jueves, 17 de marzo de 2016

LINA BO BARDI (1914-1992): SESC POMPEIA (1977-1982)




































































Fotos: Tocho, marzo de 2016

El Centro Cultural y Social del Barrio de Villa Pompeia (Serviço Social do Comércio), en Sao Paolo, está situado en una fábricas de ladrillo rehabilitadas. Constituyen una pequeña ciudad, con una calle principal y dos plazas. Dos altos edificios de hormigón, unidos por pasarelas, también de hormigón, fueron añadidos, junto con lo que se asemeja a una chimenea: acogen equipamientos deportivos (piscina, canchas, etc.)
Se trata de una de las últimas obras de la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi. Ladrillos, madera y hormigón, conforman amplios espacios en los que el mismo cuidado en el tratamiento de los paramentos, las texturas y la luz, se han dedicado al mobiliario y a unos delicados azulejos añiles, que evocan una naturaleza originaria. El agua -un estanque zigzaguea en el interior de una nave, utilizado por los niños en verano, pero hoy vacío por la plaga de de mosquitos-, el fuego -una gran chimenea comunitaria convierte una nave descomunal en un hogar recoleto-, y la luz son los verdaderos elementos de esta ciudad ideal, dedicada al placer de los sentidos: la lectura, actividades comunitarias, actividades físicas, espectáculos y talleres artesanos.
La mesura de los edificios fabriles contrasta con la inventiva de los bloques de hormigón. Las formas horizontales alrededor de la calle interior concluyen con los bloques verticales que se asemejan a monumentos, e identifican al centro.
El conjunto tiene cuarenta años. No tiene ni un rasguño, ni una pintada. Aparece como el centro del barrio, un foco de energía -pero también de retiro.

miércoles, 16 de marzo de 2016

LINA BO BARDI (1914-1992): MUSEO DE ARTE DE SAO PAOLO (MASP, 1958)







































Fotos: Tocho, marzo de 2016

La ciudad de Sao Paolo (Brasil) se extiende por un sinfín de colinas y hondonadas que ascienden escalonadamente hasta una estrecha franja horizontal, o carena, recorrida por la larga y recta Avenida Paulista. A mitad de recorrido, un belvedere se asoma a lado y lado de la carena a dos precipicios cubiertos por lo que se asemeja a la selva -y que ha sido conservadas. Sobre esta plataforma se alza el Museo de Arte Moderno, suspendido, colgado de dos pórticos, de modo que la vista de ambos abruptos tajos invadidos por bosques tropicales se mantiene.

El museo, la obra maestra de la arquitecta italiana Lina Bo Bardi, no solo posee la mejor colección de arte occidental de América del Sur, sino que ésta se dispuso originariamente sobre paneles de vidrio, encajados en cubos de hormigón, dispuestos en medio de la única sala, a fin que los cuadros quedaran también suspendidos.
Esta disposición fue desmantelada en favor de una colocación más convencional que exigió la construcción de paneles.

La restauración del edificio ha favorecido la recuperación de la presentación original. Las obras se asemejan a apariciones. Flotan como rostros de la Verónica. Una multitud de rostros y cuerpos se enfrenta al espectador que, a medida que avanza y se da la vuelta descubre el anverso, el bastidor, la condición evanescente de la imagen. Lo que podría constituir un confuso bosque de cuadros deviene emanaciones de no se sabe donde que acrecientan el carácter irreal de las imágenes, pero mucho más verdaderas que los cuerpos de los espectadores. Imágenes imborrables que salen al encuentro antes de desaparecer.

martes, 15 de marzo de 2016

Casa y familia: el rito del hogar






Las fiestas sincréticas en honor de la Virgen María, considerada la diosa del Amazonas, y del niño Jesús (llamado El Guerrero), a finales de año, en el estado de Belem en el noroeste de Brasil, que aúnan rasgos cristianos con cultos nativos a los espíritus, consisten, desde los años 30 (y 70 en el caso de las fiestas para El Guerrero), en una procesión en la que los fieles pasean maquetas de templos y de casas sobre sus cabezas. En algunos casos, un ladrillo tan solo basta, ya que ya es una imagen metonímica del hogar: la primera piedra, el fundamento, el origen del edificio.

Las razones para esta procesión no son claras. Los participantes explican que todos necesitan una casa: el recién nacido Jesús no puede llegar en medio de la nada. Las casas son el hogar que se le ofrece y cada miembro de la comunidad le brinda su casa.

Pero las maquetas, los ladrillos también invocan no sólo la divina protección del hogar sino la propia existencia de una casa en una región asolada por el crecimiento desmesurado del número de personas sin hogar.

Finalmente, la casa vive al ritmo de las familias. Nacimientos, separaciones y muertes afectan la estructura del hogar. Las casas crecen, se parten, se abandonan, se derriban. Su presencia en la procesión invoca su integridad, de modo que si la casa perdura la familia o el clan también perdurará. Un simple ladrillo es una imagen de unidad, una apelación a una unidad quizá perdida.

