sábado, 18 de febrero de 2023

AI

 “SÓC. – Oí que había por Náucratis, en Egipto, uno de los antiguos dioses del lugar al que, por cierto, está consagrado el pájaro que llaman Ibis. El nombre de aquella divinidad era el de Theuth. Fue éste quien, primero, descubrió el número y el cálculo, y, también, la geometría y la astronomía, y, además, el juego de damas y el de dados, y, sobre todo, las letras. Por aquel entonces, era rey de todo Egipto Thamus, que vivía en la gran ciudad de la parte alta del país, que los griegos llaman la Tebas egipcia, así como a Thamus llaman Ammón. A él vino Theuth, y le mostraba sus artes, diciéndole que debían ser entregadas al resto de los egipcios. Pero él le preguntó cuál era la utilidad que cada una tenía, y, conforme se las iba minuciosamente exponiendo, lo aprobaba o desaprobaba, según le pareciese bien o mal lo que decía. Muchas, según se cuenta, son las observaciones que, a favor o en contra de cada arte, hizo Thamus a Theuth, y tendríamos que disponer de muchas palabras para tratarlas todas. Pero, cuando llegaron a lo de las letras, dijo Theuth: «Este conocimiento, oh rey, hará más sabios a los egipcios y más memoriosos, pues se ha inventado como un fármaco de la memoria y de la sabiduría.» Pero él le dijo: «¡Oh artificiosísimo Theuth! A unos les es dado crear arte, a otros juzgar qué de daño o provecho aporta para los que pretenden hacer uso de él. Y ahora tú, precisamente, padre que eres de las letras, por apego a ellas, les atribuyes poderes contrarios a los que tienen. Porque es olvido lo que producirán en las almas de quienes las aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos. No es, pues, un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple recordatorio. Apariencia de sabiduría es lo que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad (…)

Así pues, el que piensa que al dejar un arte por escrito, y, de la misma manera, el que lo recibe, deja algo claro y firme por el hecho de estar en letras, rebosa ingenuidad y, en realidad, desconoce la predicción de Ammón, creyendo que las palabras escritas son algo más, para el que las sabe, que un recordatorio de aquellas cosas sobre las que versa la escritura.”

(Platón: Fedro)


Platon concluye el diálogo Fedro, una de las cumbres de la literatura occidental y quizá su texto más hermoso e influyente -no se concibe el arte renacentista sin este diálogo-, junto con Fedon, con una sorprendente diatriba en contra de la escritura (Platon es uno de los más grandes escritores de la historia, un fabulador, inventor de mitos, como no ha existido ningún otro) o, mejor dicho, de los efectos perniciosos, paradójicos de la escritura. Inventada por una divinidad egipcia y transmitida a los humanos como un antídoto eficaz contra el olvido, la escritura, según Platón, es un veneno para la memoria. Lejos de luchar contra el olvido, lo favorece, pues quien escribe confía en que los hechos narrados quedan inscritos para siempre y ya no caerán en el olvido, cuando, en verdad, la confianza en los poderes mnemotécnicos de la escritura es tal, que quien escribe se olvida (paradójicamente) de esforzarse en aprender y recordar lo que pone por escrito, un efecto, una desidia que no se daba cuando solo cabía el aprendizaje oral.


Los profesores saben que lo que aprenden es lo que explican de viva voz. Mientras un profesor no pasa la prueba de la explicación oral, cuando no se esfuerza en comunicar oralmente lo que quiere contar, no se da cuenta del dominio, real o imaginario, sólido o artificioso y tambaleante, superficial,  que posee sobre un tema, del conocimiento que tiene sobre éste. Las palabras escritas pueden camuflar a través de juegos literarios la vacuidad, o la ignorancia. Mas, con la prueba de la explicación o comunicación en directo queda patente lo que se sabe. La palabrería, en este caso, no es una cortina de humo, que puede provocar una ilusión de saber, sino en endiablado enredo en el que cae quien trata de explicar lo que cree saber, hasta enmudecer. La verdad se abre paso con la explicación oral. Y solo la oralidad permite descubrir lo que se sabe. A medida que un profesor habla, la verdad se construye, se ordena, y se revela clara y convincentemente. No existe prueba más cruel, trabajo más vergonzante, que impartir una lección sobre un tema que no se domina. Las palabras confusas ponen en evidencia el desconocimiento que la escritura, por el contrario, disimula (bajo el manto de las frases incomprensibles, como ha ocurrido tantas veces en teoría del arte contemporáneo). Lo que puede parecer serio e impone cuando se plasma por escrito y se lee, muestra ridículo o grotesco cuando se pronuncia y se escucha. 


