jueves, 31 de diciembre de 2020

De la influencia de los guisantes en la catedrales góticas: Una historia natural de la arquitectura (Pabellón del Arsenal, París, 2020-2021)

Histoire naturelle de l´architecture es una exposición, actualmente en el Pavillon de l´Arsenal de París, cerrada inevitable aunque temporalmente, que se puede recorrer a través de una visita guiada filmada.
 
Esta muestra, basada en una celebrada tesis doctoral del arquitecto suizo formado en Lausana y en Zurich, y actualmente instalado en París, Philippe Rahm,, ofrece una nueva mirada a la historia de la arquitectura. 
Plantea que, antes que las creencias, la economía y la política -razones que han dominado la lectura del arte y la arquitectura en los últimos decenios- es el clima y sus fluctuaciones, naturales y artificiales, los elementos naturales los que determinan la evolución, los cambios de las formas y de su composición. 

Así como el cultivo de los cereales determinó la aparición de las ciudades en el Próximo Oriente (una tesis controvertida, ya que se dieron casos de cultivos sin ciudades), una nueva concepción mística de la luz y de su relación con la opacidad de la materia, el nacimiento de una burguesía crecientemente separada de la corte, no estaría en el origen de la desmaterialización de las catedrales góticos, sino que el feliz cultivo de los guisantes, signo y causa de prosperidad (dada la fragilidad del guisante, solo una sociedad cultivada y "bienestante" podía apreciarlos y cultivarlos), causado por un mayor control de los elementos y mejoras en la agricultura, habría mejorado sustancialmente la alimentación y, por tanto, la condición física de los albañiles, llevando a la construcción de edificios imposibles de levantar (una explicación quizá un tanto simple...)

miércoles, 30 de diciembre de 2020

ZOE ZENGHELIS (1937): ARTE Y ARQUITECTURA (DO YOU REMEMBER HOW PERFECT EVERYTHING WAS?, 2020)

 































Recuerdo el día en que desde la subdirección de la arquitectura de la Escuela de Barcelona se enunció seca y cortantemente que los estudios de arquitectura en España debían potenciar las asignaturas técnicas y proyectuales en detrimento de las teóricas ya que la ley española dotaba al arquitecto de la plena responsabilidad de la obra -al contrario que en el resto del mundo, una ley marcada por el poder que los Colegios de Arquitectos quisieron mantener férreamente-, y éste no podía, por lo tanto, perder el tiempo en vagas y vanas ensoñaciones. 

La arquitectura se construía o no era. La especulación era irrelevante o dañina. Nunca se juzgaría a un arquitecto por su incapacidad crítica, sí por sus insuficiencias técnicas.

Y, así, la Escuela de Barcelona, conocida, hasta los años noventa, por ofrecer asignaturas tan insólitas en semejantes estudios como la estética, y proyectos arquitectónicos expresados a través de la escritura, pasó a ser una defensora a ultranza de las virtudes de la técnica -alejadas de la capacidad de juzgar.

La pintora griega Zoe Zenghelis, conocida por sus cuadros de ciudades y casas evocadoras, en las que uno se puede proyectar y sentirse bien, fundó el estudio de arquitectura OMA (conocido por ser el estudio del arquitecto holandés Rem Koolhaas), en el que daba forma, producía imágenes que comunicaban las virtudes y limitaciones de los proyectos, que eran proyectos que ampliaban, matizaban o dan sentido al rigor protestante de los planos técnicos, dotándoles de "carne", haciéndolos humanos.

Hoy, alejada del estudio, prosigue su carrera de pintores y expone estos días -en los que Inglaterra está cerrada a cal y canto- en una galería de arte especializada en arquitectura en Londres hasta finales de enero

martes, 29 de diciembre de 2020

David

 


Luca Giordano: David entregando a Salomón el plano del templo


Veintinueve de diciembre: día del rey David.

David ¿existió? Los historiadores no se ponen de acuerdo. Se ha encontrado una estela antigua que menciona la existencia de la "casa de David", pero los escasos restos arqueológicos de la ciudad de Jerusalén revelan un villorrio, no una ciudad deslumbrante; ninguna crónica antigua de territorios cercanos (asirios, egipcios....) cita el supuestamente extenso y poderoso reino de David, mientras que las extensas crónicas bíblicas sobre David dibujan un personaje de leyenda, propio de un cuento popular o de un mito, un pastor que se convierte en un rey poderoso, justo y justiciero, escogido por Dios, y fundador de un linaje que concluye con el Mesías.

Entre las historias fantásticas, decisivas para el imaginario arquitectónico, que siguen pautas tanto egipcias cuanto mesopotámicas, se cuenta que Yahvé escogió a David (nombre que en hebreo significa Bien amado) para construir el primer templo permanente (hasta entonces, la portátil Arca de la Alianza, construida según las detalladas órdenes de Yahvé dadas a Moisés, hacía las veces de templo transportable), le entregó los planos del mismo y una detallada memoria descriptiva que enunciaba los materiales a emplear, la ornamentación figurativa -lo que contradecía órdenes divinas precedentes que condenaban las imágenes naturalistas- y las técnicas constructivas, pero, al último momento, exigió que David entregara el proyecto a su hijo Salomón porque David tenía las manos manchadas de sangre (había ordenado asesinar al esposo de su amante), quien llevaría a cabo el proyecto gracias a la dirección de obra de un mítico arquitecto fenicio, Hiram -quien también moriría asesinado a manos de sus colaboradores deseosos de apoderarse de sus secretos que le permitían edificar lo que no se podía alzar, un templo para un dios que no estaba en ningún sitio, sino en todos a la vez.

David es una figura de leyenda, quizá con una base histórica. Salomón es todavía más un rey legendario o mítico, y el templo de David y Salomón seguramente nunca existió. Pero este templo imaginario, soñado gracias a la descripción bíblica de la memoria proyectual, ha rondado el imaginario arquitectónico occidental, constituyendo un soñado prototipo de cualquier iglesia cristiana -directa o indirectamente, a través de la iglesia del Santo Sepulcro edificada por Constantino como el nuevo templo de David y Salomón.

PS: El orgullo del rey David, quien ordenó censar a sus súbditos -cuando en verdad el pueblo elegido es innumerable-, lo que iba en contra de la omnipotencia divina, se pagó muy caro: Yahvé mandó una epidemia durante tres días que acabó con casi toda la población, neutralizando la eficacia del censo.

lunes, 28 de diciembre de 2020

La matanza de los inocentes, II (Josep Ginés , 1768-1823)

 

















Entre 1789 y 1794 -el Terror que la Revolución francesa extendió por toda Europa, con toda clase de ajusticiamientos y asesinatos, resuena en la obra-, el escultor valenciano Josep Ginés recibió el encargo del rey Carlos III de un desmesurado belén para el futuro Carlos IV. 

El conjunto, de seis mil piezas de terracota, incluye un extenso apartado dedicado a la masacre de los inocentes. 

Las figuras, reciente y oportunamente expuestas , en tiempos de pandemia, en el Museo de Bellas Artes de Valencia, se conservan en la Real Academia de San Frenando de Madrid -de la que Ginés fue director. Una de las más dramáticas se muestra en la colección permanente del museo Marés de Barcelona.

La matanza de los inocentes, I


 
















28 de diciembre: tras la Natividad, la muerte.

Mateo -el único evangelista que se refiere a este hecho, imaginario- cuenta que el rey Herodes, furioso que los Reyes Magos, de vuelta de Belén, no le hubieran informado, como les había pedido, acerca de donde se hallaba el nueve rey de los hombres, el rey de reyes, ordenó la masacre de todos los recién nacidos en su reino. Los Reyes Magos, avisados por un ángel, habían regresado a Caldea sin detenerse.

No hace falta preguntarse cómo es que la matanza es anterior a la llegada de los Magos.

Este hecho simbólico es importante porque repite la matanza de los recién nacidos hebreos ordenada, eras antes, por el faraón, para evitar que naciera Moisés que liberaría a su pueblo del yugo egipcio y los conduciría a la tierra prometida, y augura pues la separación de los cristianos de los hebreos y augura una nueva era luminosa.

Como ocurre reiteradamente en los Evangelios -que no son textos históricos sino políticos, éticos y religiosos, redactados todos tras la destrucción del Templo de Jerusalén en manos romanas, lo que implicaba que el pueblo elegido había caído en desgracia por no reconocer al Mesías, y era necesario separarse de aquél, so pena de no alcanzar la gracia-, los distintos acontecimientos contados y las mismas palabras atribuidas al Mesías repiten hechos y palabras de los profetas, de modo que queda claro que la palabra de dios se cumple, tanto sus advertencias como sus promesas, lo que da fe del sentido de la vida y las palabras del Mesías: son la confirmación de los anuncios divinos.

La matanza de los inocentes, que rememora la matanza de los recién nacidos ordenada por el faraón, fue ilustrada sobre todo en los siglos XVI y XVII (Giotto, excepcionalmente precursor, Ghirlandaio, Guido Reni, Brueghel, Rubens, Poussin,, sobre todo), como un símbolo de la devastación causada por las guerras de religiones que asolaron el centro y el norte de Europa. Católicos y protestantes aparecían, en según qué bandos, como los verdugos o las víctimas. 

Un cuadro de Poussin es quizá el emblema más conocido, suplantando la extensión de la masacre, casi anónima, inevitable, por el dolor íntimo de un madre, con la que cualquiera podía identificarse, ante el asesinato de su hijo.

La versión de uno de los cuadros de Poussin por Picasso es, sin duda, la mejor ilustración del tema en el siglo XX.