Debo esta información y las imágenes a Artur Rozestraten y a su libro Portadores. Imaginário e Arquitetura, Sao Paolo, 2015, a quien agradezco sus comentarios y observaciones.

lunes, 14 de marzo de 2016

Construir y habitar la tierra (Congreso en la Facultad de Arquitectura de la universidad de Sao Paolo, Brasil)




Bajo la iniciativa del arquitecto Artur Rozentraten (profesor del departamento de Expresión gráfica, teórico y antropólogo, autor de una tesis doctoral sobre unos ritos amazónicos que conllevan procesiones durante las que las casas -a través de maquetas- son paseadas bajo la atenta mirada de divinidades sincréticas, o de una Virgen María que es una diosa y es también el hogar del mundo), la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Sao Paolo (Brasil) organiza el primer coloquio internacional ICHT 2016, Imaginário: Construir e Habitar a Terra. cidades "inteligentes" e Poéticas Urbanas, del miércoles 16 de marzo al viernes 18 de marzo de 2016.

Las pre-actas del congreso, ya editadas, se pueden encontrar legalmente en este enlace:

http://www.fau.usp.br/icht2016/

¿Arte y Arquitectura, o arte o arquitectura?


"Ya no es una casa, es una obra de arte"
PERE CARLES (Presidente Fundació Iluro

)




Se ha iniciado la restauración de la casa Coll Regas, en Mataró, del arquitecto modernista José Puig Cadafalch, con vistas a convertir el edificio en un cebntro cultural o un museo.
A este propósito, el director de la fundación que lleva a cabo las obras ha declarado que el estatuto, la condición de esta construcción ha cambiado. Pasa de ser una casa a ser una obra de arte.

Si atendemos a esta frase, se entiende que una casa es lo opuesto a una obra de arte; no puede ser arte (u obra de arte).
Esta opinión refleja la visión cierta sobre el ambiguo estatuto de la arquitectura: produce obras que tienen que cumplir una función clara, precisa -dar cobijo- como cualquier útil. En la teoría del arte occidental, a partir del siglo XVIII, lo utilitario no es arte, ya que la obra de arte cumple una función, ciertamente, pero no se sabe bien cuál es: No se trata de un producto gratuito o caprichoso, sino necesario y con sentido, que responde a una necesidad, mas se desconoce a qué necesidad responde y cómo. La obra es un misterio. Es necesario, pero se puede vivir sin ella. Satisface necesidades que no tienen porque ser satisfechas.

Pero cabe preguntarse por la pertinencia de la opinión anteriormente vertida. Una casa debe cumplir una función, pero cualquier construcción la satisface: mientras posee un techo y quizá algún muro, todo ser humano puede guarecerse, protegerse o esconderse en aquélla.
Pero una casa es algo más; o es algo distinto.

Una construcción que es una obra de arte es una casa. Una casa es una obra de arte; cuando cesa de ser una casa, es decir, cuando cesa de ser habitada y de despertar deseos de habitarla, deja de ser una una obra de arte. Es decir, una casa desabitada o una casa que ya no será habitada nunca más, que se dispone para no ser habitada más, ya no es arte.
Ya que una casa satisface, como cualquier construcción, necesidades básicas: un techo. Pero una casa invita no solo a recogerse sino a soñar. Una casa es el lugar donde uno querría habitar para siempre -aunque solo habite unas horas. Una casa es un lugar, nuestro lugar; es un hogar. Una casa se vive en el pasado, el presente y el futuro. Atesora recuerdos, permite una vida plena hoy, y suscita deseos de morar quizá para siempre.
Al igual que una obra de arte, una casa da qué pensar. Reflexionamos sobre nuestra vida, y sobre lo que somos. La obra de arte, como la casa, es un espejo en el que nos proyectamos, y que nos devuelva la imagen de lo que somos. Una casa somos nosotros y nos descubrimos mientras vivimos en ella. La casa nos ancla a la tierra, nos instaura en ella; desbroza nuestro lugar; da sentido a nuestra vida. Nos emplaza, nos obliga a pensar en nuestra vida; nos concede la plenitud de la vida -o nos la niega cuando deja de ser nuestro reflejo. Una casa siempre está por hacer, vive con nosotros. No está hecha para siempre. No es un museo o un mausoleo.

La casa Coll Regas fue una obra de arte mientras la familia Coll Regas vivió allí siempre que hubiera tenido una vida con sentido.
Deshabitada, se convierte en un ente inerte, muerto; lo contrario de una obra de arte.


Agradecimientos al arquitecto Jaume Coll Fulcará que restaura la casa tratando que no sea un "museo".
Y agradecimientos al arquitecto Artur Rozentraten, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Sao Paolo (Brasil), organizador del coloquio internacional "Imaginário: Construir e Habitar a Terra. Poéticas Urbanas", que se inicia el próximo miércoles, y que ha suscitado este comentario.

domingo, 13 de marzo de 2016

ADAM NATHANIEL FURMAN (1982): BABELLE (2014)











El joven arquitecto y artista inglés Adam Nathaniel acaba de ser elegido como uno de los arquitectos emergentes en el Reino Unido por la Fundación de Arquitectura (Foundation Architecture).
Su obra, Babelle (Balel),  recreada la mítica torre de Babel. Consiste en piezas de cerámica realixzadas con una impresora en 3-D. Mientras que la torre consistía en una sola construcción, su recreación actual comprende un gran número de piezas que conforman una ciudad (¿Babilonia?), en la que el número de elementos, la diversidad de formas y colores, y su conjunción, evocan la locura que la torre bíblica encerrada, y la diversidad de lenguas y puntos de vista a los que dio lugar.
La cita consciente postmoderna, en este caso, refleja bien el brillo, el deslumbramiento, quizá la imposibilidad, pero también la vitalidad de la torre de Babel.



Babelle from Adam Nathaniel Furman on Vimeo.