Maquetas, algunas a tamaño real, construidas con materiales de derribo, frágiles y poco aptos para la construcción; apenas un techo y unos límites, inciertos; construcciones inestables, e inhabitables, porque son impenetrables, o se hayan excesivamente expuestas; moradas que no logran acoger ni proteger, como una gran parte de las casas (cabañas, chabolas) en la interminable periferia de tantas megapolis.
Las construcciones del artista chino, exiliado en Francia Mengzhi Zheng, pese a su colorido, son imágenes de cobijos a merced de los elementos, levantados a toda prisa con materiales de fortuna, y que, sin embargo, ofrecen una ilusión de abrigo, un techo reducido a sus elementos mínimos, precario, ilusorio, e inacabado, la materialización de un sueño apenas iniciado.
Mas, estas maquetas son como juegos infantiles que recurren a los materiales que encuentra casualmente, y que no atienden a lógicas constructivas, materiales, espaciales y económicas. Son espacios frágiles, libres de imposiciones, construcciones que se hacen y se deshacen, como si escaparan, como en un juego, a la supuesta necesidad de materiales duraderos y de formas inmutables.
Una exposición en Francia, hoy, presenta una selección de sus obras y de sus temas:
Véase, por ejemplo, también estos enlaces: