sábado, 31 de diciembre de 2022

Año nuevo (Enuma Elish, o Poema de la Creación de Babilonia para festejar el año nuevo, tablilla VII, fragmento, finales del segundo milenio aC)

“ (…) 161 Habiendo oído esta orden, los dioses se llenaron de alegría

162 y en la Sala de las Deliberaciones se comunicaron su consejo:
163 «¡De nuestro hijo, héroe y vengador,
164 de nuestro proveedor, ensalcemos sus nombres nosotros!».
165 Y sentándose en su asamblea proclamaron sus destinos
166 para que en todas las ceremonias se invoque de él [Marduk, el dios padre de Babilonia, creador del mundo y de los hombres, a quien se cantaba durante las fiestas de año nuevo, cuyos distintos epítetos enunciaban sus poderes y sus múltiples facetas] un nombre diferente.

Tablilla VII

1 (10) Asari: que otorgó el cultivo, que estableció el lindero de los campos,
2 el creador del grano y del cáñamo, el que hace crecer la vegetación.
3 (11) Asar-alim: que es importante en la Sala del Consejo, adonde aporta su opinión,
4 a quien los dioses respetan y que ignora el temor.
5 (12) Asar-alim-nunna: el venerable, luz de sus padres y progenitores,
6 que lleva a cabo los decretos de Anu, Enlil y Ea, el príncipe.
7 Él es su proveedor, quien les asigna sus porciones,
8 él, quien, para el bien del país, multiplica la abundancia de los campos.
9 (13) Tutu: el que realiza la renovación,
10 que ha liberado sus santuarios para que estén llenos de ocio,
11 que crea el encantamiento para que los dioses se apacigüen,
12 y que, incluso si ellos se lanzaran con cólera, retrocederían.
13 Verdaderamente, él es el supremo en la asamblea de los dioses, sus [padres],
14 ninguno se pude [igualar] a él entre los dioses.
15 (14) Tut-zi-ukinna: vida de la hueste [de los dioses],
16 que fundó para los dioses el claro cielo,
17 que se encarga de su existencia y que les asigna [sus lugares].
18 ¡Que [se recuerden sus] proezas, inolvidablemente, entre los seres humanos!
19 (15) Tutu-zi-ku le llamaron en tercer lugar: el mantenedor de la purificación,
20 el dios del soplo benefactor, señor que escucha y es benevolente,
21 el que hace nacer la abundancia y la plenitud, que consolida la prosperidad,
22 el que vuelve abundante todo aquello que era escaso,
23 cuya soplo benefactor hemos respirado en la dolorosa desgracia.
24 ¡Que se digan, que se exalten, que se canten sus alabanzas!
25 En cuarto lugar, que la humanidad lo glorifique como (16) Tutu-aga-ku:
26 el señor de la encantación pura, que hace revivir a los muertos,
27 que ha tenido compasión de los dioses vencidos,
28 que ha quitado de los dioses hostiles el yugo impuesto a ellos
29 y que para redimirlos creó la humanidad;
30 el misericordioso en cuyo poder está el dar vida.
31 ¡Que su gesta permanezca y que no sea olvidada
32 en la boca de los cabezas-negras, a los que sus manos han creado!”


Fragmento del Enuma Elish (que significa Cuando en lo alto, y son las primeras palabras del Poema de la Creación babilónico, que dan nombre a la obra), compuesto a finales del segundo milenio.

El poema mitológico cuenta la creación del mundo, el ascenso del dios Marduk (hijo del dios de la arquitectura Ea, primer arquitecto del mundo cuya obra será completada y gestionada por su hijo) a la cabeza del panteón.

Dicho poema se recitaba, al menos parcialmente, durante las fiestas de año nuevo, que tenían lugar, durante una semana, cuando los inicios de la primavera, para recordar al dios que del mismo modo que en los inicios creo o completó el mundo y lo dotó de vida, ahora que la tierra yace yerma tras el invierno, debe acordarse de intervenir nuevamente, como si fuera la primera vez, para reactivar el universo, disponiéndolo de modo perfecto como en los inicios. Y Marduk, atento y  generoso, escuchaba al parecer las plegarias de la comunidad.

Qué Marduk vuelva a atender a las súplicas humanas en este convulso fin de año. 

El año nuevo occidental atiende más al solsticio de invierno que al equinoccio de primavera. Ambas fechas han sido tradicionalmente consideradas como fechas de renovación del mundo, necesitado de una intervención divina, que se tenia que implorar, para poner fin al lento e implacable  declinar de las horas de luz ante el avance de la noche, o para reverdecer la tierra tras meses de sequía y tierra estéril. 

jueves, 29 de diciembre de 2022

ÍTALO BETTIOL (1926-2022): CHAPI CHAPO (1970, PRIMER EPISODIO)


 Italo Bettiol fue un cineasta de animación por “stop Motion”, italiano, instalado en Francia, autor de una mítica serie de dibujos animados en los años 70, que cuentan historias de dos hermanos gemelos, dotados de un gran sombrero (chapeau, en francés) en un mundo de cubos que se alzan y caen, constituyendo ciudades inestables modernas por las que Chapi y Chapo se mueven como pez en el agua.

