jueves, 3 de abril de 2025

Gaudí en París, 2 (1925)





Fotos de distintas publicaciones catalanas y francesas de la época. Centro de documentación del Museo de Diseño de Barcelona. Agradecimientos a María José Balcells por la tan reveladora documentación entregada.

El orgullo del arquitecto Antonio Gaudí duelo que sin duda explicaría su negativa a su anhelada  presencia en la Exposición de Artes Decorativas y Técnicas Industriales de París en 1925.
A la clausura de la Exposición, el decorador Santiago Marco, responsable de la presencia del Fomento de las Artes Decorativas (FAD) de Barcelona y miembro del comité organizador del pabellón español en una de cuyas sedes -el Grand Palais, que aún existe- se inscribió la aportación del FAD, escribió que el FAD quiso que los arquitectos catalanes expusieran en el pabellón, mas sin conseguirlo. La representación de los arquitectos hubiera tenido que estar encabezada por Antonio Gaudí. 
Éste, sin embargo, se negó a participar.
Ls razón era obvia. Gaudí había expuesto en una gran muestra, quince años antes, en París. Fue el hazmerreír de los críticos y del público. Dolido o humillado, Gaudí no quiso repetir la experiencia. No contesto. No presto nada. Sin embargo, la organización francesa confiaba en que en el último momento Gaudí cediera. Es lo que posiblemente explique que su nombre aparezca citado en el catálogo general de la exposición como uno de los arquitectos españoles expuestos. Su nombre, en cambio, no aparece en los catalogos de la participación española ni del FAD.
Santiago Marcó escribió que la presencia de Gaudí hubiera sido un bálsamo ante la presencia de la arquitectura moderna, y de las variaciones caprichosas de las formas clásicas. Gaudí era así presentado como un arquitecto clásico, un juicio sorprendente dado el repudio que sufrió su arquitectura de apariencia medievalizante o expresionista por parte de los arquitectos e historiadores noucentistas defensores del clasicismo florentino del siglo XV.   

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