lunes, 25 de julio de 2022

Santiago y la arquitectura

 La historia es bien conocida.

Isaac, hijo del patriarca Abraham (quien sacó al pueblo elegido de Mesopotamia por orden de Yahvé), se esposó tarde con Rebeca, también mayor. Mas, Yahvé escuchó las plegarias de Isaac, y Rebeca quedó encinta de gemelos. Yahvé anunció que ambos niños fundarían dos linajes, pero uno quedaría a merced del otro. 

Cuando Rebeca daba a luz, Jacob, quien iba a ser el benjamín, agarró, aun en el vientre de Rebeca, el talón de Esau, el primogénito, para nacer al mismo tiempo que aquél o incluso para adelantarse .

Esau era un pastor; vivía a la intemperie; era el favorito de su padre Isaac; mientras que Jacob pasaba su tiempo estudiando a la sombra de una tienda, protegido por su madre Rebeca.

Sintiéndose morir, Isaac mandó que avisaran a Esau para que le preparara y le trajera un plato gustoso, tras lo cual lo bendeciría. Habiendo escuchado la orden de su esposo Isaac, Rebeca avisó a Jacob. Debería llevar a su padre un plato que Rebeca prepararía. Mas, Esau era velludo, Jacobo, lampiño, y su padre Isaac ciego, por lo que el necesario reconocimiento antes de la bendición sería  por el tacto y el olor. Rebeca urdiría un estratagema. Ordenó a Jacob vestirse con la ropa de su hermano, que conservaba el olor de éste, y cubrirse con la piel de una oveja. Issac cayó en la trampa. Bendijo a Jacob, justo antes de que Esau llegara, desesperado por la suplantación: el nombre de Jacob había sido muy bien escogido, se lamentaba Esau. Pese a la tristeza de Isaac, por el engaño, la bendición no podía ser revocada. Esau y sus descendientes deberían someterse a Jacob y su progenitura. Los israelitas descienden de Jacob. 

El nombre era oportuno, en efecto. Jacob viene del acadio eqbum, que significa talón, y abre o teje toda una serie de palabras evocadas por aquélla. Suceder se decía también eqbum. El hebreo (otra lengua semita) aqeb también designaba el talón, y una cohorte de palabras evocadas. Aqeb también se traduce por huella. Las huellas son indicios que llevan, tras una persecución, hasta la verdad, hasta quien las ha producido. Una huella es un testimonio veraz.

Las huellas paradigmáticas son las que marcamos con la planta de los pies (aqeb es planta, igualmente: del talón a la planta, lo que alerta sobre los poderes del talón -la fuente de la fuerza vital, ya en Grecia).

Mas, las plantas son también el origen de la arquitectura; son las trazas primigenias, aquellas que alumbran, que contienen, en germen o en ciernes, una obra. Son el origen de la arquitectura. Ésta, como Jacob siguiendo a Esau, desciende de -o sigue a- la planta. La planta lo “es” “todo”. Sin planta, sin marcas, no se levanta, no aparece ante nosotros edificio alguno. Éste no es ni está. Solo los sueños, los espejismos y los fantasmas no dejan huella.

Santiago es San Tiago, San Yago, y Yago viene de Jacobo que viene de talón, huella de pie: Jacobo es el origen de Israel (Israel es su apodo, precisamente, que significa que El o Elohim, otro nombre de Yahvé, está con él). Y es es fundador mítico del templo por excelencia del cristianismo, junto con San Pedro: la basílica de Santiago apóstol en Santiago de Compostela, Santiago, que abrió el camino por donde el espíritu llegó, se contaba y se creía, o así se aduce, a la península. 

Santiago abre…





viernes, 22 de julio de 2022

ANDRÉ JOLIVET (1905-1974): SUITE DELPHIQUE (1943)


 Recordemos que Delfos es el santuario de Apolo, el dios de la arquitectura, quien proyectó el mismo las obras de este lugar, en particular de su templo, cuyas ruinas aún destacan al pie del monte Parnaso.

André Jolivet fue un compositor francés atonal, célebre por su concepción de la música como protagonista  de un ritual, lo que le llevó a la música con instrumentos antiguos y a componer para el teatro.

Véase, por ejemplo, este enlace: https://es.laphil.com/musicdb/artists/2671/andre-jolivet



Sección femenina




 Cartel de las fiestas de la Mercè de Barcelona, septiembre de 2022


¡Oh! Mamá y la Abu, los ojos bien abiertos, miran embelesadas al cielo intensamente azul salpicado de globos de colores, mientras la nieta mira hacia el espectador como la Niña Jesús. 

Están tan unidas. Se cogen de las manos, la mano de la Abu sobre el brazo desnudo de su nieta, los brazos amorosamente juntos sobre el vientre. A un lado, la Sagrada Familia (que son tres, como manda el canon), al tiempo que pájaros liban y besan las flores que ascienden. 

Mamá viste una falda de amplios vuelos prestada por Blancanieves, mientras los enanitos ascienden, ai jo, ai ho, a sus pies, cuál castellers. 

La palabra Mercè se destaca en lo alto como una plegaria. 

Arrodillémonos y demos gracias a la Señora.


jueves, 21 de julio de 2022

Hoy hace treinta años…

 



Texto redactado hace diez años, a los veinte años del evento:

http://tochoocho.blogspot.com/2012/07/en-el-veinteavo-aniversario-de-los.html

Nada que añadir al escrito .

Música y universidad (en Barcelona)


 

Músicos españoles y extranjeros de visita a la ciudad de Barcelona acuden, apenas llegan a la ciudad, al igual que músicos barceloneses, a una tienda de partituras musicales (Casa Beethoven) que se encuentra, desde finales del siglo XIX,  en la pare alta de las Ramblas en el casco antiguo de Barcelona.

Esta tienda centenario se halla a un lado de un palacete barroco, llamado Palacio de la Virreina -hoy un centro cultural-, que perteneció a un virrey de Perú -entonces una colonia española-, de regreso del virreinato, y a su viuda. 

Aquél, de familia noble, se formó en un centro de educación superior de la ciudad que se caracterizaba por enseñar, amén de estudios teológicos, legales y filosóficos habituales, materias más singulares como la esgrima y la música. El virrey Manuel Amat (1707-1782), en sus años de estudiante, estudió guitarra en dicho centro superior, y poseía un par de instrumentos. Dichos estudios y dicha práctica no eran excepcionales. La mayor parte de la nobleza barcelonesa, formada en aquel centro, tocaba composiciones para guitarra del músico Francisco Sors (1778-1839).

Este centro de estudios superiores se llamaba Real Seminario de Nobles de Cordelles. Solo aceptaba a estudiantes de la nobleza. Aunque hoy ya no existe, el centro se encontraba muy cerca del Palacio de los virreyes, al igual que de la iglesia barroca de Belén (aún en pie pese a la destrucción de su interior cuando la Guerra Civil española). Esta proximidad no es casual. La iglesia y el convento adyacente pertenecían a los jesuitas, quienes eran, desde mediados del siglo XVII, los directores del Real Seminario de Cordelles. La presencia y la influencia jesuítica en Barcelona obedecía a la larga estancia de cuatro años del fundador de la orden, Ignacio de Loyola, en Barcelona -tras sus raptos místicos en una cueva en la pequeña ciudad cercana de Manresa-, durante los cuales fundó un primer templo renacentista, sustituido, tras un incendio, por el actual santuario barroco.

El centro de estudios superiores o Colegio Cordelles fue una fundación privada, establecida a mediados del siglo XVI, por un notario Jaume Cordelles, con la aprobación del emperador Carlos V, y la bendición papal. Dicho establecimiento estaba dedicado exclusivamente a los jóvenes miembros de dicha familia noble. Con el paso de los años, y el declinante número de descendientes, los Cordella nombraron a los jesuitas, ya instalados en la ciudad, responsables de dicho establecimiento de enseñanza superior, instalado en las Ramblas que pasaron a llamarse Ramblas de los Estudios, poder que ejercieron hasta la expulsión de los jesuitas de España en la segunda mitad del siglo XVIII, que llevó al cierre del Colegio. 

La rivalidad entre el Estudio General (o Universidad) de Barcelona -que se financiaba con impuestos del puerto de la ciudad y que acogía a estudiantes de diversas clases sociales- y el Colegio Cordelles, exclusivamente para estudiantes nobles, se acrecentó con la Guerra de Sucesión española, cuando los universitarios se pusieron del lado de la declinante dinastía medievalizante alemana de los Habsburgo, mientras que los "cordelianos" simpatizaron con la renovadora monarquía borbónica francesa que acabó imponiéndose, llevando al cierre de la Universidad y se traslado al solitario asentamiento de Cervera.