Para padres, abuelos, y niños de tres a ciento treinta y tres años..

Civilización y barbarie

 Un conocido arqueólogo francés que excavaba en Siria comentaba hace años que no podía divulgar un hallazgo: restos humanos, a todas luces resultado de un sacrificio, seguramente para asegurar mágicamente una construcción. El temor a dar a conocer públicamente el descubrimiento era debido a que podía ennegrecer la imagen del mundo mesopotámico. 

Las tumbas reales de Ur, en Iraq, de mitad del tercer milenio, no solo contenían tesoros. También se acompañaban de decenas de cadáveres, el personal que atendía a los reyes sacrificados y enterrados junto a aquéllos. Tal muestra tan extensa de sacrificios humanos, que rompía la imagen de ciudades-estado mesopotámicas regidas por asambleas de ancianos, dio pie a una interpretación según la cual la muerte había sido voluntaria, los servidores de los monarcas habiendo decidido entregar su vida en favor de sus señores. La cuidadosa puesta en escena con los cadáveres perfectamente alineados, sin manifestar movimientos convulsos de resistencia, parecía alentar esta interpretación, si bien se reconocía el posible uso de drogas. El relativamente reciente descubrimiento de heridas mortales en el cráneo producidas por un objeto metálico punzante ha desdibujado la escena. El sacrificio fue un asesinato (precedido seguramente por la ingesta, forzada o por desconocimiento, de una droga). 

Del otro lado del Atlantico, artistas contemporáneos de America de Sur, como los que se exponen en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, manifiestan su admiración por las altas pirámides aztecas, incas o mayas, sin darse cuenta que éstos altares o bases de templos, se regaban con la sangre de decenas o centenares de víctimas, prisioneros de guerra. 

Hasta el mismo Homero pareció horrorizarse de los sangrientos sacrificios humanos que un colérico Aquiles ordenó ejecutar en honor de su amante Patroclo, víctimas todas ellas prisioneros de guerra. 

Los sacrificios humanos han acompañado la construcción de los monumentos del pasado. Los relieves asirios, acadios, romanos o mayas que recuerdan las hazañas de los monarcas muestran cómo éstos pisotean a sus prisioneros con saña o indiferencia, antes de ejecutarlos, mientras aquellos alzan sus brazos suplicando, en vano, compasión.

Las cabezas decapitadas de prisioneros que los íberos clavaban en lo alto de las estacas, las matanzas de Julio Cesar en Galia, los imágenes atroces de sacerdotes aztecas revestidos con la piel de sus víctimas despellejadas, las confesiones obtenidas por tortura de tribunales europeos hasta el siglo XVIII, la historia que la arqueología desvela es una historia de dominación y muerte a menudo.

No escasean templos de cualquier culto levantados (por prisioneros) para celebrar el triunfo en una batalla.

¿Cuántas veces Babilonia fue arrasada y reconstruida - por prisioneros de guerra?

El mismo esplendor de la Barcelona medieval ciega a veces sobre uno de los primeros pogromos de la historia en la Edad Media, una ciudad cuyos mercenarios asolaron a sangre y fuego la ciudad de Atenas.

Es célebre la afirmación del ensayista alemán Walter Benjamin -basada en una cita de Flaubert, según el cual es la tristeza por tantas pérdidas y muestras de inhumanidad, la que lleva al estudio del pasado- quién sostuvo que el estudio de los monumentos como signos o muestras de civilización en el pasado, no debe hacer olvidar que palacios, templos, tumbas, ciudades, levantados para honrar el nombre de monarcas, sacerdotes, antepasados y comunidades, son también muestras de barbarie, alimentadas por la sangre de las víctimas de las contiendas. 

La civilización es la cara presentable de la barbarie agazapada -a menudo obviada, silenciada u olvidada, una barbarie que empañaría  la imagen del pasado que nos queremos dar si no miráramos hacia otro lado. Se organizan muchas exposiciones sobre grandes monarcas, desde Alejandro hasta Napoleón. Pero si se observa con detenimiento los triunfos esculpidos -desfiles y sacrificios, guerras y sentencias (Dies Irae)- se puede descubrir un rostro muy distinto que da cuenta de historias y tragedias de las que los espléndidos monumentos no narran.




