


Orante, 2500 aC
Ninguna de esas piezas está expuesta actualmente.
Sorprende la piedad, el temor y la esperanza que estas imágenes desprenden, al menos, ante nuestros ojos modernos. Una insólita humanidad, que no casa -o quizá sí- con la violencia despiadada -las víctimas imploran, mas en vano (son una masa indistinta de la que se alzan brazos tendidos), ante un rey desafiante y crecido- que otras imágenes documentan.
Procedencia de las imágenes:
BASMACHI, Fraj: Treasures of the Iraq Museum, Ministerio de Información. Dirección General de Antigüedades, Bagdad, 1975-6, ns. 54, 62, 67, 66; fichas, ps. 397-398.
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