Platon fue sin duda injusto. Pero no sabemos bien qué hemos perdido con la invención de la escritura. Sí somos conscientes que la escritura puso fin a la decisiva importancia del mito, a su influencia, su capacidad de incidir en la vida. Los mitos, puestos por escrito, perdieron su vitalidad, du capacidad de mutar. Se convirtieron en literatura, en letra muerta. La escritura puso fin a la edad del mito, la edad en la que el poder de la imaginación se manifestó con más eficacia, contundencia y seducción. Un mito escrito deviene un cuento. Entretenido pero en el fondo, olvidable, prescindible. Las culturas letradas no necesitan de los mitos. La palabra escrita acaba con la capacidad evocadora de la palabra hablada.


Si cambiamos la palabra escritura por la expresión inteligencia artificial, en boga hoy, quizá podamos tener una imagen más clara de su poder. Lejos de favorecer el conocimiento, de facilitar la fijación de los hechos, puede contribuir a nuestro embrutecimiento, a la pérdida de la inventiva. Confiando en la escritura, o en la máquina, perdemos confianza en nosotros mismos, en nuestra capacidad para vencer, sortear o ningunear el olvido. La escritura, como la máquina, son poderosos (mortíferos)instrumentos que coartan nuestra capacidad de inventar, recrear, fabular el mundo, descubriendo sus aspectos más singulares, o dotándolo de cualidades que solo la palabra oral es capaz de encontrar, atribuir o crear. 








viernes, 17 de febrero de 2023

DON HERTZFELD (1976): THE MEANING OF LIFE (EL SENTIDO DE LA VIDA, 2005)



Un clásico desde su estreno hace diecisiete años....
Don Hertzfeld es es mejor, más sarcástico animador actual

jueves, 16 de febrero de 2023

ILSE BING (1899-1998): NUEVA YORK (1937-1957)


































 Judia y alemana, la fotógrafa Ilse Bing, educada en Viena y la Bauhaus, no podía sino acabar como emigrante en NuevaYork a finales de los años treinta. Durante veinte años retrató la ciudad. Luego, abandonó la fotografía para siempre.
Curiosamente, en la ciudad de los rascacielos, éstos parecen, en sus imágenes, cuerpos poderosos pero extraños, cuerpos relucientes  ajenos a la vida de la ciudad que se desarrolla principalmente en casas de una planta, pequeños comercios -las barberías, con sus signos abstractos giratorios, que recordaban el cine de animación vanguardista, le fascinaban-, en barrios nada acomodados, cuyo contraste abrupto entre luces y sombras, amenazados por alguna torre negra, acrecienta cierta sensación de abandono, de lugares desvalidos. Las calles parecen aún más estrechas entre Los Altos acantilados de los rascacielos, y parecen simbolizar la estrechez en la que se vive, calles a menudo desiertas. La ciudad más poblada del mundo parece insólitamente abandonada; solo unos pocos transeúntes, casi siempre vistos de espalda, empequeñecidos, no se sabe si huyen de Nueva York.