miércoles, 28 de diciembre de 2022

ROBERT ZIMMERMAN (BOB DYLAN, 1941): CIUDAD NORTEAMERICANA





















 Los trabajos de artistas que no se han dedicado al género artístico a  la que están adscritas las obras que suelen realizar en secreto y se exponen inesperadamente acostumbran a provocar reacciones de escepticismo ante su interés, comentarios irónicos y miradas condescendientes. Reacciones que se acrecientan cuando el artista es una figura conocida que nada tiene que ver con el mundo del arte, al menos que el tipo de arte expuesto. 
Es cierto que escasean los artistas capaces de destacar en varios géneros. Casi siempre logran exponer obras que no responden al tipo de trabajo habitual, y que despierten la atención crítica, no por los valores de este tipo de obras, sino por sus trabajos por lo que son conocidos. Incluso los dibujos atractivos de Garcia Lorca seguramente no serían  recordados si no fueran creaciones del admirado poeta, y los textos de Picasso no serían analizados si no los hubiera escrito él. Existen excepciones, sin embargo. Leonardo de Vinci o Durero fueron artistas tan diestros en las artes plásticas como en las literarias (aunque es cierto que sus textos destacan no tanto por su cualidad literaria sino por su agudeza teórica, como también ocurre con arquitectos clásicos como Palladio, cuyo tratado teórico está a la altura de sus proyectos y construcciones). Una excepción podría ser Víctor Hugo, poeta y dibujante, si bien hoy hoy se tiende a considerar que fue, en verdad, mejor dibujante y pintor, excepcional, desde luego, que poeta, pese a que en vida fue conocido y reconocido como escritor. 
Es cierto que la especialización es posterior al clasicismo, al menos en occidente (el poeta y pintor chino del siglo VII Wang Wei escapa , en efecto, a la compartimentación estanca entre los géneros artísticos occidentales , brillando en dos de ellos). Pero la porosidad entre las artes también se dio en occidente antes del siglo XVIII. Hildegarda de Bingen destacó tanto como pintora (una de las mejores de la historia), como compositora y poetisa. Bernini fue tan buen arquitecto como escultor -quizá incluso mejor como escultor-, y Rafael o Miguel Ángel brillaron en las artes plásticas y en arquitectura. Los poemas de Miguel Ángel, empero, no aguantan  la comparación con sus obras plásticas y arquitectónicas. Sí lo hace la poesía de Rafael, mas  ésta es muy escasa -Rafael tuvo una vida muy corta.
La especialización se ha fraguado con la modernidad. Si Le Corbusier puede ser considerado como un creador destacable, desde luego no es por su producción literaria ni pictórica. La calidad de su obra arquitectónica queda a merced de los críticos.
Se sabía que Bob Dylan pintaba. Alguna portada de un disco suyo fue ilustrada por él. Pero nunca o casi nunca se habían organizado exposiciones de sus cuadros, como hoy ocurre en los Estados Unidos.   ¿Se expondrían si no fueran pinturas de quién es? ¿Aportan algo a la visión casi tópica del paisaje urbano del centro de los Estados Unidos? ¿Responden a la imagen urbana que se espera, que se espera que el compositor y cantante Bob Dylan retrate? ¿Son comparables a las obras de Hooper? ¿Revelan una visión necesaria o superficial? ¿Recrean la ciudad americana con la capacidad poética de sus textos o canciones? Es posible que las respuestas sean sencillas.
















martes, 27 de diciembre de 2022

EMILY ALLCHURCH (1974): CAPRICHOS ARQUITECTÓNICOS Y LA TORRE DE BABEL (2003-2017)



















 

A partir del género pictórico menor occidental del capricho arquitectónico, aparecido a partir de finales del siglo XVI, en Italia, especialmente , y de la iconografía manierista y barroca protestante de la Torre de Babel (como símbolo del poder papal católico), la artista británica contemporánea Emily Allchurch, a partir de fragmentos fotográficos de centenares de edificios modernos, que combina en una composición imposible, recrea la imagen de la mítica Torre de Babel que se impuso en el siglo XVI: un edificio solitario, que empequeñece el entorno, aislado e inacabado, que ocupa toda la composición, a veces por encima de las nubes, como bien se narra en el Génesis.
Los “collages” de Allchurch ponen el acento en el carácter ilusorio o imposible de la torre , lo que acentúa su relación con el sueño: una construcción que solo tiene entidad en el mundo imaginario, una obra que, hoy, ya no sorprende y que debe retrotraerse al mundo fantástico para seguir manteniendo cierto misterio.

Sobre esta artista, véase, por ejemplo, su página web:

lunes, 26 de diciembre de 2022

WILFRIED MBIDA (1990): INTERIORES























 Wilfred Mbida, joven pintora del Camerún, a través del filtro del pintor norteamericano Edward Hooper, retrata interiores de amigos y familiares -dormitorios, salas de estar- en los que los enseres y los muebles tienen igual protagonismo que las personas -cuando éstas se hallan presentes, en una esquina, casi confundidas con lo que puebla el espacio, confrontadas a su entorno. Las telas, los muebles y los recuerdos son más perennes que las figuras, y perduran cuando aquéllas ya no están, aunque guardan las huellas de quienes moraron y pasaron. Las cosas son lo que mantienen los ligaments con el pasado y apelan al presente.
Mbida suele exponer en muestras sobre el imaginario arquitectónico, como, por ejemplo, hoy en París: