Fotos: Tocho, Museo del Diseño, Barcelona, agosto de 2016
La Ciudad de 1973-1974 es una de la decena de extensas instalaciones, de unos siete metros de largo, que representan ciudades antiguas y modernas, que el artista español Miguel Navarro realizó entre los años setenta del siglo pasado y principios del siglo XXI.
Todas las piezas son de terracota: la mayoría son ladrillos recortados -el artista tardó dos años en fabricarlas-, junto con algunas más pequeñas de cerámica moldeada.
La ciudad se organiza por zonas: un barrio antiguo de bloques bajos, un ensanche que recuerda polígono de bloques idénticos distribuidos sobre una retícula sin variaciones, y un centro de negocios alrededor de un rascacielos desmesurado.
La ciudad posee en verdad dos ejes espaciales y temporales. El eje que el rascacielos traza se contrapone a un segundo eje que dibuja lo que el artista define como un zigurat mesopotámico, cuya imagen se basa en las representaciones manieristas de la torre de Babel, pero también en el minarete de la mezquita de Samarra (Iraq), cuyo volumen en espiral es un eco de los volúmenes escalonados de los zigurats sumerios, el cual, a su vez, dio pie a la iconografía de la torre de Babel. Del zigurat partes radios o rayos formados por un sinnúmero de verdaderos zigurats de planta cuadrada, todos idénticos, que irradian -y quizá alimentan- la ciudad moderna, cuyo centro histórico está dejado de lado. El poder que el zigurat simbolizaba se transfiere al que el moderno rascacielos encarna, con la salvedad que el zigurat que Navarro compone se cubre con una semiesfera que simboliza el empíreo, mientras que de lo alto del rascacielos emergen agresivos rayos de espejo que parecen evocar la vacuidad.
Esta obra, raramente presentada -dado su tamaño y la cierta complejidad del montaje, si bien se expuso en un espacio más angosto en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona en 2005- se ubica en la antesala de la muestra sobre cerámica y arquitectura en el Mediterráneo, de la antigüedad hasta nuestros días, se próxima inauguración en el Museo del Diseño de Barcelona.
Los elementos que la componen conjugan los dos términos temporales de la exposición.