Hoy, la música ya no forma parte de los estudios liberales, como la arquitectura, muy marcados por las enseñanzas exclusivamente técnicas. Del Colegio Cordelles, y de sus métodos de enseñanza, pocos se acuerdan ya.

 

miércoles, 20 de julio de 2022

La escritura es gala y el arte maya murciano





 Se piensa que la escritura nació en el cuarto milenio (aC) en el Próximo Oriente, cuando eso no es cierto.

La escritura apareció dos mil años antes, en un villorio del centro de Francia llamado Glozel. Allí, a principios del siglo XX, se desenterraron miles de fragmentos cerámicos y de tablillas enteramente cubiertos de signos gráficos, la primera escritura,  idénticos a los que miles de años más tarde empezaron a utilizarse en Fenicia. Los principales estudiosos y arqueólogos que analizaron este singular y revolucionario hallazgo dieron fe de la primacía de esta escritura, llamada Glozeliense, que tardaría en llegar a Oriente.

Es por aquellos años, cuando, en el pueblo murciano de Totana, se empezaron a desenterrar maravillosas cerámicas de la edad del bronce, así como toda clase de estatuillas. No cabía cerámica antigua más perfecta. Hace cinco mil años, en Totana se produjeron objetos de terracota muy superiores a cualquier otra cultura. Museos como el Louvre de París pagaron fortunas para adquirir estas espléndidas vasijas. Su importancia se acrecentó incluso cuando se descubrieron vasijas con motivos precolombinos que dieron la vuelta a toda la historia de la humanidad.

Ambos hallazgos sacudieron de raíz la historia convencional y asumida. La cultura no se había originado en oriente sino en occidente. El mundo semita ya no estaba en el origen de ls cultura occidental.

Del mismo modo, las colonias sudamericanas no fueron colonias -territorios conquistados-, sino tierras reconquistadas, puesto que el arte precolombino era, en verdad, arte español de la edad del bronce, un arte, por otra parte, infinitamente superior.

Quizá algún lector haya parpadeado. Ambas historias son ciertas, ambos descubrimientos arqueológicos también lo son, pero las piezas halladas son uno de los fraudes más fantásticos de la arqueología ( piezas copiadas -las de Glozel de piezas fenicias, y las de Totana de imágenes mayas, todas debidamente envejecidas), fuertemente teñidos de ideología, cuando no de racismo. El pueblo de Glozel se halla muy cerca de Vichy, de infausto recuerdo durante la ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Y quienes denunciaron de inmediato el fraude eran académicos judíos que, obviamente, no podían soportar ls superioridad de tribus del norte de Europa, es decir arias, sobre culturas semitas. Con los hallazgos de Glozel, Europa se sacudía el sentimiento de inferioridad ante una cultura semita, por no decir judía. 

Aún hoy, hay quien sigue creyendo en la autenticidad de las piezas de Glozel, expuestas en un museo local, que muestran la primacía de occidente sobre oriente.


Agradezco a la conservadora y estudiosa Annie Caubet la comunicación de ambos casos, conocidos y muy documentados, que ponen de manifiesto que, ayer y hoy, la arqueología se utiliza para expresar ls primacía -y por tanto la superioridad, y el dominio- de unas culturas sobre otras.

En la Europa de hoy, estos siniestros ejemplos dan qué pensar.



lunes, 18 de julio de 2022

KAIJA SAARIAHO (1952): CHÂTEAU DE L´ÂME (CASTILLO DEL ALMA, 1996)

 


 Aunque los textos del oratorio sean védicos y del Egipto faraónico -una nueva muestra del impacto del Egipto antiguo en la cultura actual-, el título de la obra de la compositora contemporánea finlandesa Kaija Saariaho procede del célebre texto de Teresa de Jesús, Morada interior (a su vez derivado de un texto místico sufí hallado a finales del siglo XX, pero que debía circular por la España del siglo XVI)cuya múltiple y sostenida influencia en el arte contemporáneo cabría estudiar.

Véase este enlace.