Fotos: Tocho, marzo de 2022
sábado, 2 de abril de 2022
Recinto de la Escuela Industrial ( Barcelona, 1870)
Fotos: Tocho, marzo de 2022
viernes, 1 de abril de 2022
BORIS TASLITZSKY (1911-2005): EL ASESINATO DE GARCÍA LORCA (1936)
No, no sé trata de un fragmento de un cuadro, o una imagen parcial de una obra.
Esta pintura, del pintor francés Boris Taskitzsky, realizada el año de la ejecución de Federico García Lorca, es la imagen tan solo del telegrama que anuncia su asesinato, y es, a nuestro entender, pese o debido a su desnudez, una de las obras maestras que mejor expresan la mudez -más que el grito- que embarga ante el horror, la falta de palabras ante las que uno se encuentra ante la frialdad de un telegrama sucio y arrugado -el mensajero de la muerte es un documento burocrático que llega por correo-, como si un puño lleno de ira o desesperación lo hubiera tirado, que enuncia, con unas pocas palabras que apuñalan, casi sin orden gramatical, lo ocurrido. Tarea cumplida.
Esta obra se incluye en la exposición antológica actualmente vigente en el norte de Francia, enunciada en la entrada anterior
BORIS TASLITZKY (1911-2005): ARRABALES
Boris Taslitzky fue un pintor francés de origen ruso, hoy olvidado, de estilo entre el expresionismo y el realismo socialista (fue un comunista convencido), prisionero de campos de exterminios nazis, que retrató el horror de las guerras del siglo XX, civiles y coloniales de liberación, desde la guerra civil española, y la segunda guerra mundial, hasta las guerras franco-argelina y franco-indochina.
Sin embargo, sus mejores obras son dibujos que representan la periferia de grandes ciudades francesas, en las que los planes urbanísticos de grandes bloques, que aspiran a albergar nuevos modos de vida, se tejen con estructuras y vidas de pueblos que lentamente desaparecen, como si la vida rural aún perviviera en imágenes cada vez más melancólicas, solitarias y silenciosas, en las que ocasionalmente despunta abruptamente alguna torre moderna insensible ante un entorno que ya no es de éste mundo.
Una exposición actual en la ciudad del norte de Francia, Roubaix -devastada como tantas otras ciudades norteñas francesas cuando la Primera Guerra Mundial-, recuerda a este pintor cuya obra, sobre modos de vida desvanecidos, merecería ser tenida en cuenta: