miércoles, 10 de julio de 2013
La estación ferroviaria de La Sagrera en Barcelona
Nota: No, no se trata de la nueve sede de El Corte Inglés en Barcelona.
Noticias del los informativos de la televisión autonómica catalana, TV3, mediodía del 10 de julio de 2013:
Las obras de la gigantesca estación ferroviaria (acompañada de pisos y centros comerciales), que acogerá trenas de alta velocidad, que se construye en el barrio de La Sagrera de Barcelona -obras casi detenidas por problemas presupuestarios- emprenderán de nuevo tras, se cita literalmente, "la reducción de costes por estética". ¿Qué quiere decir?
Teniendo en cuenta que la estética es el arte de interpretar la creación -o, mejor dicho, es el estudio de cómo uno tiene que disponerse para interpretar una creación-, la reducción de la estética, si es que la expresión tiene sentido, debe de querer significar que la atención o el esfuerzo de comprensión de una creación, en este caso, una obra de arquitectura, será menor. ¿Por qué? ¿Por qué la obra tiene un menor interés -o menor sentido-, que no merece que se le dedique atención alguna, qué es un sin sentido?
La verdad es que, escuchando el comunicado, en el que se habla de la disminución de ornamentos (¿ornamentos?), parece que la palabra estética se utiliza, como en las peluquerías, como sinónimo de decoración, o imagen ornamental. Menor estética significaría menor cuidado de la imagen: de los envolventes, o las fachadas, sin duda, es decir, el descuido de lo que relaciona el edificio con el entorno, de la manera cómo éste se "comunica" con el barrio -y con los habitantes-.
En efecto, se trataría de un edificio que no merecerá interés alguno. Una simple obra de construcción, sin sentido.
martes, 9 de julio de 2013
El templo y el cosmos en la Grecia antigua
Los estudiosos no gustan de la búsqueda de relaciones entre la planimetría del cielo y de los templos. Éstos estaban orientados hacia determinados cuerpos celestiales, o se disponían según los ejes cardinales, como la mayoría de los santuarios en todas las culturas antiguas, pero descartan que hubieran existido relaciones entre determinadas formaciones siderales y la organización de un recinto.
Sin duda, este temor o rechazo está fundado. Se han escrito demasiados textos esotéricos sin base alguna, en los que las relaciones entre el cielo y la arquitectura son solo las que el estudioso quiere descubrir.
Sin embargo, la arquitectura sagrada de la Grecia antigua presentaba unas características sencillas que la enlazaban con parámetros celestiales.
Los templos, en general con una planta y un volumen repetitivo -por lo que, seguramente, los arquitectos de la Grecia antigua no necesitaban trazar planos, pues los constructores tenían en mente las características, tan reiterativas, de la arquitectura sagrada-, se componían a partir de un juego de proporciones simples. Lo que contaba no eran tanto las medidas de los elementos, cuanto las proporciones, es decir las relaciones entre elementos. Las proporciones más habituales eran 1:1, 1:2, 2:3, 3:4, y 4:5. Se trataba de proporciones que también se utilizaban en música. Correspondían a las distintas longitudes de dos cuerdas que, tocadas juntas, emitían sonidos armónicos.
Estas proporciones arquitectónicas y musicales, fáciles de calcular, se basaban en el supuesto juego de medidas entre los diez cuerpos celestiales: el sol, la tierra, la luna, los planetas y el cinturón de las estrellas fijas. Las distancias entre los planetas respondían a proporciones musicales. Es así como se suponía que los movimientos de los cuerpos celestiales emitían sonidos armónicos (la llamada música de las esferas).
El cosmos, pues, era una entidad, limitada o ilimitada, que comprendía una serie de cuerpos dispuestos concéntricamente,y que mantenían unas distancias tales que, cuando se observaban dos cuerpos desplazándose en órbita en el cielo, se suponía que el movimiento conjunto de los cuerpos llenaba el cielo de música celestial.
Era difícil tener una clara visión y una noción completa del cosmos. Pero no era necesario tenerla, ya que los templos, compuestos según el mismo juego de proporciones que regulaban las posiciones de los astros, ofrecían una imagen perfecta del cielo. De algún modo, eran imágenes reducidas del universo. La misma disposición de las columnas que rodeaban la capilla central del templo (la cella), recordaba la disposición de cuerdas tensadas dispuestas para ser tocadas.
Era necesario que el cielo y el templo estuvieran relacionados. Por tanto, el templo no podía presentarse como una unidad cerrada, vuelta sobre sí misma. por el contrario, tenía que abrirse al cielo, remitir a él, a partir de su volumen y de la disposición de sus elementos. Los templos griegos no se delimitaban con paredes continuas. Antes bien, una columnata los envolvía. De este modo, era visible la relación entre la serie de columnas, dispuestas según un juego de proporciones armónico, y la disposición de los astros que componían el cosmos. El templo se abría al cielo, no porque reprodujera ninguna planimetría celestial, sino porque se componía según las mismas proporciones, manifestándolas.
De este modo, era lógico y comprensible pensar que la divinidad moraba en el templo, al igual que se hallaba en el cosmos.
El templo, así, ofrecía una nítida imagen del cielo y permitía estudiarlo. Quizá no fuera casual que la concepción del mundo por parte de algunos pensadores pre-socráticos recurriera a un vocabulario espacial (lo ilimitado, el límite, lo informe, la forma, el principio o fundamento), que podría sugerir que la arquitectura constituyó un campo de experimento a través del cual se estudió la organización del cielo, prescindiendo de la existencia de divinidades.
Además de ofrecer un cobijo, la arquitectura ofrecía una imagen clara y comprensible del mundo; actuaba como un espejo revelador del universo; disipaba dudas y temores, solventaba la ignorancia ante las disposiciones celestiales; se erigió como un mecanismo gracias al cual se pudo estudiar el cosmos, disipando sus enigmas.
Sin duda, este temor o rechazo está fundado. Se han escrito demasiados textos esotéricos sin base alguna, en los que las relaciones entre el cielo y la arquitectura son solo las que el estudioso quiere descubrir.
Sin embargo, la arquitectura sagrada de la Grecia antigua presentaba unas características sencillas que la enlazaban con parámetros celestiales.
Los templos, en general con una planta y un volumen repetitivo -por lo que, seguramente, los arquitectos de la Grecia antigua no necesitaban trazar planos, pues los constructores tenían en mente las características, tan reiterativas, de la arquitectura sagrada-, se componían a partir de un juego de proporciones simples. Lo que contaba no eran tanto las medidas de los elementos, cuanto las proporciones, es decir las relaciones entre elementos. Las proporciones más habituales eran 1:1, 1:2, 2:3, 3:4, y 4:5. Se trataba de proporciones que también se utilizaban en música. Correspondían a las distintas longitudes de dos cuerdas que, tocadas juntas, emitían sonidos armónicos.
Estas proporciones arquitectónicas y musicales, fáciles de calcular, se basaban en el supuesto juego de medidas entre los diez cuerpos celestiales: el sol, la tierra, la luna, los planetas y el cinturón de las estrellas fijas. Las distancias entre los planetas respondían a proporciones musicales. Es así como se suponía que los movimientos de los cuerpos celestiales emitían sonidos armónicos (la llamada música de las esferas).
El cosmos, pues, era una entidad, limitada o ilimitada, que comprendía una serie de cuerpos dispuestos concéntricamente,y que mantenían unas distancias tales que, cuando se observaban dos cuerpos desplazándose en órbita en el cielo, se suponía que el movimiento conjunto de los cuerpos llenaba el cielo de música celestial.
Era difícil tener una clara visión y una noción completa del cosmos. Pero no era necesario tenerla, ya que los templos, compuestos según el mismo juego de proporciones que regulaban las posiciones de los astros, ofrecían una imagen perfecta del cielo. De algún modo, eran imágenes reducidas del universo. La misma disposición de las columnas que rodeaban la capilla central del templo (la cella), recordaba la disposición de cuerdas tensadas dispuestas para ser tocadas.
Era necesario que el cielo y el templo estuvieran relacionados. Por tanto, el templo no podía presentarse como una unidad cerrada, vuelta sobre sí misma. por el contrario, tenía que abrirse al cielo, remitir a él, a partir de su volumen y de la disposición de sus elementos. Los templos griegos no se delimitaban con paredes continuas. Antes bien, una columnata los envolvía. De este modo, era visible la relación entre la serie de columnas, dispuestas según un juego de proporciones armónico, y la disposición de los astros que componían el cosmos. El templo se abría al cielo, no porque reprodujera ninguna planimetría celestial, sino porque se componía según las mismas proporciones, manifestándolas.
De este modo, era lógico y comprensible pensar que la divinidad moraba en el templo, al igual que se hallaba en el cosmos.
El templo, así, ofrecía una nítida imagen del cielo y permitía estudiarlo. Quizá no fuera casual que la concepción del mundo por parte de algunos pensadores pre-socráticos recurriera a un vocabulario espacial (lo ilimitado, el límite, lo informe, la forma, el principio o fundamento), que podría sugerir que la arquitectura constituyó un campo de experimento a través del cual se estudió la organización del cielo, prescindiendo de la existencia de divinidades.
Además de ofrecer un cobijo, la arquitectura ofrecía una imagen clara y comprensible del mundo; actuaba como un espejo revelador del universo; disipaba dudas y temores, solventaba la ignorancia ante las disposiciones celestiales; se erigió como un mecanismo gracias al cual se pudo estudiar el cosmos, disipando sus enigmas.
lunes, 8 de julio de 2013
ANRI SALA (1974): DAMMI I COLORI (DAME LOS COLORES, 2008)
Anri Sala es un artista albanés. Su amigo, el también artista Edi Rama, fue alcalde de la capital, Tirana, entre 2000 y 2011 -hoy es primer ministro de Albania-; pidió a los habitantes que pintaran sus casas, con colores y pinceles ofrecidos por el municipio, a fin de cambiar, temporalmente quizá, el lúgubre tono de las fachadas -y de los espíritus de los habitantes.
Este documental, mostrado reiteradamente en centros de arte contemporáneo -como la Tate Modern de Londres, o el MACBA, de Barcelona-, refleja la renovada imagen de la capital albanesa y su capacidad por cambiar la visión del mundo. Luz en la noche.
Uno de las obras contemporáneas sobre arquitectura y ciudad más destacadas desde el 2000 al menos.
La película, en este primer video -con una calidad superior al segundo que muestra solo la filmación-, empieza en el minuto 3´12´´.
Architecture + Art : Edi Rama & Anri Sala from The Architecture Foundation on Vimeo.
Obténganse datos sobre este documental -o esta video instalación- en: http://www.artvehicle.com/events/172
Agradecimiento a Helena Tatay por algunos datos.
Para Montse Domínguez (una de las mejores arquitectas españolas), quien proyectó también en y por Tirana.
Este documental, mostrado reiteradamente en centros de arte contemporáneo -como la Tate Modern de Londres, o el MACBA, de Barcelona-, refleja la renovada imagen de la capital albanesa y su capacidad por cambiar la visión del mundo. Luz en la noche.
Uno de las obras contemporáneas sobre arquitectura y ciudad más destacadas desde el 2000 al menos.
La película, en este primer video -con una calidad superior al segundo que muestra solo la filmación-, empieza en el minuto 3´12´´.
Architecture + Art : Edi Rama & Anri Sala from The Architecture Foundation on Vimeo.
Obténganse datos sobre este documental -o esta video instalación- en: http://www.artvehicle.com/events/172
Agradecimiento a Helena Tatay por algunos datos.
Para Montse Domínguez (una de las mejores arquitectas españolas), quien proyectó también en y por Tirana.
JULIA SCHULZ-DORNBURG (1968): PAISAJES CONTEMPORÁNEOS, LASTRE Y/O OPORTUNIDAD (SEMINARIO, ARQUINSET, BARCELONA, OCTUBRE DE 2013)
Texto: Julia Schulz-Dornburg
PROGRAMA CONFIRMADO
ARQUINSET 2013
PAISAJES CONTEMPORÁNEOS, LASTRE Y/U OPORTUNIDAD
Julia Schulz-Dornburg
Cada sociedad refleja en el paisaje sus capacidades, sus sueños y sus limitaciones.
Capacidades, sueños y limitaciones que hoy no dependen ya sólo de su organización y su
potencial endógeno, sino también del lugar que ocupa ante los flujos mundiales de capital,
mercancías, información y personas. Ahora bien, este paisaje es dejado en legado a las
generaciones venideras en forma de realidades construidas y de espacios transformados,
los cuales constituyen, a un tiempo, patrimonio y carga, potencial y límite. Así, si bien es
cierto que cada sociedad ve reflejado en el territorio su presente, no lo es menos que debe
arrostrar también con la herencia de quienes la han precedido. La sentencia bíblica según
la cual los hijos pagarán por las virtudes y los pecados de los padres resulta
particularmente cierta en materia de paisaje.1
Paisajes contemporáneos, lastre y/u oportunidad es una reflexión sobre el legado de la
construcción especulativa y abandonada en España. La reciente implantación masiva de
enclaves de ocio, complejos turísticos y residenciales de todo tipo ha transformado vastas
regiones de la costa y ha llegado incluso a las provincias interiores. El ocaso prematuro de
muchos de estos asentamientos a causa del estallido de la burbuja nos presenta con
imágenes inquietantes porque reflejan la incongruencia entre la vida corta de la
especulación inmobiliaria – abortada por causas técnicas – y sus perdurables secuelas
físicas. El fenómeno del ladrillo español y su funesto desenlace ha engendrado la proliferación
de un nuevo tipo de paisaje a medio construir, que se podría denominar paisaje de
lucro.
Hay muchas clases de ruinas y sus significados son múltiples. Un edificio en decadencia
con vegetación en auge no suele dejar al espectador impasible. Su estado incompleto es
sumamente sugerente y se reconstruye en el imaginario como objeto que marca el paso
del tiempo, como elemento trágico, monumento melancólico o como simbiosis romántica
entre la naturaleza y el hombre. Las edificaciones a medio construir que forman parte de
esta reflexión son ruinas algo diferentes. Se trata de construcciones especulativas que
nunca se terminaron y por lo tanto nunca cumplieron su función de cobijar a nadie.
¿Significa que la carencia de su historia –jamás albergaron moradores y nada transcurrió
entre sus muros – las convierte en residuos obsoletos sin posibilidades de transformación,
o acabarán representando algo que puede tener sentido o valor?
La indignación, la preocupación, la fascinación, y otras reacciones que pueden surgir ante
la dimensión real de la persecución implacable del beneficio privado sin consideración por
los bienes comunes, del menoscabo de los valores ambientales, patrimoniales, estéticos,
económicos del paisaje, de la falta de voluntad de los poderes públicos para atajar los usos
espurios del territorio, serían estériles si no fueran acompañadas de un propósito: el de
organizarse para intervenir. Las realidades físicas creadas por el boom inmobiliario están
aquí para quedarse. Constituirán una herencia con la que nosotros y las generaciones
venideras deberemos inevitablemente lidiar durante largas décadas. Toda pretensión de
negar esta realidad, de desconocerla o de erradicarla no puede ser otra cosa que
1 Oriol Nel.lo: "Herencias territoriales, exploraciones geográficas y designios políticos", Ruinas Modernas, Ámbit, Barcelona, 2012
escapismo o quimera. Deberemos pues dotarnos de los instrumentos disciplinares y
administrativos adecuados para intervenir sobre estas realidades, reconducirlas en la medida
de lo posible hacia formas más sostenibles, eficientes y equitativas de usar el territorio.
Esta voluntad de gestión debe acompañarse con la resolución de promover
transformaciones políticas, sociales y económicas que eviten la depredación del territorio.
Ante esta situación, la semana de Arquinset se dedicará a analizar y a proponer iniciativas,
reflexiones y soluciones vinculadas a los paisajes ruinosos de la post burbuja. La voluntad
de Arquinset, a lo largo de los próximos tres años, es la de implantar una mayor conciencia
de la temática y, desde la transversalidad de lo multidisciplinar, crear un base de datos de
conocimiento, análisis y propuestas que puedan ayudar a evitar que el territorio continúe
degradándose y promover su ordenación a partir de principios de protección de los valores
del paisaje, sostenibilidad ambiental y equidad social. Arquinset quiere lanzar esta iniciativa
desde una base amplia y diversa donde caben voces divergentes y propuestas diferentes
de docentes, profesionales, estudiantes, activistas y analistas. El campo profesional quiere
ser igual de amplio e incluye sociólogos, artistas, urbanistas, economistas, geógrafos,
periodistas, arquitectos, abogados, antropólogos y todas aquellas disciplinas que puedan
aportar una mirada sobre el tema. La fórmula de presentación será mixta, a lo largo de la
semana se celebrarán conferencias y mesas redondas, un taller sobre un caso de estudio
con una visita picnic al sitio de proyecto y una exposición.
Confiamos que la semana temática de paisajes contemporáneos, lastre y/u
oportunidad sea enriquecedora, apasionante, controvertida e interesante y que fomente el
pensamiento crítico para ayudarnos a transitar desde una topografía del lucro hacia una
geografía voluntaria que beneficie al conjunto de la sociedad.
Julia Schulz-Dornburg
Arquitecta. Comisaria de Arquinset 2013
PROGRAMA:
MIÉRCOLES 23 DE OCTUBRE
Inauguración Arquinset 2013 con Exposición en la sala Fórum del FAD:
Material fotográfico, video y gráfico. Exposición Ruinas modernas, una topografía de lucro
de Julia Schulz-Dornburg
La exposición Ruinas Modernas, una topografía de lucro es fruto de un proceso continuo
de investigación que arranca en el 2010 con las primeras indagaciones sobre universos de
ocio, ciudades fantasmas y paisajes de lucro, que se refleja en el libro homónimo publicado
por Editorial Àmbit. La pieza central del trabajo está formada por el inventario fotográfico de
la construcción especulativa abandonada en España. Se retratan parajes ocupados por
conjuntos de edificaciones no completadas dentro del territorio nacional.
La especulación inmobiliaria como fenómeno no se puede concebir sin contar con el
elemento de la ficción. La simulación de la realidad representa una parte intrínseca del
sistema, especular viene del latino specularis/espejo: mirar con atención al reflejo; hacer
suposiciones sobre algo hipotético. La exposición rinde cuenta a esta dualidad y la
incorpora de forma estructural. Realidad y ficción forman un tándem inseparable a lo largo
del recorrido expositivo. Los documentos fotográficos están expuestos al lado de su
correspondiente información promocional, el lema del complejo se yuxtapone a su historia
oficial y los planos urbanísticos muestran la promoción especulativa en relación al
municipio que expide los permisos para ella. Sólo desde esta lectura doble, de la
reciprocidad entre la realidad y la ficción, se puede llegar a comprender lo impensable,
reconstruir lo inimaginable, constatar lo disparatado y sacar cada uno sus propias
conclusiones.
JUEVES 24 DE OCTUBRE
Ciclo de conferencias:
1. El estado de la cuestión. La banalización del paisaje.
El crecimiento exacerbado de la urbanización ha hecho que los paisajes urbanos hayan
dejado de ser ya un enclave de excepción, rodeados por el paisaje agrícola o natural, para
multiplicarse en un espacio que ya es definitivamente metropolitano. Desde el parabrisas
del automóvil o la ventanilla del avión, lo que acertamos a ver no es otra cosa que un
campo urbanizado. Los antiguos paisajes agrícolas han ido así dando paso a entornos
caracterizados por la proliferación de carreteras secundarias y centros comerciales;
parquings y áreas residenciales; outlets y granjas-escuela; circuitos de velocidad y
depósitos de caravanas; parques temáticos o la más variada gama de resorts de turismo
rural. Una amalgama de imágenes que muestra una misma naturaleza, independiente del
territorio e indiferente al lugar. La banalización de los paisajes hace que estos pierdan su
originalidad e interés natural, cultural o simbólico, mostrándose más a partir de lo que
tienen de similar y genérico que de singular y específico. (Francesc Muñoz)
Conferencia:
La banalización del paisaje, Francesc Muñoz. Geógrafo. Director del Observatori de la
Urbanització y del Màster en Intervenció i Gestió del Paisatge (UAB-MUHBA)
Mesa redonda:
Lucrar con el Paisaje: La legalidad ampara al modelo o el modelo genera la legalidad.
Moderador: Francesc Muñoz
Participantes: Carles Pareja (Doctor en derecho. Profesor Titular del área de Derecho Administrativo, Universidad Pompeu Fabra).
Itziar González (Arquitecto ETSAB-UPC. Autora de la reedición del libro Barcelona pam a pam, de
Alexandre Cirici)
José Fariña Tojo (Catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio por la Universidad Politécnica de Madrid)
VIERNES 25 DE OCTUBRE
Taller caso de estudio, “Con el viento a favor”, La Muela, Zaragoza.
Coorganizado por el FAD y el Máster en Intervención y Gestión del Paisaje y el
Patrimonio (UAB-MUHBA)
Presentación a cargo de Francesc Muñoz y Julia Schulz-Dornburg.
El estallido de la burbuja inmobiliaria nos ha dejado con centenares de proyectos
urbanísticos a medio hacer. Estas ruinas modernas han transformado nuestros paisajes y
constituyen la parte física de nuestro llegado. ¿Podemos intervenir sobre estas realidades
para reconducirlas en la medida de lo posible hacia formas más sostenibles, eficientes y
equitativas de usar el territorio?
