Cuencos de piedra, cuarto y tercer milenios, península arábiga, Museo Nacional de Omán, Muscat
Fotos: Tocho, diciembre de 2024
Tallar figuras de piedra dura con instrumentos de piedra, cuerdas y varillas de madera, en la Edad de Bronce, era una proeza. Crear objetos cóncavos de piedra, tales como cuencos y cajas, a veces con compartimentos interiores, con instrumentos de piedra, se nos antoja una tarea manual imposible. Las paredes de los objetos tienen el grosor de la porcelana o de la cáscara de huevo, aún más fragilizadas por la ornamentación grabada: líneas paralelas y círculos, a los que menos de medio milímetro de piedra separa del vacío n interior.
Estas ofrendas funerarias de la península arábiga, ejecutados entre el 3500 y el 1600 AC, de diseños y trabajo perfectos, constituyen algunos de los objetos más hermosos y técnicamente más logrados de la Edad de Bronce. Unos objetos por un lado útiles (recipientes, vasijas, cajas con tapa, también de piedra), y por otra lado sagrados, que acompañaban y honraban a los difuntos. La modestia, el cuidado, la atención se combinan en una piezas cuyo mayor lujo consiste en en la sencillez de las formas y de la ornamentación, que seguramente remite a la cestería -y al trabajo de orfebre en láminas de plata o de oro.