Si las ejecuciones eran legales en la Grecia antigua, no parece que los sacrificios humanos se practicaran en la época clásica.
Sin embargo, los textos referidos a la guerra de Troya abundan en la descripción de dicha práctica.
De hecho, tras un primer intento fracasado de llegar a Troya, los griegos logran partir de nuevo, esta vez con éxito, tras un primer sacrificio humano, de consecuencias casi interminables. El jefe de la expedición, Agamenón, tuvo que sacrificar a su hija Ifigenia para obtener un viento favorable que permitiera que las naves emprendieran el viaje.
El final de la guerra de Troya y los acontecimientos posteriores no consisten sino en una serie interminable de sacrificios humanos, detallados tanto en los textos cuanto en las artes plásticas. La
Ilíada y las tragedias de Eurípides son una crónica sanguinolenta. Dichos sacrificios son requeridos por los dioses o por las costumbres, aunque a veces son actos vengativos, sanguinarios, no siempre realizados con el consentimiento divino -aunque en este caso, los ejecutores pagarán un precio, que puede ser la vida. Actos de una crueldad insoportable como el asesinato del rey de Troya, Príamo, golpeándolo hasta morir con un arma horrísona: el cuerpo de su nieto aún en vida. La defensa de la honra exige sangre, así como el honor de los difuntos.
Tras la caída de Troya, las mujeres son entregadas a los héroes aqueos, como víctimas o como esclavas. Sus hijos, sacrificados. Aquiles recibe como botín a Casandra. Pero Aquiles está muerto. Es su túmulo, por tanto, el que la recibe, o su espectro. Por tanto, apenas Casandra es apartada de las ruinas de Troya, se la ejecuta sobre la tumba del héroe -responsable de un sinfin de matanzas y ejecuciones.
¿Documentan textos, escritos centenares de años más tarde que los acontecimientos que supuestamente retratan, sacrificios humanos que realmente tenían lugar en época micénica o en la "edad oscura" griega, o son historias inventadas?
Es imposible saberlo. La "verdad" de la realidad contada está en el propio texto, en las palabras escogidas y en la lógica de la narración. Pero cuesta creer que dichas prácticas no hubieran tenido lugar; habitualmente o no, no sé si se puede asegurar.
Pero parece que una vez que la cultura urbana se hubiera desarrollado e impuesto, a partir del siglo VIII, los sacrificios humanos desaparecieron -al menos como práctica habirtual. Aunque su recuerdo aún era tan perturbador que no cesó de rondar a los escritores -al parecer horrorizados por dichas prácticas, reales y recordadas, o inventadas.