sábado, 2 de diciembre de 2023

SIMON SCHUBERT (1976): CASAS DE PAPEL








































 

¿Cómo calificar el tipo de representación del artista alemán Simon Schubert?

No es un dibujo -al menos un dibujo consistente en líneas o manchas sobre una superficie plana o lisa. No es una huella, porque la huella señala la ausencia de un modelo que estuvo aquí y ha desaparecido. En el caso de las obras de Schubert, los edificios no están, pero tampoco nunca estuvieron. Son edificios imaginarios. Podrían ser huellas de lo que existió, pero tampoco son huellas sino el resultado de pliegues  del propio soporte. Son un plano plegado, cuyas líneas pueden desaparecer con un planchado.

 En ocasiones, la imagen se asemeja al resultado de la técnica surrealista del llamado frottage, consistente en aplicar un papel encima de un volumen y frotar con un lápiz hasta  que las aristas y los volúmenes queden registrados, ascendiendo lentamente a la superficie del papel como en una impresión fotográfica. Pero la relación con esta técnica también es ilusoria.

Los pliegues, por otra parte, evocan formas, pero también reflejos: las líneas o los pliegues nítidamente marcados tampoco corresponden con el modelo representado que no es sino una imagen plana, un reflejo en un espejo. 

Ni dibujo, ni relieve, ni huella -el papel sigue estando inmaculado-, la imagen creada transcribe la irrealidad de un interior imaginario.

Quizá la palabra que mejor definiría el tipo de representación sea el de aparición, como si un cuerpo cubierto por el papel hiciera presión y los perfiles de marcaran -para siempre- en aquél. El papel haría las veces de un sudario y la imagen no resultaría de un trazado en el papel, sino del plegado y desplegado del mismo, como el el velo de la Verónica, con la salvedad que en esta última imagen, es un rostro el que ha tensado y se ha impreso en el lienzo, mientras que en la obra de Schubert nada se ha apoyado sobre el papel liso. Una imagen fantasmagórica de nada. Un enigma acerca del estatuto de una imagen que no lo es.

Agradecimientos al profesor y arquitecto Joan Ramón Cornellana por habernos descubierto a este artista, y por las explicaciones aportadas 


https://www.simonschubert.de/portfolio_page/paperwork/





jueves, 30 de noviembre de 2023

THE POGUES: DIRTY OLD TOWN (1985) & WHITE CITY (1989)


 

The Pogues fue el mejor grupo de lengua inglesa (eran irlandeses) de finales del siglo XX. Supieron combinar un cancionero propio basado en canciones populares, con fogonazos punk.

Ha muerto su cantante y compositor, errático y brillante 

martes, 28 de noviembre de 2023

JOHN WOOD (1969) & PAUL HARRISON (1969): BOARD (PLANCHA DE MADERA, 1993-2023),


 Sobre estos artistas británicos, autores de vídeos con acciones absurdas, véase, por ejemplo, este enlace :


La construcción, la fundación de ciudades son temas de sus obras. En ésta, el trabajo conjunto, el acuerdo, el ritmo, la cesión son importantes. 

lunes, 27 de noviembre de 2023

Picasso: Dibujar a lo infinito (Centro Georges Pompidou, París, 2023), o cómo ahogarse voluntariamente


















 

Fotos (menos una de Google Image): Tocho, Centro George Pompidou, Paris, noviembre de 2023


Una exposición con mil obras es imposible, de montar, pagar y visitar. No invita a entrar. Se hace cuesta arriba. Si el montaje se dispone como un laberinto, el rechazo es aún mayor.

El Centro George Pompidou se ha enfrentado a este reto. Y ha salido victorioso. La exposición con mil dibujos de Picasso, en la que no sobre ni uno; solo podía hacerse con este artista.

La exposición-o la obra expuesta, desde obras primerizas, realizadas en La Coruña, en el siglo XIX, hasta retratos últimos de 1972- acalla cualquier crítica, recelo o comentario.

Dibuja un mundo ante el que solo cabe la mudez casi incrédula. El mundo de Miró es pequeño, repulsivo el de Dali, juguetón, irónico, agudo, lleno de ocurrencias sin plasmación plástica eficaz, el mundo de Duchamp. El mundo de Picasso abruma. Poblado de figuras que miran a los espectadores con distancia y superioridad. El visitante se siente permanentemente observado, escrutado, sin que logre acercarse y menos adentrarse. Las figuras son hieráticas guardianas de un universo fascinante e inaccesible. Cualquier obra desafía las previsiones, desde las crucifixiones hasta los dibujos realizados sobre obras anteriores borradas, desde los dibujos corregidos por errores hasta figuras realizadas con un solo trazo continuo. Picasso es cruel: dibuja un mundo rodeado de un foso. Pese a todos los esfuerzos sólo se consigue otear una parte desde lejos. Es agotador, desconcertante por su riqueza y su inverosimilitud, su hierática perfección, y su amoralidad. Todo ocurre, sin que le se pueda juzgar pues las reglas, las leyes comúnmente aceptadas no rigen. Un mundo propio, superior, intimidarte, desesperante. Uno quiere adentrare y no puede pues los caminos son demasiado numerosos, zigzagueantes, imposibles de seguir sin perderse.

La mejor, la más inhumana exposición sobre Picasso que expone crudamente el peso omnipotente de un universo que se plantea como un yacimiento arqueológico extenso, con multitud de capas, a las que se intenta llegar sin mapas ni intuiciones seguras. Nada es lo que parece y lo que se descubre deja sin aliento y a menudo sin esperanza.


https://www.centrepompidou.fr/es/programa/agenda/evento/kVxyAVk




domingo, 26 de noviembre de 2023

VAN GOGH Y EL ARTE EGIPCIO

 


Cabeza egipcia, 1890


Pese a que Vincent Van Gogh (1853-1890) interpretó en numerosas ocasiones cuadros de otros artistas, a menudo barrocos, como Jordaens o, más recientes, como Delacroix, es difícil asociarlo a la interpretación del arte antiguo y, menos, egipcio.

Sin embargo, el arte egipcio le fascinaba, sólo deseaba visitar la casa egipcia faraónica del apartado sobre Viviendas de la historia en la Exposición Universal de París de 1889 , y su interés por esta cultura antigua, suponen algunos estudiosos, estaría en relación con su culto al sol, tanto por parte de los egipcios, como del propio artista, durante sus estancias en el sur de Francia, un culto sereno y sostenido, ejemplificado en el rostro anguloso de la efigie de un faraón -que copió no de una obra antigua, sino de un elemento decorativo arquitectónico en terracota, signo de la creciente egiptomania decimonónica. 


Este dibujo se expone en la deslumbrante exposición sobre el año año en la obra de Van Gogh, actualmente en París :


http://www.musee-orsay.fr/es/agenda/exposiciones/van-gogh-en-auvers-sur-oise