lunes, 27 de abril de 2020

ZARINA HASHMI (1937-2020): REFUGEE CAMPS, TEMPORARY HOMES (2017)






Campamentos de refugiados, Casas Temporales, 2017


A los diez años, tuvo que huir de su casa de Aligarh cuando la guerra entre la India y Pakistán, y vivió en un campo de refugiados. Desde entonces, no tuvo un hogar fijo, entre Beirut, París, Londres y Nueva York. Pero cada casa, por temporal y frágil que fuera, fue su casa.
Toda la obra de la artista hindú Zarina Hashmi está basada en esta primera experiencia infantil de la huida y el refugio.
Todas las tiendas son iguales. Todas pueden ser un hogar personal -pues no se diferencian-, y ninguna lo es. Una raja vertical da acceso al interior. Tiendas, casas de tela sobre una urdimbre de varillas, cuyos cortes pueden ser remendados -como las heridas cicatrizan, dejando una marca indeleble.
Casi toda la obra de Zarina Hashmi utiliza un soporte aparentemente frágil -se puede rasgar sin dificultad- y sin embargo más duradero que la madera carcomida: el papel. Obras de pequeñas dimensiones que desmenuzan lo que puede constituir una casa: una planta, una fachada, una descripción en una carta, una misma carta o un mapa que llevan a una casa o guardan lo poco que queda de ella: unos recuerdos transcritos en un papel de carta.
Sus obras fueron sus casas. En ellas se refugiaba. La absorbían. A través de su hacer, unía el pasado -técnicas y modos de representación propios de las miniaturas- y el presente -el esquematismo, el trazo reducido a una simple línea, del arte moderno o contemporáneo.
Zarina Hashmi acaba de partir hacia su última casa.



Mi casa negra (en la oscuridad) en Aligarh, 2017



Entrada pasada de este blog dedicada a Zarina Hashmi:

https://tochoocho.blogspot.com/2011/05/la-tela-de-arana-y-la-concha-louise.html

Una visita virtual al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), parte 1



Diseño de las dos primeras escenas: David Mesa
Carátula, montaje y edición: Lucas Dutra
Agradecimientos por toda la labor creativa realizada


Primera de las dos últimas sesiones de clases prácticas de la asignatura de Teoría II de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), dedicadas a una visita "virtual" comentada de algunas obras de la colección permanente del Museu d´Art Contemporani de Barcelona (MACBA), actualmente expuestas.

Estas dos últimas visitas -la segunda: 8 de mayo- completas las realizadas al Museu de les Cultures del Mòn y al Museu Nacional d´Art de Catalunya, ambos de Barcelona.

domingo, 26 de abril de 2020

GENE DEITCH (1924-2020): MUNRO (1960)



Este cortometraje de animación checo del dibujante y animador norteamericano instalado en Praga Gene Deitch, recientemente fallecido ganó un Oscar en 1961.

M. WARD (MATTHEW STEPHEN WARD, 1973): UNREAL CITY (2020)



Sobre este compositor y cantante norteamericano, véase su página web

¿Qué es la estética o teoría del arte?

La estética, propiamente, es un estudio de cómo nos relacionamos con el arte, y con la naturaleza percibida como una obra de arte:  cómo lo percibimos y cómo actúa en nosotros, qué nos aporta -el encuentro con un concepto plasmado sensiblemente-, asumiendo que dicho encuentro solo se puede producir razonablemente con los sentidos, guiados o unidos al entendimiento (una facultad anímica superior, aunque no es la razón). Esto implica que, antes del encuentro y para que éste se produzca y nos podamos enriquecer de la manera o de la forma cómo se comunica dicho concepto, es necesario que se defina qué es una obra de arte. Exigencia que conduce a un razonamiento circular, pues la estética es el estudio de las condiciones para la percepción, el entendimiento de la obra de arte, definida ésta como lo que activa la labor conjunta del entendimiento y los sentidos. 
Arte es lo que place sin que busquemos intencionadamente algo que nos satisfaga, y dicha satisfacción desinteresada, por el “ placer” que proporciona, por la apertura de miras que brinda -sin que lo hubiéramos perseguido-, solo lo produce el arte (la obra de arte) o todo aquello que juzgamos como una obra de arte. 

La estética se centra en el aprecio de una forma y no en la función a la que ésta atiende.  
Una obra de arte es cualquier ente o ser cuya forma se valora a través de los sentidos, en detrimento de su posible función que no entra en el juicio que el ente o el ser merece. La mirada estética se fija en cualidades sensibles -forma, color, proporción- y no en cualidades morales -el objetivo al que el ente atiende-, si bien las cualidades sensibles tienen o tienden a sugerir cualidades morales. Aunque la belleza no lleve necesariamente al bien, tendemos a suponer, erróneamente o no -no existe norma alguna que regule esta apreciación- que algo bello es algo bueno, y que el contacto con la belleza nos hace o nos hará mejor persona (lo que ocurre a veces).


Libros aconsejables:

Carlos Granés: El puño invisible: Arte, revolución y un siglo de cambios culturales, Taurus, Madrid, 2011

José Luis Pardo: Esto no es música. Introducción al malestar en la cultura de masas, Galaxia Gutemberg, Madrid, 2007

José Luis Pardo: Estudios del malestar. políticas de la autenticidad en las sociedades contemporáneas, Anagrama, Barcelona, 2016

sábado, 25 de abril de 2020

En la incertidumbre....

“En la incertidumbre de los peligros y en las situaciones adversas es donde conviene experimentar quién es el hombre, pues sólo entonces las palabras fluyen sinceras de lo más profundo del corazón, se arranca la máscara, y subsiste la realidad. “

(Lucrecio: La naturaleza, III, 55-59)

Rap en Mesopotamia: Kanye West (1977) en Babilonia (2019)



El imaginario mesopotámico -bíblico, en este caso- sigue fascinando, o causando estragos. Reyes distantes y sanguinarios, dedicados a la caza y matanza de leones, monstruos descomunales, imperios extensísimos sometidos a los vaivenes de la fortuna, ciudades sin ninguna planificación, dominadas por palacios y santuarios, masas sometidas y ejércitos devastadores de arqueros, guerras permanentes, y una crueldad refinada, amén de imágenes decadentes de lujo y lujuria, siguen configurando la imagen de Mesopotamia.

El cantante Kanye West, esposo de Kim Kardashian, estrenó una "ópera" -que algunos críticos calificaron de oratorio- sobre el rey neo-babilónico Nabucodonosor II, conquistador de Jerusalén, y reconstructor de Babilonia a la que dotó de centelleantes puertas y murallas vitrificadas, conocido también a través del Antiguo Testamento que lo retrata como un monarca cruel, impío y loco, antes de caer ante la grandeza de Yahvé con quien rivalizaba -"ópera" que nada tenía que ver con la célebre Nabucco, de Verdi-, en Los Ángeles, el pasado noviembre, seguido de tibios comentarios.