Se plantean varias estrategias. Desde la no-intervención, conservando las ruinas como
símbolo o monumento de un acontecimiento relevante, a la de-construcción, borrando la
huella de una aventura poco acertada, o a la transformación, que investiga estrategias
para una ordenación más equitativa y sostenible.
La investigación del caso “La Muela - con el viento a favor”, ratificará si existen elementos
que permiten plantearse estrategias de transformación. El análisis del lugar a escala con el
cadáver implicará una mirada al territorio con su realidad geofísica y medioambiental y a
escala más pequeña, al paisaje como representación cultural, como territorio “fabricado y
habitado” y como “entorno material y vivo”.
La elaboración del diagnóstico se abordará desde la interdisciplinariedad. Invitamos a
geógrafos, urbanistas, arquitectos, antropólogos, historiadores, paisajistas y diseñadores a
prestar su visión y descubrir nexos y conexiones que permitan vincular la construcción
fallida a su entorno, dando valor y sentido a la ruina en lento proceso de descomposición.
Organización del Taller:
El taller va dirigido a profesionales y alumnos de las diferentes disciplinas relacionadas con
el paisaje tanto las culturales y sociales, como las técnicas y territoriales.
Los participantes asistirán a las conferencias y mesas redondas de la semana del
Arquinset.
Se realizará una visita al sitio de estudio. (Esta actividad estará abierta al público general
del Arquinset)
El taller se desarrollará del 25 al 31 de octubre. Los trabajos se presentarán el día 31 en un
jurado con invitados.
SÁBADO 26 DE OCTUBRE
Bus–picnic “Con el viento a favor”
Visita en autobús y picnic en el sitio del taller (La Muela, Zaragoza)
LUNES 28 DE OCTUBRE
Ciclo de conferencias:
2. El modelo que no se agota
Explotada la burbuja, reconocidos sus cadáveres, y enunciados sus fracasos, las
administraciones aún apuestan por el modelo del evento y el ocio como principales
motores de generación de riqueza. El turismo de masas, el ocio y sus promesas de
bienestar y calidad de vida, con etiquetas de ecológico o sostenible, parecen las únicas
respuestas posibles, o las más inmediata y premeditadamente efectistas, a la hora de
pensar la productividad del territorio convertido en mercancía.
Conferencia:
"The City That Never Was", Llatzer Moix (Periodista y redactor jefe adjunto al director en el diario
“La Vanguardia”)
Mesa redonda:
La Cultura del Evento: Gran Escala, Euro Vegas, Marina D’or Golf, Barcelona World
Moderador: Llatzer Moix
Participan: Freddy Massad (Arquitecto y crítico de arquitectura).
Lluís Cameron (Arquitecto, decano del COAC)
Pedro Azara (Arquitecto, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
Barcelona).
MARTES 29 DE OCTUBRE
Ciclo de conferencias:
3. El encanto de lo incompleto
"Las imágenes de las urbanizaciones inacabadas del periodo del auge inmobiliario suscitan,
ciertamente, un sentimiento de indignación ante las agresiones ambientales, el deterioro
paisajístico, el desperdicio de recursos y los dramas sociales que reflejan. Pero ejercen
también una cierta fascinación: la derivada de la constatación de la fragilidad de los
esfuerzos humanos, la potencia de la naturaleza que reclama sus derechos, la caducidad
de los anhelos; una fascinación similar, quizás, a aquella que Santiago Rusiñol encontraba
en el Jardí abandonat." (Oriol Nel·lo)
Conferencia:
Ruinas indignantes y fascinantes, Oriol Nel·lo (Geógrafo, profesor del Departamento de
Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona).
Mesa redonda:
El esplendor de la ruina
Moderador: Oriol Nel·lo
Participan: Gustavo Gili (Arquitecto. Profesor ETSAB-UPC). Presentación del proyecto fotográfico
topografías construidas)
Möritz Küng (Comisario y crítico de arte. Profesor en HfG University of Arts and Design).
Martí Peran (Comisario y crítico de arte. Profesor Titular de Teoría del Arte de la
Universidad de Barcelona).
