La devolución de obras expoliadas continúa, pese a los litigios entre museos de distintos países o incluso dentro de un mismo país.
El escultor Federico Marés, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, en Barcelona, creó, tras la guerra civil, un museo en dicha ciudad, en el que depositó su colección de arte y su gabinete de curiosidades, que se puede seguir visitando.
Su colección comprendía obras que se hallaban en la academia.
Desde los años setenta la Academia pleitea con el museo para recuperar las obras salidas de su colección. Las últimas devoluciones, al parecer, llevadas a cabo por el ayuntamiento, dueño del museo, se llevaron a cabo discretamente hacia 2010. No se habría hecho nunca público este contencioso.
Cabe recordar quizá que el grueso volumen sobre la historia academia escrito por el escultor contiene páginas plagiadas de obras anteriores sobre la institución redactados por otros autores.
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