Una exposición en Barcelona recuerda hoy a esta fotógrafa un tanto olvidada: https://kbr.fundacionmapfre.org/exposiciones/



martes, 14 de febrero de 2023

Chato (GPT)

ChatGPT, un (o “el”) programa de AI (Inteligencia Artificial) -que deberá salva o hundir el mundo maquinalmente, se predice-, que simula “pensar y hablar”  como un humano, sólo se activa si se certifica que uno es (¿un?) humano…

Humor negro o retorcido, suprema ironía …

lunes, 13 de febrero de 2023

Carrera

 La obtención del título de licenciado, luego de master; redactar y aprobar la tesis doctoral, ingresar en una bolsa de trabajo, obtener un puesto de profesor asociado universitario, habilitarse para lector, ganar una oposición de lector -un cargo válido solo durante cuatro años-, habilitarse para agregado, superar una oposición de agregado, obtener un puesto de agregado, habilitarse para profesor titular, obtener una plaza de profesor titular oposición mediante, habilitarse para catedrático, presentarse a una oposición para catedrático y superar la prueba y, ya con setenta años, postular a una plaza de catedrático emérito.

Para enfrentarse a las pruebas con posibilidades de superación es necesario publicar incesantemente en revistas llamadas indexadas en ciertas bases de datos reconocidas  artículos que pasan por evaluadores anónimos que solicitan, si consideran que el texto tiene posibilidades de ser aceptado y publicado, una y otra vez cambios, correcciones y reformulaciones durante un proceso que puede durar varios años. Mientras, es imprescindible someter resúmenes, llamados abstracts (?), de ponencias a congresos internacionales, exponer la ponencia si ha sido aceptada, y tratar de publicarla, trabajos que se tienen que alternar con la presencia en varios proyectos de investigación financiados, a ser posible como Investigador Principal (con iniciales mayúsculas) -lo que excluye, sin embargo, la presencia simultánea en varios proyectos. No se concibe el currículum académico sin la obtención  de becas (de Formación de Investigador Universitario, de Formación Universitaria, Salvador de Madariaga, Margarita Salas, Beatriz de Pinos, Ramón y Cajal, etc.), ni estancias de cierta duración en centros de investigación extranjeros….las conferencias y los cursos  se dan por sentados. No se mencionan.

Estoy seguro que me olvido requisitos.

Todos éstos son imprescindibles si una persona quiere emprender una carrera de profesor universitario, sin apearse, ni quedarse atrás,  desde la licenciatura hasta la jubilación (o la muerte como catedrático emérito).

Una carrera…. Se trata de una palabra con un doble significado. Por un lado, el latín del bajo Imperio carraria significaba camino por donde transitaban carros (carrii, en latín). Se trataba de una vía de circulación y comunicación  bien trazada, recta y  empedrada, que unos dos destinos separados. 

Pero, por otro lado, carrera está emparentada con el verbo correr: una acción de rápido desarrollo por una vía adecuada que conduce a algún lugar. Una carrera designa una carretera, una vía rápida, y el tránsito veloz por la misma, un movimiento incesante y a toda prisa que, como en toda carrera, trata de alcanzar el primer puesto, llegando en primer lugar, dejando en la cuneta a los contendientes que se cansan antes de tiempo o sin apartados de la vía. Una carrera es un ejercicio violento siguiendo una estrecha  senda trazada que se practica casi a ciegas no se sabe muy bien porque, y que deja exhausto a quien la ejerce. El desplazamiento no tiene valor, solo la meta es lo que se persigue, un verbo de talante militar. 

Pasamos nuestro tiempo “abriendo caminos”,  haciendo carreras en la universidad, en la vida. Sin desorientarse ni descansar ( pasa la hora, entonces). Hasta el agotamiento y la caída.

No sabemos porque. Solo sabemos que lo tenemos que hacer si no queremos perder el tren. Que pasa sin detenerse.








sábado, 11 de febrero de 2023

PABLO POLLEDRI (1975): LOOP (2022)




 Finalista de los Premios Goya 2023 en el apartado de cortometrajes de animación por el cineasta argentino Pablo Polledri 

Última hora: ganadora 

viernes, 10 de febrero de 2023

CARLOS SAURA (1932-2023): CUENCA (1958)


 Una de las primeras películas -un cortometraje documental- del cineasta Carlos Saura, quien dirigirá posteriormente películas de ficción como La caza, o Peppermint Frappé, que marcaron la historia del cine europeo.

In memoriam…