JUEVES 31 DE OCTUBRE
Presentación de los trabajos del taller en un jurado con invitados
DOMINIQUE A (1968): JE SUIS UNE VILLE (SOY UNA CIUDAD, 1999)
Dominique A - Je suis une ville por DominiqueA-Official
Je suis une ville dont beaucoup sont partis
Enfin pas tous encore mais ça se rétrécit
Il reste celui-là qui ne se voit pas ailleurs
Celui-là qui s'y voit mais à qui ça fait peur
Et celle-là qui ne sait plus, qui est trop abrutie
Qui ne sait pas où elle est ou qui se croit partie
Je suis une ville où l'on ne voit même plus
Qu'un tel n'est pas au mieux, lui qu'on a toujours vu
Avec les joues bien bleues, avec les yeux rougis
Ou avec le teint gris, mais bon, avec l'air d'être en vie
Un jour il est foutu et peu comprennent alors
Que la mort a frappé quelqu'un de déjà mort
Je suis une ville de chantiers ajournés
De fêtes nationales, de peu de volonté
De fraises qui prolifèrent le nez bien dans le verre
De retrouvailles pénibles car sur un pied de guerre
De visites écourtées ou dont on désespère
Je suis une ville couchée la bouche de travers
Parce qu'il y fait trop froid, parce que c'est trop petit
Beaucoup vont s'en aller car beaucoup sont partis
Il en revient parfois qui n'ont pas tous compris
Ce qui les ramène là et les attend ici
Ils ne demandent qu'à dire combien ils sont heureux
D'être là à nouveau, qu'on les y aide un peu
Qu'ils ne comptent pas sur moi pour les en remercier
On ne remercie pas ceux qui vous ont quittés
Qui reviennent par dépit et ne le savent même pas
Ils ne savent rien de rien et pourtant ils sont là
Et je suis encore fière et plutôt dépérir
Que de tout pardonner, que de les accueillir
Je suis une ville dont beaucoup sont partis
Enfin pas tous encore mais ça se rétrécit
Et je suis bien marquée, d'ailleurs je ne vis plus
Que sur ce capital, mes rides bien en vue
Mais mes poches sont vides et ma tête est ailleurs
Je suis une ville foutue qui ne sait plus lire l'heure
Qui a oublié l'heure
Qui ne sait plus lire l'heure
Qui a oublié l'heure
MARC CRASTE (1964): VARMINTS (2008)
Varmints - Marc Craste (2008) from Joaquin on Vimeo.
Conocido cortometraje de animación, entre Metrópolis y Wall.E
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Modern Times
domingo, 7 de julio de 2013
Hestia, centro del cosmos y de la ciudad
La estructura física y social de la ciudad griega parece haber modelado la visión griega del mundo. Éste fue interpretado a partir de pautas, de modelos, de imágenes generadas por la ciudad. Cosmos, en griego, significaba orden; algunos pensadores han sostenido, desde hace muchos años, que el orden que los griegos veían o proyectaban en el mundo, provenía del orden que en principio regía la ciudad. Ésta era, no solo un mundo, sino una imagen -o el prototipo- del mundo.
La ciudad griega se organizaba alrededor de un ágora: un espacio público, perteneciente a la comunidad, en la que ésta -que excluía a mujeres, niños, esclavos y, en parte, extranjeros- se manifestaba: se mostraba, se estudiaba, se confrontaba consigo mismo, y en el que la ciudad exhibía la personificación de sus valores más destacados.
El ágora giraba alrededor de uno o dos polos: dos, en el caso de la ciudad colonial. En ésta, en efecto, junto al templo de Hestia, que albergaba el fuego sagrado de la ciudad, se ubicaba la tumba del héroe fundador.
El fuego de Hestia (una expresión redundante, ya que Hestia significaba fuego) expresaba tanto la vida cuando el arraigo de la urbe. Ésta nacía de la doble presencia del templo o la tumba del héroe fundador, y del templo dedicado a Hestia.
Filolaos de Crotona fue un filósofo nacido en una colonia de la Magna Grecia en el siglo V aC., quizá en Crotona, precisamente, o en Metaponto. Pudo ser un discípulo de Pitágoras -si es que este filósofo y matemático existió-, o el primer pitagórico.
Filolaos es recordado porque fue el primero o uno de los primeros que ofreció una concepción radicalmente distinta de la estructura del cosmos. Éste no se habría compuesto alrededor de la tierra, como se pensaba -y se pensaría hasta Copérnico, en el siglo XV-, sino alrededor del sol. La tierra, al igual que los plantas y las estrellas, estarían dispuestas en órbitas concéntricas alrededor del sol.
