jueves, 28 de marzo de 2024

No todo es barroco lo que reluce



Urbano Fos: obras no incluidas 


























 

Fotos : Tocho, marzo de 2024

El postulado decimonónico que clasificaba el arte por países, en detrimento de las antiguas escuelas y de los talleres, y de las cortes reales, parecía  superado. 

El nuevo museo del barroco catalán retoma esta clasificación. Contrariamente al Museo Nacional de Arte de Cataluña (que no Catalán) en Barcelona, que, pese a la inclusión ideológica de la palabra nacional, expone obras de arte creadas o expuestas en los territorios de la Corte de Aragón (más que en Cataluña), sean de escuelas italianas, flamencas, hispanas o de centro Europa, el nuevo Museo del Barroco solo acoge obras de artistas nacidos en Cataluña que desarrollaron su carrera en los territorios de la antigua Corona de Aragón -en unos años de declive . Sea debido  a este criterio, sea por la imposibilidad de obtener préstamos de larga durada, el museo no acoge ninguna obra del mejor pintor barroco catalán, Francisco Ribalta. Tampoco de un notable pintor, con pocas obras conocidas, como Urbano Fos, porque, habiendo nacido en la provincia de Tarragona, desarrolló su carrera en Valencia. 
Sí se expone una obra de Juan Ricci, un notable pintor y arquitecto madrileño, autor de tratados de pintura y de arquitectura, que fue monje benedictino del monasterio de Montserrat, con una sola obra referida a dicho monasterio.
El criterio selectivo de la colección permanente, compuesta en gran parte por obras procedentes de otros museos, siempre de Cataluña, lleva a que la colección tenga el interés que tiene, que el griterío estilístico o formal de la restauración y adaptación del edificio del museo trata de suplir buscando centrar la atención a costa de la que merecen las obras.
Los audiovisuales (cercanos a los No-Do), los textos de los folletos, buscan convencer de la calidad y necesidad de unas obras que, extrañamente no son todas barrocas, ya que algunas, decimonónicas, son neoclásicas (como se puede observar en una imagen).
Una visita al museo ofrece un contrapunto a estas afirmaciones optimistas..
Una visita por cuenta y riesgo del espectador.  







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