sábado, 25 de marzo de 2023

JOHANNES SIVERTSEN (1984): PAISAJES URBANOS (2022-2023)










 Sobre este pintor -anteriormente vídeo artista y punk en Berlín -, Franco-danés, véase su página web: https://www.johannessivertsen.com/


Cuadros de pequeño formato; vistas urbanas ensoñadoras, bajo una pura luz crepuscular. Imágenes  de ciudades nuevas periféricas de París, donde pasó la infancia y la juventud, barriadas pobladas de argelinos y descendientes  huidos de la violencia del ejército francés durante la guerra de Argelia, ciudades en las que el rechazo a los emigrantes es más notorio, donde muchos han sufrido atentados. Sobre el perfil de la Francia color de todo, despuntan las inquietantes armas de las grúas que derriban y sustituyen los bloques de los que se han echado a sus ocupantes. 
Cuadros que no requieren explicaciones para ser contemplados, silenciosos, tranquilizadores, pero que adquieren otra imagen cuando , discretamente, sin alzar la voz, el pintor cuenta lo que estas imágenes recubren, cuenta su experiencia de habitante periférico -sin buscar dotar de contenido a unas plácidas imágenes urbanas, en apariencia (pudiéndonos quedar con la apariencia, distraídamente).



viernes, 24 de marzo de 2023

GUILLERMO PÉREZ VILLALTA (1948): ARQUITECTURA (SOÑADA)

 
















































Hace ya unos cuarenta años, en España (al igual que en muchos otros países), los años dela tela de esparto y los grumos de alquitrán en las telas -la llamada pintura matérica, como si la pintura fuera algo etéreo, desmaterializado-, a los que siguieron los años de los esotéricos juegos del arte conceptual, sin nada que aportar a la vista, unos artistas, entonces jóvenes, decidieron volver a pintar, mirando, con admiración o ironía, a los pintores del pasado, para recrearlos, exaltarlos o ridiculizarlos. La pintura de los años ochenta, tan poco prestigiada en algunos museos de arte moderno o contemporáneo, adoleció de un defecto. No todos los pintores pudieron ir más allá de la ocurrencia, plasmada con una técnica imprecisa.

Entre quiénes no tuvieron dificultades para mirar y recrear lo que veían y soñaban, a partir de obras del pasado fue el pintor y arquitecto Guillermo Pérez Villalta, no siempre reconocido. Sus construcciones, sus ciudades beben de Pompeya, del Cuatrocientos, pero sobre todo de la arquitectura popular mediterránea -si es que esto existe de manera unificada-, beben de un sueño de arquitectura mediterránea defendida precisamente por arquitectos que buscaban algún fundamento a sus trabajos de depuración de las formas.

Hoy, los cuadros de temática arquitectónica de Pérez Villalta componen casi vistas parciales de una misma ciudad costera, libre de elementos industriales, de lo que el siglo XX ha aportado a la ciudad, para realzarla o desfigurarla. La muchedumbre no existe. Tampoco las ruinas ni las basuras. En estos tiempos constituyen casi un placer culpable. Sabemos que estas ciudades solo existen en la tela -y en la historia del arte. Quizá por estas razones son fascinantes. No se entremezclan con la realidad.