En verdad, este modelo -que es el que tardó en imponerse dos mil años más tarde-, no es exacto. Filolaos no pensaba que los cuerpos siderales se dispusieran a partir del Sol, sino que el Sol era un planeta que reflejaba la luz del astro que centraba la disposición del cosmos. Y este astro era Hestia.
Hestia, en efecto, era un -o "el"- fuego; el fuego cósmico. Este fuego alumbraba el cosmos. Éste estaba lleno de la vida que Hestia le comunicaba. La "virtud" de Hestia es que se trataba de un cuerpo sideral que se se desplazaba. Constituía un centro verdadero.
La imagen del cosmos, bien ordenado en torno a Hestia, evoca irremediablemente la imagen de la polis griega, sobre todo la ciudad colonial, constituía a partir de lo que primero que los colonos depositaban en la tierra cuando, tras meses de incierta navegación, descendían de las naves para tomar posesión de un territorio y fundar una ciudad: el fuego, traído en una cerámica especial, encendido en el altar de Hestia en la ciudad-madre (o metrópolis). Quizá fuera, precisamente, la visión de cómo se organizaba la ciudad colonial la que llevara a Filolao a proyectar el modelo de la estructura y el ordenamiento de la ciudad al universo. Éste se constituía así, en un espacio habitable, para humanos y para las divinidades: un universo cálido en el que la vida se recogía.
La ciudad griega se organizaba alrededor de un ágora: un espacio público, perteneciente a la comunidad, en la que ésta -que excluía a mujeres, niños, esclavos y, en parte, extranjeros- se manifestaba: se mostraba, se estudiaba, se confrontaba consigo mismo, y en el que la ciudad exhibía la personificación de sus valores más destacados.
El ágora giraba alrededor de uno o dos polos: dos, en el caso de la ciudad colonial. En ésta, en efecto, junto al templo de Hestia, que albergaba el fuego sagrado de la ciudad, se ubicaba la tumba del héroe fundador.
El fuego de Hestia (una expresión redundante, ya que Hestia significaba fuego) expresaba tanto la vida cuando el arraigo de la urbe. Ésta nacía de la doble presencia del templo o la tumba del héroe fundador, y del templo dedicado a Hestia.
Filolaos de Crotona fue un filósofo nacido en una colonia de la Magna Grecia en el siglo V aC., quizá en Crotona, precisamente, o en Metaponto. Pudo ser un discípulo de Pitágoras -si es que este filósofo y matemático existió-, o el primer pitagórico.
Filolaos es recordado porque fue el primero o uno de los primeros que ofreció una concepción radicalmente distinta de la estructura del cosmos. Éste no se habría compuesto alrededor de la tierra, como se pensaba -y se pensaría hasta Copérnico, en el siglo XV-, sino alrededor del sol. La tierra, al igual que los plantas y las estrellas, estarían dispuestas en órbitas concéntricas alrededor del sol.
En verdad, este modelo -que es el que tardó en imponerse dos mil años más tarde-, no es exacto. Filolaos no pensaba que los cuerpos siderales se dispusieran a partir del Sol, sino que el Sol era un planeta que reflejaba la luz del astro que centraba la disposición del cosmos. Y este astro era Hestia.
Hestia, en efecto, era un -o "el"- fuego; el fuego cósmico. Este fuego alumbraba el cosmos. Éste estaba lleno de la vida que Hestia le comunicaba. La "virtud" de Hestia es que se trataba de un cuerpo sideral que se se desplazaba. Constituía un centro verdadero.
La imagen del cosmos, bien ordenado en torno a Hestia, evoca irremediablemente la imagen de la polis griega, sobre todo la ciudad colonial, constituía a partir de lo que primero que los colonos depositaban en la tierra cuando, tras meses de incierta navegación, descendían de las naves para tomar posesión de un territorio y fundar una ciudad: el fuego, traído en una cerámica especial, encendido en el altar de Hestia en la ciudad-madre (o metrópolis). Quizá fuera, precisamente, la visión de cómo se organizaba la ciudad colonial la que llevara a Filolao a proyectar el modelo de la estructura y el ordenamiento de la ciudad al universo. Éste se constituía así, en un espacio habitable, para humanos y para las divinidades: un universo cálido en el que la vida se recogía.
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