Watch them dig their graves
`Cause Jesus don't save the guys
In the tower of Babel, no no no
Junk, angel, this closet's always stacked
The dealers in the basement
Filling your prescription
For a brand new heart attack
But where were all your shoulders when we cried
Were the doctors in attendance
Saying how they felt so sick inside
Or was it just the scalpel blade that lied
Del LP Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy.
Por algo el cantante se llama, de segundo nombre, Hércules.
Arquitectura en ruinas
Los estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, entre los que se encontraban algunos de los mejores, se pusieron recientemente en huelga por unas horas, en plena época de exámenes parciales. Querían denunciar los drásticos recortes presupuestarios que amenazan la contratación de profesores asociados, dificulta el pago de los sueldos de los funcionarios y reduce los fondos de los departamentos, lo que redundaría en una disminución de la atención hacia los estudiantes y una pérdida de clases de taller.
Los arquitectos somos en parte responsables de la crisis. La construcción desaforada, la sistemática destrucción del territorio se ha hecho, necesariamente, con proyectos, o al menos, firmas, de arquitectos, no siempre "anónimos". Cuántos aeropuertos inútiles (salvo para pasear los domingos), cuántos museos de arte contemporáneo, imposibles de mantener, cuántos "hitos", auditorios, óperas, centros de convenciones, parques temáticos, restaurantes temáticos, centros de "ocio", casinos y salas de juego, descomunales complejos de vacaciones sin demasiados complejos, balnearios, puertos deportivos, cuántas infraestructuras megalómanas no se han levantado en España.
Los miembros de la universidad también tenemos una parte de culpa. Se han abierto universidades por todas partes. Cualquier ciudad pequeña dispone de un lujoso campus universitario. con medicina y arquitectura. Casi cincuenta escuelas de arquitectura se han creado últimamente en España. Hasta la Manga del Mar Menor dispone de una, no fuera que la calidad de la construcción que allí se practica bajara. Las escuelas privadas se han sumado a la oferta. Y a qué precio.
Mientras el dinero corría, los problemas se cubrieron. Hoy afloran, como montículos hojas pútridas cuando desciende el nivel de las aguas. La crisis no es solo financiera; es moral.
Hemos tenido catedráticos a tiempo completo, con sueldos que rondaban los cuatro mil euros netos al mes, que se han negado a dar clase durante años; profesores que trataban de cambiar días de clase en función de sus largos fines de semana en fincas particulares; docentes que impartían la mitad de las clases; o que juntaban grupos a fin de dar menos clases; o, por el contrario, docentes que afirmaban que multiplicaban el número de clases de prácticas, a fin que constara las horas dedicadas para luego volver a reunir a los alumnos en un mismo grupo; catedráticos de relumbrón a tiempo completo que no daban una sola clase al año; que no corregían exámenes provocando caos entre los estudiantes; o que enviaban ayudantes de sus despachos de arquitectura para impartir las clases en su lugar; o que malpagaban a estudiantes (sin contrato ni seguro) para que les dieran las clases; docentes tan malos a los que se pagaba para que no vinieran a clase ( a fin de evitar que los alumnos se rebelaran); profesores que venden sus libros en clase, cuyas asignaturas no se aprueban sin sus libros (que incluyen los ejercicios que se tienen que realizar); personal no docente violento o conflictivo al que se remuneraba para que se quedara en casa, o trabajara, en nada, fuera de la Universidad; departamentos con tantos enfrentamientos internos que habn estado bajo control judicial; catedráticos jubilados por ley que han logrado mantener sueldos completos durante un tiempo; profesores que han utilizado becas públicas para pagar a secretarias privadas; enseñantes o grupos de investigación que han obtenido becas e ingentes ayudas solo por su adescripción política, con independencia de la calidad del trabajo. Nadie ha podido o querido enfrentarse a los problemas. El que escribe el primero. Eran enseñantes mediáticos, o muy violentos, o con altos contactos políticos. Los departamentos, las facultades, los rectorados nos hemos pasado la patata caliente. El dinero invertido para nada ha sido ingente. Pero más valía pagar para acallar, para evitar conflictos.
Una pena. Quizá esté llegando a su fin una época gloriosa de pequeñas alegrías. O no.
¿Acabarán cobrando lo que deberían los profesores asociados?
Habrase visto.
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